Lucha contra el crimen es de toda la sociedad

La lucha contra el crimen organizado en todas sus modalidades no es del gobierno, sino de toda la sociedad, porque lo que está en juego no es la libertad, seguridad o la integridad de los gobernantes, sino la de los gobernados, lanzó el presidente Felipe Calderón. Esto luego de que el diputado priísta César Camacho expusiera que la percepción de la delincuencia crece mientras el gobierno se concentra en "su guerra" contra el narcotráfico. Además de que dejara claro que esta lucha es fundamentalmente del Ejecutivo, aunque en este empeño "nunca" estará solo. Al firmar el decreto de la reforma en materia de justicia penal, Calderón manifestó que no es una lucha "caprichosa" por una conquista de un territorio extranjero, sino una responsabilidad colectiva. "Debemos cerrar espacios a la impunidad, a la tolerancia o a la complicidad con el delito, empleando para ello todos los recursos a nuestro alcance", dijo en Palacio Nacional. Éxito de reforma depende de estados De ahí hizo una convocatoria para que los Congresos estatales adopten los mandatos, los poderes judiciales realicen las adecuaciones necesarias y se actúe de manera coordinada. Y es que el éxito de la reforma penal, dijo, requiere el compromiso de los tres órdenes de gobierno. Aunque Calderón Hinojosa reconoció el trabajo del Congreso, también admitió que algunas atribuciones de dicha iniciativa fueron negadas. Tal fue el caso de los cateos, que durante meses representantes de derechos humanos impugnaron. Camacho también resaltó que el sistema de justicia penal está agotado y la gente no aguanta más, pues es "inadmisible" que más de 90,000 personas estén privadas de su libertad sin sentencia condenatoria. Diálogo no es debilidad: Mouriño Frente al magistrado presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, también destacó que esta reforma es producto del diálogo, el cual no es expresión de debilidad ni implica asumir compromisos ambiguos, y de igual manera no excluye la controversia y la discrepancia. El funcionario explicó que el desafío vinculado con la reforma es combatir el crimen organizado, en donde a menor droga en las calles, menor cantidad de dinero en manos de narcotraficantes y menor tráfico de armas, será mayor la capacidad del Estado.

Laura Vega, El Economista, 18 de junio.