Las iniciativas de reforma a Petróleos Mexicanos no plantean soluciones a largo plazo ni una política energética integral.
Así lo consideraron investigadores de la UNAM durante la segunda jornada del "Debate universitario sobre la reforma energética", realizado en en Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
Sea porque se trata de una reforma en materia petrolera, no energética, cuyo enfoque no incluye el uso de energías renovables, o porque no hay modificaciones al régimen fiscal de Pemex, expertos coincidieron en señalar que las modificaciones propuestas por el Presidente Felipe Calderón carecen de una visión integral.
"La posibilidad de que de este debate y todos los que ha habido surja una política energética es nula.
"El enfoque de los partidos o toda posición está más bien dirigido a ver qué tajada política le puedo sacar a este asunto, y claro, prevalecen sus intereses.
"Pero los de la nación no sé por dónde anden, porque no los he visto en el debate", señaló Mariano Bauer, del Instituto de Física.
Apuntó que no hay política energética en México, pues las acciones del Gobierno en la materia se limitan sólo a proyecciones y programas de trabajo.
El investigador Sergio Martínez dijo en su intervención que en México no hay una política de apoyo a la investigación tecnológica, aplicable a la exploración en opciones energéticas distintas a la utilización de los hidrocarburos.
"No podemos hablar de una reforma energética, porque no tenemos un plan energético... ¿cómo podemos hablar de una reforma cuando no hay una política energética?", cuestionó Martínez, investigador del Laboratorio de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Estudios Superiores Aragón.
El ingeniero Jacinto Viqueira Landa dijo que los motivos que llevaron al Presidente Calderón a presentar sus iniciativas no tenían que ver con el fortalecimiento de la estructura energética de México.
"La propuesta de reforma energética presentada recientemente por el Ejecutivo federal está motivada más por preocupaciones económicas y fiscales que por cuestiones energéticas y ambientales", expresó.
Durante las mesas realizadas ayer, la crítica más recurrente se centró en que Pemex tiene una carga fiscal mayúscula, que genera en gran medida los recursos de que dispone el Estado mexicano, condición que, según consideraron varios de los ponentes, no se modifica con las propuestas del Gobierno.
Gian Carlo Delgado, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, manifestó su desacuerdo con las iniciativas enviadas al Senado.
Señaló que éstas sí promueven la "venta" de Pemex a empresas privadas, en contra de lo que ha señalado el Ejecutivo.
Delgado dijo que son dos las maneras en las que, mediante las iniciativas, se propone la venta de la paraestatal.
"Primero por la vía de acuerdos, de contratos, de servicios y de contratos de riesgo. Y segundo, por la de los bonos ciudadanos, que nos llaman a comprar algo que ya es nuestro", argumentó.
Hoy se presentarán en el foro, en Ciudad Universitaria, Javier Jiménez Espriú y Francisco Rojas, ex director de Pemex.
Así lo consideraron investigadores de la UNAM durante la segunda jornada del "Debate universitario sobre la reforma energética", realizado en en Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
Sea porque se trata de una reforma en materia petrolera, no energética, cuyo enfoque no incluye el uso de energías renovables, o porque no hay modificaciones al régimen fiscal de Pemex, expertos coincidieron en señalar que las modificaciones propuestas por el Presidente Felipe Calderón carecen de una visión integral.
"La posibilidad de que de este debate y todos los que ha habido surja una política energética es nula.
"El enfoque de los partidos o toda posición está más bien dirigido a ver qué tajada política le puedo sacar a este asunto, y claro, prevalecen sus intereses.
"Pero los de la nación no sé por dónde anden, porque no los he visto en el debate", señaló Mariano Bauer, del Instituto de Física.
Apuntó que no hay política energética en México, pues las acciones del Gobierno en la materia se limitan sólo a proyecciones y programas de trabajo.
El investigador Sergio Martínez dijo en su intervención que en México no hay una política de apoyo a la investigación tecnológica, aplicable a la exploración en opciones energéticas distintas a la utilización de los hidrocarburos.
"No podemos hablar de una reforma energética, porque no tenemos un plan energético... ¿cómo podemos hablar de una reforma cuando no hay una política energética?", cuestionó Martínez, investigador del Laboratorio de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Estudios Superiores Aragón.
El ingeniero Jacinto Viqueira Landa dijo que los motivos que llevaron al Presidente Calderón a presentar sus iniciativas no tenían que ver con el fortalecimiento de la estructura energética de México.
"La propuesta de reforma energética presentada recientemente por el Ejecutivo federal está motivada más por preocupaciones económicas y fiscales que por cuestiones energéticas y ambientales", expresó.
Durante las mesas realizadas ayer, la crítica más recurrente se centró en que Pemex tiene una carga fiscal mayúscula, que genera en gran medida los recursos de que dispone el Estado mexicano, condición que, según consideraron varios de los ponentes, no se modifica con las propuestas del Gobierno.
Gian Carlo Delgado, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, manifestó su desacuerdo con las iniciativas enviadas al Senado.
Señaló que éstas sí promueven la "venta" de Pemex a empresas privadas, en contra de lo que ha señalado el Ejecutivo.
Delgado dijo que son dos las maneras en las que, mediante las iniciativas, se propone la venta de la paraestatal.
"Primero por la vía de acuerdos, de contratos, de servicios y de contratos de riesgo. Y segundo, por la de los bonos ciudadanos, que nos llaman a comprar algo que ya es nuestro", argumentó.
Hoy se presentarán en el foro, en Ciudad Universitaria, Javier Jiménez Espriú y Francisco Rojas, ex director de Pemex.
Reforma, 25 de junio.
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