'Me dijeron que habría música y comida'

MÉRIDA.- "Yo no protesto porque no quiero tener problemas", contestó Herminia Hamuchin, cuando se le preguntó si venía a protestar como jefa de manzana ante el precandidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto.

Sobre su huipil blanco llevaba puesta una playera con la leyenda: "Soy jefe de manzana y me comprometo con escribir historia", pero esta mujer de la tercera edad no sabía ni a qué la habían llevado al estadio.

"A mí me dijeron que veníamos a ver a Peña Nieto, que habría música y comida. Llegamos a las tres de la tarde y sí vimos pasar a Peña pero muy de lejos. Yo no protesto porque no quiero tener problemas", insistió Herminia.

Y al igual que ella, sus dos vecinas de la Colonia Leona Vicario que la acompañaban tampoco sabían que significaba ser jefe de manzana.

"Todavía no sabemos qué vamos hacer. Nos dijeron que luego nos decían", comentó otra de las movilizadas.

Seguramente por eso, cuando Peña Nieto les tomó protesta ellas no alzaron el brazo ni dijeron "Sí protesto".

El ambiente de una fría noche de invierno no sentó del todo bien a Peña Nieto, pues tras su entrada espectacular como artista de moda, el precandidato no logró prender el ánimo de entre sus seguidores.

Con un discurso de escaso contenido, el mexiquense arengó a sus correligionarios a lograr el "carro completo" en los comicios del 1 de julio.

Aunque en el escenario lucieron los equipos de sonido, de iluminación, de animación y circuito cerrado, el acarreo y el cansancio por largas horas de espera, mermaron el ánimo de gran parte de la concurrencia que respondió con tímidos aplausos.

"Venimos a ver a la Gaviota", soltó Gladys, una veterana activista de la Colonia María Luisa, al sur de Mérida, quien dijo que desde las 14:00 horas fueron citados para el traslado.

Tampoco faltaron las equivocaciones, pues el aspirante a la Gubernatura yucateca, Rolando Zapata, se refirió al precandidato presidencial como "Enrique Peña Nieta", y luego el mexiquense elogió a "mi amigo Ivonne Ortega".

Durante el tiempo que Peña Nieto estuvo en el lugar del mitin, el servicio telefónico fue bloqueado.

Al final del evento, los acarreados recibieron tortas y refrescos desde camiones estacionados a un costado del estadio. 


Mariel Ibarra enviada, Reforma, 4 de enero.