Afianza Raúl su revolución

LA HABANA.- Desde que Raúl Castro asumió la Presidencia de Cuba, el pasado 24 de febrero, la Isla vive el inicio de importantes cambios económicos y políticos encaminados a lograr un modelo funcional de socialismo autóctono. Analistas locales definen esta etapa como una auténtica refundación del sistema. "Una revolución dentro de la revolución", dicen.

En sus primeros 100 días como titular del Gobierno, el General Castro ha conseguido mantener en alto las expectativas de sus electores, más de 90 por ciento de la población.

En el plano político conduce una democratización del partido único, el Comunista de Cuba (PCC), y ha revitalizado el Parlamento y los Ministerios, cuyo número reducirá a finales de año.

Además, formó un núcleo duro de siete hombres dentro del Poder Ejecutivo y partidista para agilizar la toma de decisiones y convocó para finales del próximo año el Congreso del PCC, donde se trazarán las líneas que seguirá el país por cinco años, y que ha estado postergado durante una década.

Especialistas y gente común coinciden en que Raúl está dando una respuesta "sensata y convincente" a los reclamos planteados por la ciudadanía en los debates populares que él mismo promovió siendo aún Presidente interino.

Durante las primeras semanas de su mandato, eliminó un paquete de prohibiciones sencillas de anular y que irritaban a los cubanos, como las de alojarse libremente en los hoteles, alquilar autos, abrir líneas de telefonía móvil o comprar computadoras y ciertos electrodomésticos.

Estos cambios menores -ridículos para la disidencia interna y meramente cosméticos para Washington- la gente en la calle los vive con satisfacción.

"Una cosa es que no me pueda costear esos gustos ahora y otra, muy distinta, que el Gobierno me los prohíba", respondió a REFORMA la elevadorista de un edificio de oficinas en el Vedado.

"Aunque sólo sean accesibles para personas con altos ingresos, lo importante es el respeto a algunos derechos de los cubanos", opina Pedro Campos, un historiador que, desde La Habana, se ha convertido en activo polemista a través de internet.

En estos tres meses también se han incrementado las pensiones 20 por ciento y 55 por ciento los salarios de jueces y fiscales.

Además, en una resolución sin precedentes, con la que termina casi medio siglo de igualitarismo, fueron eliminados los topes salariales en los sectores productivos para que gane más quien más produce.

"Esta resolución de carácter salarial tiene implicaciones ideológicas", declaró Salvador Valdés, el secretario general del Sindicato Unico Central de Trabajadores de Cuba.

"El salario, en defecto o demasía, tiene un efecto en la conciencia de las personas. O las motivas, o las desmovilizas. No podemos sustituir el papel y función del salario con exhortaciones u otras vías no efectivas. Hay que pagarles a los trabajadores porque es lo que les resuelve sus necesidades", opinó el líder sindical.

De momento, tener dinero ha dejado de estar mal visto en Cuba si responde a ingresos legales. Las consecuencias en una sociedad desacostumbrada a las diferencias sociales están por verse.




Una cuestión estratégica


"¿Sabe usted cuánto nos cuesta importar una tonelada de frijoles colorados? Unos mil 260 dólares. ¿Sabe usted cuánto nos cuesta importar una tonelada de pollos? Más de mil dólares".

Con estas frases usadas al estilo de spots comerciales, el programa matutino "Haciendo Radio", el de mayor audiencia nacional, recuerda que aumentar la producción alimentaria es un asunto estratégico para el país.

Cuba importa 82 por ciento de la comida que consume, subvencionada, en parte, por el Estado. Según fuentes oficiales este año el país gastará mil 900 millones de dólares -casi 400 más que en 2007- para comprar 20 por ciento menos que el año pasado, debido al alza de los precios internacionales.

Para agilizar el desarrollo del sector agropecuario, Raúl Castro ha descentralizado la toma de decisiones a escala municipal, y puso en marcha la entrega de tierras ociosas para cultivos y pastos. Además, se autorizó la venta de aperos de labranza a los campesinos.

En abril, durante el sexto pleno del Comité Central del PCC, el Mandatario cubano calificó la cuestión alimentaria como un tema de seguridad nacional.

"Las autoridades están conscientes de la desestabilización social que puede desatar la falta de comida. Nuestra reserva de estoicismo está casi agotada después de la crisis que vivimos en los 90", opinó un ingeniero agrónomo recordando los años duros del periodo especial tras la desaparición de la URSS.

Los dirigentes no apelan ya a la conciencia revolucionaria de los agricultores; ahora el Estado cumple puntualmente con los pagos y la prensa oficial cita testimonios de cubanos que dicen: "si la tierra enriquece a quienes la trabajan, que abunden los ricos que sudan la camisa".

En esta línea se ensayó con la producción de leche. El aumento del pago estatal a 2.54 pesos cubanos (10 centavos de dólar) el litro ha logrado que en menos de un año los territorios provinciales se auto abastezcan.

"Aquí nos sobra y mandamos el excedente a la industria láctea", dijo a REFORMA el propietario de una finca en régimen de cooperativa en la localidad de Quivicán, a unos 60 kilómetros al sur de la capital.

"Tenemos que lograr, de verdad, un salto cualitativo y cuantitativo en la producción de alimentos, un salto de esos que se recuerdan toda la vida", abundó hace unos días el presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, a los 30 miembros de la recién constituida Comisión Agroalimentaria del Parlamento, calificada por el líder del Legislativo como "la niña de los ojos" de la Asamblea Nacional.

Juan Triana, del Centro de Estudios de la Economía Cubana, opina que la descapitalización del sector y la emigración de los campesinos hacia las ciudades, obligan a contemplar la modernización del agro cubano como componente fundamental para su revitalización.

Para ello, según este académico, hace falta una inyección de capital superior a la que puede ofrecer el Estado, y sugiere la inversión extranjera para renovar los viejos tractores soviéticos, incorporar nuevas tecnologías y estimular el regreso de las familias al campo con mejores condiciones de vida.

Pero muchas cosas siguen aún en estudio y no todos los especialistas comparten criterios. El presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, Orlando Lugo, no cree que haya posibilidades de que se abra la participación foránea a corto plazo.

"Tenemos que ir agotando todas nuestras posibilidades", dijo hace pocos días a la prensa.

Entre los complicados retos que le esperan a Raúl Castro, tal vez el mayor sea mantener el consenso logrado para sanear la economía doméstica y poder eliminar la doble moneda, un tema que en estos días está siendo estudiado desde las bases por el PCC, su organización juvenil y la federación sindical.

Otras asignaturas pendientes como la de liberar la compra y venta de autos, pueden ser anunciadas pronto. Y la súper esperada flexibilización de la ley migratoria se mantiene como un compromiso firme de este Gobierno, según confirmó el Canciller, Felipe Pérez Roque, en una reunión con residentes en el exterior celebrada hace un mes en La Habana.

El Presidente cubano sabe que su tiempo no es infinito y que no puede defraudar el respaldo mayoritario que recibió en las urnas. Por ello ha dejado bien claro en sus dos únicos discursos desde que asumió la Presidencia del Gobierno, que el objetivo principal de todas las reformas no es otro que satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales como espirituales.




Escépticos y decepcionados


Muchos capitalinos perciben al actual Mandatario como un buen administrador que está apegado a la realidad. Pero también están los escépticos que necesitan ver para creer.

Las medidas tomadas hasta ahora son insuficientes para resolver los graves problemas de un sistema estatizado al 90 por ciento e inoperante en términos económicos, que a su juicio pide a gritos la inclusión de la iniciativa privada y el impulso a las pequeñas empresas familiares.

Tampoco es difícil encontrar desencantados que no esperan absolutamente nada del sucesor de Fidel.

La decepción por la lentitud con que ha iniciado el proceso de reformas es evidente entre los jóvenes, pero se da en todas las edades, incluidas las cercanas a la jubilación, que es de 60 años para las mujeres y de 65 para los hombres.

"Estoy cansada de escuchar lo que conseguiremos si nos sacrificamos 10 años más. Tengo 58, gasté toda mi vida laboral en esta revolución, está bueno ya. El socialismo como sistema económico es inviable", sostuvo una socióloga capitalina.

Los cubanos hoy expresan en público opiniones que antes no salían de los círculos privados y, sin salir de La Habana, hay para todos los gustos.

"Me da igual el sistema, lo que yo quiero es irme a explorar qué posibilidades tengo fuera de mi país y poder regresar luego, normal, sin lío", admitió un estudiante de tercer año de Historia.

En la Oposición al Gobierno, el grupo de las Damas de Blanco o líderes disidentes enfrentados, como Osvaldo Payá y Martha Beatriz Roque, denuncian mayor represión de la Seguridad del Estado desde que Raúl está en el poder, y consideran que ningún cambio destacable se hará en Cuba mientras haya un Castro al frente de un partido único y del Gobierno nacional.



1 ABRIL. La Habana permitió el consumo de algunos bienes prohibidos, entre ellos los televisores.

· Motocicletas y electrodomésticos se empezaron a vender también. Las filas para adquirirlos fueron enormes.


14 ABRIL. El Gobierno abrió las restricciones sobre la venta de celulares tras años de limitar su uso.


2 MAYO. Finalmente, las computadoras, muy esperadas por los isleños, empezaron a venderse.

Yolanda Martínez, corresponsal, 1º de junio.


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