Ley de cambio climático impactará a empresas

Las grandes empresas en México podrán tener serias implicaciones económicas de aplicarse la nueva Ley de Cambio Climático aprobada por los senadores, la cual restringe y sanciona el uso de combustibles fósiles.

Lorenzo González Merla, director de medio ambiente de Altos Hornos de México (AHMSA), comentó que en el caso de la industria siderúrgica, esta ley podría tener una repercusión de 30 a 50 millones de dólares por año, si se considera como valor base los bonos de carbono, que actualmente oscilan en 10 dólares por tonelada de CO2.

Sostuvo que de aplicarse de manera rigurosa la nueva normativa, tal y como fue aprobada en el senado, el sector industrial en el país tendrá que limitar sus volúmenes de producción a fin de no incrementar, aún más sus costos con gravámenes que se verían obligados a pagar.

“Esos mayores costos implican una seria desventaja frente a competidores como China, Estados Unidos, Europa, Brasil, India y otros productores de países que no enfrentan dichas restricciones”, precisó.

Ante este panorama, el directivo señaló que las empresas más grandes del país, podrían perder mercado y competitividad frente a las empresas provenientes de los mencionados países.

En este sentido, Gilberto Ortiz Muñoz, presidente de la Comisión de Energía de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), coincidió en que las empresas más grandes tendrán mayores afectaciones en desarrollo, producción y costos económicos.

Entre ellas destacó a los sectores siderúrgicos, la industria automotriz, química, y cerámica, entre otras, siendo además las que cuentan con la mayor platilla laboral, aspecto que también puede verse afectado.

Aunque reconoció que es importante buscar medidas que permitan proteger el medio ambiente, destacó la necesidad de tomar en cuenta las repercusiones económicas de una ley poco realista, que no es “acorde a la realidad de México”.

En este sentido, explicó que las emisiones contaminantes del país no son en nada comparables a las que generan los países más industrializados, que hasta el momento se han negado a comprometerse, para no afectar sus economías.

Al mismo tiempo, reprochó que los legisladores no tomaran en cuenta la volatilidad que aún permanece en los mercados, al implantar metas ecológicas “irreales”.

México • Nayeli González, Milenio, 3 de enero.