Pide Silva garantizar derechos humanos

Todos los jueces del País, independientemente de la materia, fuero u órgano al que estén adscritos deben ser garantes del respeto a los derechos humanos y deben ajustar sus resoluciones a la luz de este principio fundamental, sostuvo este sábado Juan Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Ante decenas de jueces y magistrados integrantes de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia (AMIJ), el Ministro señaló que con la reforma constitucional en derechos humanos que entró en vigor en junio del año pasado, iguala la labor de los jueces al obligarlos a velar por el respeto irrestricto de las garantías fundamentales.

"Las diferencias que por generaciones nos han distinguido se supeditan todas a este nuevo ideal, seamos juzgadores federales o locales, constitucionales o de legalidad, adscritos a la esfera del Poder Ejecutivo o del Poder Judicial, lo cierto es que todos conformamos la más sólida línea de defensa de los derechos de las personas", sostuvo.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, recordó, ha reconocido además la obligatoriedad del mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el sentido de que todos los jueces mexicanos están obligados a realizar el llamado control de convencionalidad en materia de derechos humanos ex oficio, es decir, por el hecho mismo de ser jueces.

"Hoy, todos, como ponía énfasis, y repito, absolutamente todos, compartimos esa misión primordial, ese objetivo", aseveró.

El Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías Azar, quien también hizo uso de la voz durante la ceremonia de inauguración, llamó al activismo de los impartidores de justicia para conseguir una verdadera autonomía y libertad en su trabajo.

"Si la actividad política está desatada y se mueve rápido en el sentido que marcan sus propios intereses y sus peculiares derroteros, la actividad jurídica y judicial no puede quedarse pasmada, no podemos quedarnos en este movimiento democrático como convidados de piedra en la cita nacional para fijar rumbos y ritmos de los nuevos tiempos por venir, no es momento para encerrarnos en nuestros claustros y quedar atrás de estos muros como en otras épocas", señaló.

Azar aseguró que la actividad judicial se ha convertido en un faro orientador de la democracia, pues su intervención es esencial para que funcione la sociedad y el País.

Rolando Herrera, Reforma, 11 de noviembre.