Casi ocho de cada diez diputados eligieron ayer a Leonardo Valdés, presidente del IFE.
No hubo, pues, unanimidad como prometieron en diciembre Larios, González y Gamboa.
Y en el desmantelamiento del IFE que cometieron, los autores violaron la Carta Magna al incumplir los plazos para nombrar sustitutos.
Y González dice al aire: Sí, la violamos… y ya corregimos.
Pepe Grillo, Crónica, 8 de febrero.
¡Qué grisecita, pero efectiva para los tiempos resultó la terna para relevar al consejero presidente del IFE y a dos consejeros más!
¿Querrán hacerlo ver más democrático, que "sí podemos ponernos de acuerdo para resolver nuestras diferencias" (Feli dixit ayer)?
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 8 de febrero.
La diferencia entre un capricho y una pasión indefinida, mi estimado, radica en que el capricho dura un poco más. Humo gris salió, finalmente ayer, después de horas de negociaciones, arreglones, presiones y pactos. La simpática terna de consejeros para el tristemente célebre ife augura el principio de un ocurrente capítulo más en la historia reciente del vapuleado instituto a quien, no se le olvide, Felipe Calderón le dio el tiro de gracia.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 8 de febrero.
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