Al fin, Rudesindo Cantarell, el pescador que descubrió la mayor riqueza natural de México, los yacimientos petroleros de la sonda de Campeche, es recordado por su nombre en el patio del Senado.
Rogelio Gasca Neri, experto en energía evoca “el milagro del pescador” que influyó en la historia del país a partir de 1971. Aquel campo petrolero llamado Cantarell para glorificarlo, ha dado 13 mil millones de barriles de petróleo.
Este martes se reanudaron los debates sobre la reforma petrolera, con el tema “Destino de la renta petrolera de México”, y Gasca Neri, oyente de los otros 11 debates, ocupa hoy un lugar con los ponentes.
Entre el público, Manuel Bartlett y Porfirio Muñoz Ledo coinciden en el movimiento de defensa del petróleo, 20 años después del conflicto electoral Cárdenas-Salinas. Mucho petróleo corrió en México desde entonces.
Ocho economistas con doctarado, premios nacionales, prestigiosos brillantes, cruzan sus respuestas al tema de la renta petrolera: el resultado del costo de producir un barril de crudo menos el precio de venta.
Las fantásticas fortunas extraídas del yacimiento de Cantarell no fueron en beneficio del pescador, quien murió en la pobreza y el olvido en 1997.
Para don Gumersindo Cantarell no hubo una gota de petróleo que endulzara su vejez, y para el país entero, los miles de millones de barriles de hidrocarburo de su descubrimiento se reducen año con año. Así será hasta que a coro haya que exclamar: “láastiiimaaa!”
A los economistas les toca hablar en el patio de los políticos, constitucionalistas e ingenieros petroleros, sobre la abundancia achicada que aún le queda a la nación. Inversiones en infraestructura nacional, en Pemex y fuentes alternas de energía. Lo imposible: ahorrar, como los noruegos.
Ifigenia Martínez señala: “cuando consumimos petróleo sin reinvertirlo, estamos empobreciendo al país”; esa riqueza hay que restituirla a la nación, dice.
A su derecha, el lado opuesto de sus posiciones, Alejandro Werner, coincide: “Noruega invierte la totalidad de la renta petrolera en activos financieros, como fondos soberanos para asegurar la justicia intergeneracional, y ese fondo de ahorro suma 373 mil millones de dólares, 100% del PIB”.
En cambio, como en un juego de serpientes y escaleras, vienen años de escasez para México, pues las reservas van cayendo. Y ni modo que haya otro “milagro del pescador”.
Rogelio Gasca Neri, experto en energía evoca “el milagro del pescador” que influyó en la historia del país a partir de 1971. Aquel campo petrolero llamado Cantarell para glorificarlo, ha dado 13 mil millones de barriles de petróleo.
Este martes se reanudaron los debates sobre la reforma petrolera, con el tema “Destino de la renta petrolera de México”, y Gasca Neri, oyente de los otros 11 debates, ocupa hoy un lugar con los ponentes.
Entre el público, Manuel Bartlett y Porfirio Muñoz Ledo coinciden en el movimiento de defensa del petróleo, 20 años después del conflicto electoral Cárdenas-Salinas. Mucho petróleo corrió en México desde entonces.
Ocho economistas con doctarado, premios nacionales, prestigiosos brillantes, cruzan sus respuestas al tema de la renta petrolera: el resultado del costo de producir un barril de crudo menos el precio de venta.
Las fantásticas fortunas extraídas del yacimiento de Cantarell no fueron en beneficio del pescador, quien murió en la pobreza y el olvido en 1997.
Para don Gumersindo Cantarell no hubo una gota de petróleo que endulzara su vejez, y para el país entero, los miles de millones de barriles de hidrocarburo de su descubrimiento se reducen año con año. Así será hasta que a coro haya que exclamar: “láastiiimaaa!”
A los economistas les toca hablar en el patio de los políticos, constitucionalistas e ingenieros petroleros, sobre la abundancia achicada que aún le queda a la nación. Inversiones en infraestructura nacional, en Pemex y fuentes alternas de energía. Lo imposible: ahorrar, como los noruegos.
Ifigenia Martínez señala: “cuando consumimos petróleo sin reinvertirlo, estamos empobreciendo al país”; esa riqueza hay que restituirla a la nación, dice.
A su derecha, el lado opuesto de sus posiciones, Alejandro Werner, coincide: “Noruega invierte la totalidad de la renta petrolera en activos financieros, como fondos soberanos para asegurar la justicia intergeneracional, y ese fondo de ahorro suma 373 mil millones de dólares, 100% del PIB”.
En cambio, como en un juego de serpientes y escaleras, vienen años de escasez para México, pues las reservas van cayendo. Y ni modo que haya otro “milagro del pescador”.
Juan Arivizu, El Universal, 25 de junio.
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