La Procuraduría General de la República (PGR) tiene una línea de investigación sobre el traslado aéreo de indocumentados cubanos en territorio nacional, además de las rutas terrestres que son empleadas por los traficantes, como la que fue utilizada para sacar del país a 18 de 37 extranjeros rescatados el 12 de junio pasado por un comando en Chiapas.
Por ello, a partir de esta línea es que entre los 11 empleados del Instituto Nacional de Migración (INM) arraigados la semana pasada por este incidente, además de Jorge Luis Tenorio Villegas, subdelegado en Chetumal, Quintana Roo, está Carlos Javier de la Parra Vázquez, subdelegado en el aeropuerto de Cancún.
Además de que estos altos funcionarios de Migración participaron en el diseño logístico del operativo de traslado de los indocumentados de la estación migratoria de Chetumal a la de Tapachula, Chiapas, autoridades de la PGR indicaron que las pesquisas buscan determinar su posible implicación en otras operaciones de tráfico de indocumentados.
Esta hipótesis se sustenta en el hecho de que las autoridades han recabado testimonios que indican que el aeropuerto de Cancún también ha sido utilizado en los dos últimos años para el traslado aéreo de indocumentados al norte del país, como parte de la red criminal que facilita el arribo de cubanos a Quintana Roo y Yucatán.
De acuerdo con testigos, los indocumentados —sobre todo cubanos— son embarcados sin problemas en vuelos comerciales que parten de la terminal aérea de Cancún —después de las 16:30 horas— con destino a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, desde donde son trasladados a la frontera, para cruzar a territorio estadounidense.
Se detalló que en este caso al parecer a los indocumentados también se les facilitan documentos con sellos del INM, para poder abordar las aeronaves sin que sean reportados por el personal de las aerolíneas.
Las autoridades federales consultadas indicaron que tienen indicios de que en Monterrey los indocumentados son hospedados por los polleros en hoteles que se ubican en las inmediaciones de la central de autobuses, que es el medio que utilizan después para el traslado de los migrantes hacia la frontera, portando aún documentos oficiales que les facilitan su paso por puestos de revisión migratorios y retenes militares.
En esta ruta se ha encontrado un modus operandi similar al que se utilizó con los extranjeros rescatados por presuntos sicarios de Los Zetas, del cártel del Golfo, ya que en este caso, y según se desprende de las declaraciones de los 18 cubanos que llegaron a Estados Unidos, desde Veracruz abordaron autobuses de pasajeros foráneos para llegar a Reynosa, Tamaulipas, amparados en oficios —al parecer originales— del INM en los que se autorizó su salida del país.
Por ello, a partir de esta línea es que entre los 11 empleados del Instituto Nacional de Migración (INM) arraigados la semana pasada por este incidente, además de Jorge Luis Tenorio Villegas, subdelegado en Chetumal, Quintana Roo, está Carlos Javier de la Parra Vázquez, subdelegado en el aeropuerto de Cancún.
Además de que estos altos funcionarios de Migración participaron en el diseño logístico del operativo de traslado de los indocumentados de la estación migratoria de Chetumal a la de Tapachula, Chiapas, autoridades de la PGR indicaron que las pesquisas buscan determinar su posible implicación en otras operaciones de tráfico de indocumentados.
Esta hipótesis se sustenta en el hecho de que las autoridades han recabado testimonios que indican que el aeropuerto de Cancún también ha sido utilizado en los dos últimos años para el traslado aéreo de indocumentados al norte del país, como parte de la red criminal que facilita el arribo de cubanos a Quintana Roo y Yucatán.
De acuerdo con testigos, los indocumentados —sobre todo cubanos— son embarcados sin problemas en vuelos comerciales que parten de la terminal aérea de Cancún —después de las 16:30 horas— con destino a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, desde donde son trasladados a la frontera, para cruzar a territorio estadounidense.
Se detalló que en este caso al parecer a los indocumentados también se les facilitan documentos con sellos del INM, para poder abordar las aeronaves sin que sean reportados por el personal de las aerolíneas.
Las autoridades federales consultadas indicaron que tienen indicios de que en Monterrey los indocumentados son hospedados por los polleros en hoteles que se ubican en las inmediaciones de la central de autobuses, que es el medio que utilizan después para el traslado de los migrantes hacia la frontera, portando aún documentos oficiales que les facilitan su paso por puestos de revisión migratorios y retenes militares.
En esta ruta se ha encontrado un modus operandi similar al que se utilizó con los extranjeros rescatados por presuntos sicarios de Los Zetas, del cártel del Golfo, ya que en este caso, y según se desprende de las declaraciones de los 18 cubanos que llegaron a Estados Unidos, desde Veracruz abordaron autobuses de pasajeros foráneos para llegar a Reynosa, Tamaulipas, amparados en oficios —al parecer originales— del INM en los que se autorizó su salida del país.
Silvia Otero, El Universal, 27 de junio.
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