El pedido del presidente venezolano Hugo Chávez a la cúpula de las FARC para que entregue en forma inmediata e incondicional a todos los rehenes sacudió a la sociedad colombiana, mientras militares en este país dijeron haber localizado en el departamento de Guavire (sureste) el campamento donde se encontraban hace algunos días tres rehenes estadunidenses, secuestrados desde 2003.
La revelación la hizo ayer el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, que no precisó la fecha del contacto con los secuestrados.
“Hemos tenido una información muy cierta sobre la ubicación de los cabecillas, los secuestrados y los campamentos. Nuestra gente vio bañándose en el río a los tres estadunidenses, inclusive los escucharon hablando en inglés”, precisó Santos a la radio RCN de Bogotá.
Los rehenes Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves fueron observados desde la orilla opuesta del río Apaporis en algún lugar de Guaviare. Santos explicó que las tropas no intentaron rescatarlos al no ser posible organizar una acción garantizando su vida.
Los estadunidenses, contratistas del Pentágono, fueron plagiados por las FARC durante un vuelo de tareas contra el narcotráfico en el sureño departamento de Caquetá y su avión fue derribado por los rebeldes.
En tanto, el llamado hecho el domingo por Hugo Chávez a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para que liberen sin condiciones a los rehenes, alentó a familiares de estos y al gobierno de Bogotá.Un ex rehén, Luis Pérez, aseguró ayer que las FARC reanudarán en breve las liberaciones unilaterales, interrumpidas tras el ataque en marzo que dio muerte al número dos de las FARC, Raúl Reyes, en el norte de Ecuador.
El fin de semana también el periodista comunista Carlos Lozano y el ex candidato presidencial Álvaro Leyva, autorizados por el presidente Álvaro Uribe para gestionar las liberaciones, dijeron que reactivaron contactos con el nuevo líder de las FARC, Alfonso Cano, a quien Chávez le pidió el domingo sin condiciones a los cautivos. Dijo Chávez que “la guerra de guerrillas pasó a la historia”.
El ministro de Defensa Santos, habitual detractor de Chávez, saludó la idea pero confió en que se traduzca en hechos palpables. También mostraron optimismo la Iglesia católica local, la Federación Internacional de comités por la liberación de Ingrid Betancourt, el presidente de Perú, Alan García –quien dijo que Chávez “no es el demonio feroz que pintan algunos”–, y el vocero del Departamento de Estado de EU, Sean McCormack, quien calificó el pedido de “buenas palabras”.
En tanto, uno de los jefes de las FARC, alias Iván Márquez, afirmó en un escrito publicado ayer por la Agencia Boliviariana de Prensa que el presidente Uribe pretende “asesinar” a Chávez y a su par de Ecuador, Rafael Correa a través del DAS, “que es la CIA en Colombia”, infiltrando para ello a “más de 100 paramilitares”. Añadió que “el DAS está preparando varios grupos de sicarios para enviarlos a Ecuador a asesinar a Correa en coordinación con un general (retirado) ecuatoriano, de apellido Aguas”.
En otro orden, el presidente Uribe negó haber sobornado a una ex diputada para que votara en el Congreso en pro de una reforma que autorizó su reelección en 2006. En un comunicado, Uribe, quien es investigado por ese caso en la Cámara de Representantes, dijo que la ex legisladora Yidis Medina “nunca” le pidió cargos a cambio de su voto.
Calderón también celebra
(Ciudad de México•EFE)
• El presidente de México, Felipe Calderón, se sumó ayer a la petición expresada por su par, Hugo Chávez, de que las FARC liberen a todos los secuestrados y dejen definitivamente las armas. “Esa es la exigencia correcta que se debe hacer a las FARC en el mundo”, expresó Calderón en una cita con corresponsales españoles.
México “exhorta y exige que liberen sin condiciones a todos los secuestrados, que dejen el camino de la violencia y que se posibilite una participación política pacífica que dé más frutos”, afirmó.
Añadió que la experiencia en Latinoamérica es que “décadas de lucha guerrillera nunca rindieron los resultados de acceso al gobierno que da la participación democrática” y “son muchos los sectores de izquierda que llegaron más rápido al gobierno sin pegar un solo tiro por la vía democrática”.
La revelación la hizo ayer el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, que no precisó la fecha del contacto con los secuestrados.
“Hemos tenido una información muy cierta sobre la ubicación de los cabecillas, los secuestrados y los campamentos. Nuestra gente vio bañándose en el río a los tres estadunidenses, inclusive los escucharon hablando en inglés”, precisó Santos a la radio RCN de Bogotá.
Los rehenes Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves fueron observados desde la orilla opuesta del río Apaporis en algún lugar de Guaviare. Santos explicó que las tropas no intentaron rescatarlos al no ser posible organizar una acción garantizando su vida.
Los estadunidenses, contratistas del Pentágono, fueron plagiados por las FARC durante un vuelo de tareas contra el narcotráfico en el sureño departamento de Caquetá y su avión fue derribado por los rebeldes.
En tanto, el llamado hecho el domingo por Hugo Chávez a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para que liberen sin condiciones a los rehenes, alentó a familiares de estos y al gobierno de Bogotá.Un ex rehén, Luis Pérez, aseguró ayer que las FARC reanudarán en breve las liberaciones unilaterales, interrumpidas tras el ataque en marzo que dio muerte al número dos de las FARC, Raúl Reyes, en el norte de Ecuador.
El fin de semana también el periodista comunista Carlos Lozano y el ex candidato presidencial Álvaro Leyva, autorizados por el presidente Álvaro Uribe para gestionar las liberaciones, dijeron que reactivaron contactos con el nuevo líder de las FARC, Alfonso Cano, a quien Chávez le pidió el domingo sin condiciones a los cautivos. Dijo Chávez que “la guerra de guerrillas pasó a la historia”.
El ministro de Defensa Santos, habitual detractor de Chávez, saludó la idea pero confió en que se traduzca en hechos palpables. También mostraron optimismo la Iglesia católica local, la Federación Internacional de comités por la liberación de Ingrid Betancourt, el presidente de Perú, Alan García –quien dijo que Chávez “no es el demonio feroz que pintan algunos”–, y el vocero del Departamento de Estado de EU, Sean McCormack, quien calificó el pedido de “buenas palabras”.
En tanto, uno de los jefes de las FARC, alias Iván Márquez, afirmó en un escrito publicado ayer por la Agencia Boliviariana de Prensa que el presidente Uribe pretende “asesinar” a Chávez y a su par de Ecuador, Rafael Correa a través del DAS, “que es la CIA en Colombia”, infiltrando para ello a “más de 100 paramilitares”. Añadió que “el DAS está preparando varios grupos de sicarios para enviarlos a Ecuador a asesinar a Correa en coordinación con un general (retirado) ecuatoriano, de apellido Aguas”.
En otro orden, el presidente Uribe negó haber sobornado a una ex diputada para que votara en el Congreso en pro de una reforma que autorizó su reelección en 2006. En un comunicado, Uribe, quien es investigado por ese caso en la Cámara de Representantes, dijo que la ex legisladora Yidis Medina “nunca” le pidió cargos a cambio de su voto.
Calderón también celebra
(Ciudad de México•EFE)
• El presidente de México, Felipe Calderón, se sumó ayer a la petición expresada por su par, Hugo Chávez, de que las FARC liberen a todos los secuestrados y dejen definitivamente las armas. “Esa es la exigencia correcta que se debe hacer a las FARC en el mundo”, expresó Calderón en una cita con corresponsales españoles.
México “exhorta y exige que liberen sin condiciones a todos los secuestrados, que dejen el camino de la violencia y que se posibilite una participación política pacífica que dé más frutos”, afirmó.
Añadió que la experiencia en Latinoamérica es que “décadas de lucha guerrillera nunca rindieron los resultados de acceso al gobierno que da la participación democrática” y “son muchos los sectores de izquierda que llegaron más rápido al gobierno sin pegar un solo tiro por la vía democrática”.
Agencias en Bogotá, Milenio, 10 de junio.
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