El “codiciado mercado” del tráfico de ilegales cubanos por México que realiza la “mafia de Miami” ha sido uno de los principales temas del ex presidente Fidel Castro Ruz en sus dos últimos artículos: “Estados Unidos, Europa y los derechos humanos” (20 de junio) y “La verdad y las diatribas” (21 de junio), que publicó el diario cubano Granma.
Al referirse a la medida adoptada por los países de Europa de expulsar o encarcelar a los inmigrantes no autorizados procedentes de los países latinoamericanos, el ex mandatario cubano hace un reconocimiento a las autoridades mexicanas de aceptar que “la mafia de Miami, al servicio del gobierno de Estados Unidos, ‘le arrebató por la fuerza’ o ‘compró’, a un importante contingente de agentes migratorios de ese país, a decenas de inmigrantes ilegales arrestados en Quintana Roo, entre ellos niños inocentes transportados a la fuerza por riesgosos mares y hasta madres forzadas a emigrar”.
“Los traficantes de personas como los de drogas, que disponen a su antojo del mayor y más codiciado mercado del mundo, han puesto en riesgo la autoridad y la moral que necesita cualquier gobierno para dirigir el Estado, derramando sangre latinoamericana por todas partes, sin contar los que mueren por emigrar a través del humillante muro fronterizo sobre lo que fue territorio de México”, señala en uno de sus dos escritos.
En el segundo artículo, exhorta a México a rechazar la migración cubana ilegal por territorio nacional, y le recuerda que los propios guardacostas norteamericanos interceptan y devuelven a los capturados en el mar.
“México no está obligado a permitir que le impongan una versión de la política de pies secos y pies mojados”, advierte, en referencia a una política que EU institucionalizó al aprobar su Congreso, el 2 de noviembre de 1966, la Ley Pública 89-732, conocida comúnmente en español como la Ley de Ajuste Cubano, que permite al fiscal general, a su discreción y conforme a las regulaciones que él pudiera prescribir, ajustar el status inmigratorio de los refugiados cubanos que llegan a ese país, al de residentes permanentes.
“Lo que es peor: una cifra varias veces mayor de ciudadanos de México, Centro y Sudamérica han emigrado a Estados Unidos cruzando fronteras, muros y mares, sin documentación alguna ni Ley de Ajuste que los privilegie y estimule a emigrar, y de los cuales mueren más de 500 cada año.
“Adicionalmente, miles perecen cada año en México y Centroamérica, víctimas del crimen organizado, en la disputa por el mercado de drogas de Estados Unidos, cuyo consumo, las más altas autoridades de ese país, no son capaces ni quieren combatir”, asegura.
El ex mandatario cubano se refirió, con nombre y apellido, a las declaraciones del subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, quien, según él, declaró que el tráfico de personas es el segundo rubro ilegal más lucrativo.
Cuando se trata de cubanos, dijo, Castro, las ganancias se comparan a las del narcotráfico: cobran hasta 10 mil dólares por persona. Remata afirmando que el dinero viene de EU.
Al referirse a la medida adoptada por los países de Europa de expulsar o encarcelar a los inmigrantes no autorizados procedentes de los países latinoamericanos, el ex mandatario cubano hace un reconocimiento a las autoridades mexicanas de aceptar que “la mafia de Miami, al servicio del gobierno de Estados Unidos, ‘le arrebató por la fuerza’ o ‘compró’, a un importante contingente de agentes migratorios de ese país, a decenas de inmigrantes ilegales arrestados en Quintana Roo, entre ellos niños inocentes transportados a la fuerza por riesgosos mares y hasta madres forzadas a emigrar”.
“Los traficantes de personas como los de drogas, que disponen a su antojo del mayor y más codiciado mercado del mundo, han puesto en riesgo la autoridad y la moral que necesita cualquier gobierno para dirigir el Estado, derramando sangre latinoamericana por todas partes, sin contar los que mueren por emigrar a través del humillante muro fronterizo sobre lo que fue territorio de México”, señala en uno de sus dos escritos.
En el segundo artículo, exhorta a México a rechazar la migración cubana ilegal por territorio nacional, y le recuerda que los propios guardacostas norteamericanos interceptan y devuelven a los capturados en el mar.
“México no está obligado a permitir que le impongan una versión de la política de pies secos y pies mojados”, advierte, en referencia a una política que EU institucionalizó al aprobar su Congreso, el 2 de noviembre de 1966, la Ley Pública 89-732, conocida comúnmente en español como la Ley de Ajuste Cubano, que permite al fiscal general, a su discreción y conforme a las regulaciones que él pudiera prescribir, ajustar el status inmigratorio de los refugiados cubanos que llegan a ese país, al de residentes permanentes.
“Lo que es peor: una cifra varias veces mayor de ciudadanos de México, Centro y Sudamérica han emigrado a Estados Unidos cruzando fronteras, muros y mares, sin documentación alguna ni Ley de Ajuste que los privilegie y estimule a emigrar, y de los cuales mueren más de 500 cada año.
“Adicionalmente, miles perecen cada año en México y Centroamérica, víctimas del crimen organizado, en la disputa por el mercado de drogas de Estados Unidos, cuyo consumo, las más altas autoridades de ese país, no son capaces ni quieren combatir”, asegura.
El ex mandatario cubano se refirió, con nombre y apellido, a las declaraciones del subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, quien, según él, declaró que el tráfico de personas es el segundo rubro ilegal más lucrativo.
Cuando se trata de cubanos, dijo, Castro, las ganancias se comparan a las del narcotráfico: cobran hasta 10 mil dólares por persona. Remata afirmando que el dinero viene de EU.
Juan Balboa, El Universal, 23 de junio.
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