NUEVO LAREDO,Tamps.— Ya era de noche cuando Miguel Alejandro, un joven indocumentado de 17 años, caminaba por las solitarias calles de Arlington, Texas, lo que hacía desde hace 10 años por ser la ruta de la escuela a su casa, cuando en forma sorpresiva lo abordaron varios agentes de la Patrulla Fronteriza, los que luego de solicitarle documentos que no tenía, lo detuvieron para deportarlo el lunes 26 de mayo.
Miguel ya había acudido a la primaria y a la secundaria en la ciudad texana, y cursaba el décimo grado en un plantel de educación media, cuando de pronto su vida cambió, porque fue deportado y arrancado de su hogar, donde su madre es trabajadora indocumentada.
“Hace 10 años crucé el río junto con mi madre y nos instalamos en Arlington, pero nunca pensé que me iban a deportar”, se lamenta este joven originario de Chihuahua, a donde irá con unos familiares que apenas recuerda.
A pesar de edad, Miguel es un joven alto y robusto, y narra que “la vigilancia en Arlington se fortaleció, ya que aumentaron los rondines de la Patrulla Fronteriza, y detienen a personas con tipo de mexicanos, y como muchos no tenemos papeles, nos deportan”, explica.
Ese mismo día fue deportada Jazmín Alejandra, joven de 14 años, que aunque no conoce a Miguel, compartieron la misma experiencia durante algunas horas, antes de ser deportada por esta frontera, y entregada al Instituto Nacional de Migración, instancia que los llevarán al Sistema DIF para entregarlos a sus familias.
Ella es de La Piedad, Michoacán, y cruzó el río Bravo tras pagarle a un coyote para que junto con otra persona, los dejara en una casa de seguridad en Laredo, Texas, de donde la llevarían hasta Arkansas, en donde pensaba estudiar.
“El coyote me cruzó por el río. Iba con un cuñado mío, pero a él lo arrestaron y lo encerraron, y a mi me deportaron”.
Tímida y de voz apenas audible, quizás por la experiencia de haber sido detenida, deportada y quedar sola, explica que regresará a Michoacán, “pero tuve mucho miedo, porque el señor fue detenido y yo no sabía a donde me iban a llevar”, relata.
Aumenta patrullaje
La detención de menores indocumentados se incrementó en los últimos meses, y más aún, desde que en el sector Laredo de la Patrulla Fronteriza, entró en vigor en agosto del año pasado el programa Stream Line, cuyo objetivo es detener a la mayor cantidad de indocumentados que sean localizados en las calles, centros de trabajo o los campos agrícolas de Texas.
Miguel ya había acudido a la primaria y a la secundaria en la ciudad texana, y cursaba el décimo grado en un plantel de educación media, cuando de pronto su vida cambió, porque fue deportado y arrancado de su hogar, donde su madre es trabajadora indocumentada.
“Hace 10 años crucé el río junto con mi madre y nos instalamos en Arlington, pero nunca pensé que me iban a deportar”, se lamenta este joven originario de Chihuahua, a donde irá con unos familiares que apenas recuerda.
A pesar de edad, Miguel es un joven alto y robusto, y narra que “la vigilancia en Arlington se fortaleció, ya que aumentaron los rondines de la Patrulla Fronteriza, y detienen a personas con tipo de mexicanos, y como muchos no tenemos papeles, nos deportan”, explica.
Ese mismo día fue deportada Jazmín Alejandra, joven de 14 años, que aunque no conoce a Miguel, compartieron la misma experiencia durante algunas horas, antes de ser deportada por esta frontera, y entregada al Instituto Nacional de Migración, instancia que los llevarán al Sistema DIF para entregarlos a sus familias.
Ella es de La Piedad, Michoacán, y cruzó el río Bravo tras pagarle a un coyote para que junto con otra persona, los dejara en una casa de seguridad en Laredo, Texas, de donde la llevarían hasta Arkansas, en donde pensaba estudiar.
“El coyote me cruzó por el río. Iba con un cuñado mío, pero a él lo arrestaron y lo encerraron, y a mi me deportaron”.
Tímida y de voz apenas audible, quizás por la experiencia de haber sido detenida, deportada y quedar sola, explica que regresará a Michoacán, “pero tuve mucho miedo, porque el señor fue detenido y yo no sabía a donde me iban a llevar”, relata.
Aumenta patrullaje
La detención de menores indocumentados se incrementó en los últimos meses, y más aún, desde que en el sector Laredo de la Patrulla Fronteriza, entró en vigor en agosto del año pasado el programa Stream Line, cuyo objetivo es detener a la mayor cantidad de indocumentados que sean localizados en las calles, centros de trabajo o los campos agrícolas de Texas.
Gastón Monge, El Universal, 7 de junio.
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