LA HABANA.- En los tres meses de Gobierno de Raúl, el ex Presidente Fidel Castro ha ido renunciando al protagonismo político, pasando a ser el consejero en la sombra. Retirado de la vida pública desde que enfermó en julio de 2006, el líder cubano, de 81 años, no se ha dejado ver ni en fotos desde que su hermano lo sucedió como Jefe de Estado. Tampoco trascienden detalles de su quehacer diario ni de las visitas que recibe.
Sólo se sabe que obedece a sus médicos, y que dedica mucho tiempo a leer y a escribir. Funcionarios aseguran que trabaja en un libro autobiográfico en el que trata de contar sus memorias de casi medio siglo al frente del país. Cada vez más distanciadas, publica en la prensa local reflexiones que tratan, sobre todo, asuntos internacionales y de medio ambiente.
En la calle, Fidel Castro no es tema de conversación, aunque la mayoría de los cubanos expresa respeto cuando son cuestionados sobre el único líder que han conocido.
De vez en cuando, desde la autoridad que conserva, opina en sus artículos sobre temas internos, como la destitución, en abril, del Ministro Luis Ignacio Gómez, a quien él nombró hace 18 años; los riesgos de un consumo desmedido u otras incertidumbres que se abren para Cuba ante los cambios promovidos por el actual Mandatario.
Pero la opinión más extendida en la Isla es que el líder de la Revolución respaldará a Raúl por encima de cualquier discrepancia. Nunca habrá fisuras entre ambos hermanos, dicen. Fidel sabe que está en juego el futuro de una revolución a la que ha entregado su vida entera.
Sólo se sabe que obedece a sus médicos, y que dedica mucho tiempo a leer y a escribir. Funcionarios aseguran que trabaja en un libro autobiográfico en el que trata de contar sus memorias de casi medio siglo al frente del país. Cada vez más distanciadas, publica en la prensa local reflexiones que tratan, sobre todo, asuntos internacionales y de medio ambiente.
En la calle, Fidel Castro no es tema de conversación, aunque la mayoría de los cubanos expresa respeto cuando son cuestionados sobre el único líder que han conocido.
De vez en cuando, desde la autoridad que conserva, opina en sus artículos sobre temas internos, como la destitución, en abril, del Ministro Luis Ignacio Gómez, a quien él nombró hace 18 años; los riesgos de un consumo desmedido u otras incertidumbres que se abren para Cuba ante los cambios promovidos por el actual Mandatario.
Pero la opinión más extendida en la Isla es que el líder de la Revolución respaldará a Raúl por encima de cualquier discrepancia. Nunca habrá fisuras entre ambos hermanos, dicen. Fidel sabe que está en juego el futuro de una revolución a la que ha entregado su vida entera.
Yolanda Martínez, corresponsal, Reforma, 1º de junio.
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