Desvelada y saturada

Silvia Hernández se levantó a las tres y media de la mañana, dejó encargado a su nieto con una vecina y faltó a su trabajo como costurera... todo para renovar su credencial de elector en un módulo del IFE en la Delegación Azcapotzalco.

Arropada con una cobija, la mujer de 57 años de edad llegó a las 4:00 horas al módulo 090321 en el Barrio Los Reyes; ocupó uno de los primeros lugares y esperó hasta las 8:00 horas para que le dieran una de las 200 fichas del día.

Entró a la sede hasta las 10:00 y, apresurada, salió hasta una hora después. Para entonces, la fila ya le daba la vuelta a la manzana.

"Es horrible venir, ya me habían dicho que había mucha gente, por eso llegué desde la madrugada, estoy contenta porque ya hice el trámite, pero también desvelada, cansada, como fastidiada de tantas horas. Deberían buscar la manera de agilizar esto.

"Me tengo que ir ya porque a mi nieto lo está cuidando una vecina y además tengo que ir a trabajar, no está muy lejos de aquí, pero pedí permiso y ya es muy tarde", contó de la mano de una hija con síndrome de down.

Rosa Juárez no corrió con la misma suerte; antes de las 11:00 horas fue al mismo módulo con su padre de 72 años de edad y pidió a los funcionarios del IFE que "le dieran la atención" por tratarse de un adulto mayor. Tajantes, le contestaron que no.

Cabizbaja, la mujer de 51 años se regresó a su casa, aunque prometió regresar al día siguiente, ahora sí más temprano.

"Pensé que iban a tener un poquito de consideración porque mi papá ya está grande y casi no puede caminar, pero me dijeron que si comenzaban a hacer excepciones la gente que había llegado temprano se iba a enojar", contó.


Antonio Baranda, Reforma, 15 de enero.

0 Responses to "Desvelada y saturada"