El presidente de la Comisión de Energía del Senado, el priista Francisco Labastida, aseguró que no hay albazos ni los habrá para la aprobación de la reforma energética, como tampoco se permitirá la privatización de Pemex.
“Esa declaración obedece a intereses políticos más que a un riesgo real”, señaló.
El legislador criticó la consulta nacional en materia energética, que pretende realizar el gobierno del Distrito Federal: “No está bien planteada y si no incluyen preguntas bien formuladas no tiene mucha utilidad una consulta”, señaló.
Tras precisar que “igual que los procesos electorales, las consultas pueden ser manipulables”, el legislador se pronunció por acatar las reglas que prevé el IFE y el TEPJF, ya que éstas son las instancias que procuran que no se manipulen ese tipo de procesos.
Insistió en descartar la posibilidad de que haya un albazo legislativo para aprobar, lo más pronto posible, la reforma energética en un periodo extraordinario en agosto próximo.
Labastida Ochoa dijo que los priistas presentarán su propuesta en materia de reforma energética a más tardar el próximo 23 de julio y confió en que sean incluidas las modificaciones que darán a conocer los tricolores.
Mencionó que los priístas no respaldarán que los gobiernos de los estados entren en la explotación del petróleo o del gas, porque hacerlo va “ contra nuestras declaraciones y nuestra postura”.
Y detalló: “Hacerlo, meter a los gobiernos de los estados la explotación del petróleo y del gas, creo que implicaría que tuviéramos que modificar el 25, el 27 y quizá el 28 constitucional, dado que la Constitución no establece que son los gobiernos de los estados los que pueden explotar petróleo”.
Advirtió que de aprobar una situación así abriría un riesgo que es que se inicie por el petróleo y que luego discutamos sobre el agua, sobre la producción de alimentos, es decir, implica el riesgo de generar un poco la división del país.
En lo que estamos de acuerdo -señaló-- es que en los servicios que contrata Pemex podamos favorecer que entren empresas localizadas en las regiones para proporcionar los servicios que hoy Pemex contrata, pero servicios, no producción petrolera.
En torno a una posible invitación a representantes del sindicato petrolero para participar en los debates en torno a la reforma energética, Labastida Ochoa dijo que los miembros de dicha agrupación sindical “se están reservando su posición, he conversado con ellos y se quieren reservar su posición”.
“Esa declaración obedece a intereses políticos más que a un riesgo real”, señaló.
El legislador criticó la consulta nacional en materia energética, que pretende realizar el gobierno del Distrito Federal: “No está bien planteada y si no incluyen preguntas bien formuladas no tiene mucha utilidad una consulta”, señaló.
Tras precisar que “igual que los procesos electorales, las consultas pueden ser manipulables”, el legislador se pronunció por acatar las reglas que prevé el IFE y el TEPJF, ya que éstas son las instancias que procuran que no se manipulen ese tipo de procesos.
Insistió en descartar la posibilidad de que haya un albazo legislativo para aprobar, lo más pronto posible, la reforma energética en un periodo extraordinario en agosto próximo.
Labastida Ochoa dijo que los priistas presentarán su propuesta en materia de reforma energética a más tardar el próximo 23 de julio y confió en que sean incluidas las modificaciones que darán a conocer los tricolores.
Mencionó que los priístas no respaldarán que los gobiernos de los estados entren en la explotación del petróleo o del gas, porque hacerlo va “ contra nuestras declaraciones y nuestra postura”.
Y detalló: “Hacerlo, meter a los gobiernos de los estados la explotación del petróleo y del gas, creo que implicaría que tuviéramos que modificar el 25, el 27 y quizá el 28 constitucional, dado que la Constitución no establece que son los gobiernos de los estados los que pueden explotar petróleo”.
Advirtió que de aprobar una situación así abriría un riesgo que es que se inicie por el petróleo y que luego discutamos sobre el agua, sobre la producción de alimentos, es decir, implica el riesgo de generar un poco la división del país.
En lo que estamos de acuerdo -señaló-- es que en los servicios que contrata Pemex podamos favorecer que entren empresas localizadas en las regiones para proporcionar los servicios que hoy Pemex contrata, pero servicios, no producción petrolera.
En torno a una posible invitación a representantes del sindicato petrolero para participar en los debates en torno a la reforma energética, Labastida Ochoa dijo que los miembros de dicha agrupación sindical “se están reservando su posición, he conversado con ellos y se quieren reservar su posición”.
Cecilia Téllez Cortés, Crónica, 1º de julio.
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