Diputados y senadores de las principales fuerzas políticas reconocieron las deficiencias de la reforma electoral de 2007, y se manifestaron por rehacer esa legislación para evitar confusiones en aspectos como la transmisión de los debates en radio y televisión.
El legislador petista Porfirio Muñoz Ledo sostuvo, incluso, que la referida reforma “se hizo sobre las rodillas y con mala leche”, mientras el panista Agustín Castilla afirmó que la legislación vigente respondió al rencor, el enojo y el encono de Andrés Manuel López Obrador, tras perder los comicios presidenciales de 2006.
Entrevistados en el Palacio Legislativo de San Lázaro, los senadores Carlos Jiménez, del PRI, y Jesús Garibay, del PRD, propusieron revisar la ley y corregir los aspectos que no hayan funcionado durante el proceso electoral de este año.
En su edición de ayer, MILENIO documentó el caos y la confusión generada por la interpretación de la normatividad electoral sobre la difusión de los debates entre aspirantes a cargos de elección popular.
Consultado al respecto, Muñoz Ledo admitió que, como está redactada, la legislación no se entiende. “Fue una ley hecha sobre las rodillas y con mala leche”, dijo.
Agregó que la prohibición de contratar espacios para la propaganda electoral en radio y televisión terminó por revertirse, pues lo que se pretendía era acabar con la spotización de la política, pero hoy algunos medios venden esos tiempos “por debajo del agua”.
Sobre la conveniencia de corregir la reforma, el diputado federal del PT puntualizó: “Absolutamente; esa ley hay que rehacerla cuando haya un nuevo equilibrio (en el Congreso de la Unión)”.
Por su parte, el diputado panista Agustín Castilla señaló que el Poder Legislativo “no hizo su chamba correctamente con la reforma electoral y dejó muchos vacíos”.
“Fue una reforma que respondió a una coyuntura política electoral, al enojo y al encono del PRD, del PT y de Andrés Manuel López Obrador”, reprochó.
Se trata, dijo, de “la reforma del rencor, que hoy nos está generando muchos problemas y, en consecuencia, se debe revisar”.
El senador priista Carlos Jiménez reconoció que “evidentemente hay elementos (de la reforma electoral) que no están funcionando bien y eso implica, primero, reconocerlo, y después mostrar la voluntad para adaptarla a la realidad”.
Al respecto, el perredista Jesús Garibay manifestó la disposición a revisar la reforma y mejorarla, pero instó también a los actores sociales y políticos a no generar “falsos debates”, pues a nadie se limita el derecho a la información, ni la libertad de expresión, sino sólo impide la compraventa de espacios en radio y televisión.
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