Aunque el gobierno cubano no ha dado cifras, fuentes estadunidenses consideran que este año han sido interceptados 3 mil 197 ilegales, “la mayor cifra desde la crisis de los balseros en 1994”.
Informes procedentes de México y Florida dan cuenta de un “incremento” del número de indocumentados isleños que tratan de llegar a Estados Unidos, “buscando mejores condiciones de vida y amparados por los privilegios migratorios de que disfrutan los cubanos”.
El miércoles 18 de junio, el Instituto Nacional de Migración de México estimó en mil 296 los indocumentados cubanos que esperan para ser devueltos a la isla desde ese territorio, cifra sin precedentes en relación con años anteriores.
La semana pasada, en esta nueva oleada de emigración ilegal, dos inmigrantes murieron, entre ellos un niño de 11 años, en una frustrada operación de tráfico que dejó además dos heridos, uno de ellos grave, como informó el diario oficial Granma, el cual responsabilizó del hecho al gobierno de Estados Unidos.
Según varios implicados, un niño de 11 años, 14 hombres y tres mujeres fueron conducidos en una precaria embarcación de madera hasta 26 km de la costa, donde serían recogidos por una lancha rápida. Pero al ser sorprendidos por las Tropas Guardafronteras, los traficantes embistieron al bote, que se hundió.
“Yo lo tenía a mi lado cuando la Cigarreta nos partió para arriba y viró la embarcación. El salvavidas cayó por un lado y el niño fue arrancado de mis brazos. No lo volví a ver”, narró Vivian Sánchez, madre del menor muerto.
Los traficantes habrían cobrado en EU 10 mil dólares a familiares por el traslado ilegal de cada persona hacia ese país.
Cuba y EU mantienen un acuerdo migratorio desde 1994, que compromete a Washington a otorgar 20 mil visas anuales y repatriar a los ilegales interceptados en altamar. La Habana, a su vez, debe evitar por métodos persuasivos la emigración ilegal y reinsertar socialmente a los devueltos por Washington.
Pero muchas personas optan por emigrar ilegalmente por no recibir visa de las autoridades de EU o por no tener permiso de salida o eludir los requisitos burocráticos cubanos.
A mediados de 1994, tras varios años de un continuo incremento en el número de balseros cubanos que eran rescatados por los barcos de los Guardacostas de EU en el Estrecho de Florida, el surgimiento de dramáticas y no convencionales salidas ilegales de Cuba se hicieron comunes.
El 13 de agosto de 1994, en medio de una severa crisis económica el presidente Fidel Castro levantó las restricciones para salir de Cuba desde la costa, propiciando un éxodo masivo hacia EU. Un total de 32 mil 362 cubanos fueron interceptados en alta mar y llevados a la base militar de EU en Guantánamo, cuya población de refugiados creció a casi 50 mil entonces.
Contra las agencias de noticias
En tanto, por tercer día consecutivo, el convaleciente ex presidente Fidel Castro volvió a polemizar ayer, esta vez con “mis amigas, las agencias” internacionales de noticias, y en forma enigmática advirtió que “tal vez en los próximos días dedique a otras actividades” el tiempo que ahora emplea en escribir.
Castro lamentó en su tercer artículo en 72 horas que agencias de noticias radicadas en La Habana no destacaran sus apuntes sobre recientes elogios de la UNESCO al sistema cubano de educación pública y que calificaran de “diatriba” su rechazo a las decisiones de la Unión Europea de levantar sus sanciones políticas a la isla.
Fidel calificó de “hipócrita” la decisión europea, pese a que en Cuba tanto fidelistas como opositores la consideraron “favorable” al gobierno local.
Su postura dio pie a nuevas especulaciones sobre una supuesta “división” en la cúpula del país. Pero cubanos de a pie dijeron a este diario que “ellos tendrán sus cosas, pero al final son hermanos y se entienden”.
“Aquí el asunto verdaderamente duro es que el tiempo pasa y los problemas siguen, por eso tanta gente se va del país”, dijeron algunos isleños.
Informes procedentes de México y Florida dan cuenta de un “incremento” del número de indocumentados isleños que tratan de llegar a Estados Unidos, “buscando mejores condiciones de vida y amparados por los privilegios migratorios de que disfrutan los cubanos”.
El miércoles 18 de junio, el Instituto Nacional de Migración de México estimó en mil 296 los indocumentados cubanos que esperan para ser devueltos a la isla desde ese territorio, cifra sin precedentes en relación con años anteriores.
La semana pasada, en esta nueva oleada de emigración ilegal, dos inmigrantes murieron, entre ellos un niño de 11 años, en una frustrada operación de tráfico que dejó además dos heridos, uno de ellos grave, como informó el diario oficial Granma, el cual responsabilizó del hecho al gobierno de Estados Unidos.
Según varios implicados, un niño de 11 años, 14 hombres y tres mujeres fueron conducidos en una precaria embarcación de madera hasta 26 km de la costa, donde serían recogidos por una lancha rápida. Pero al ser sorprendidos por las Tropas Guardafronteras, los traficantes embistieron al bote, que se hundió.
“Yo lo tenía a mi lado cuando la Cigarreta nos partió para arriba y viró la embarcación. El salvavidas cayó por un lado y el niño fue arrancado de mis brazos. No lo volví a ver”, narró Vivian Sánchez, madre del menor muerto.
Los traficantes habrían cobrado en EU 10 mil dólares a familiares por el traslado ilegal de cada persona hacia ese país.
Cuba y EU mantienen un acuerdo migratorio desde 1994, que compromete a Washington a otorgar 20 mil visas anuales y repatriar a los ilegales interceptados en altamar. La Habana, a su vez, debe evitar por métodos persuasivos la emigración ilegal y reinsertar socialmente a los devueltos por Washington.
Pero muchas personas optan por emigrar ilegalmente por no recibir visa de las autoridades de EU o por no tener permiso de salida o eludir los requisitos burocráticos cubanos.
A mediados de 1994, tras varios años de un continuo incremento en el número de balseros cubanos que eran rescatados por los barcos de los Guardacostas de EU en el Estrecho de Florida, el surgimiento de dramáticas y no convencionales salidas ilegales de Cuba se hicieron comunes.
El 13 de agosto de 1994, en medio de una severa crisis económica el presidente Fidel Castro levantó las restricciones para salir de Cuba desde la costa, propiciando un éxodo masivo hacia EU. Un total de 32 mil 362 cubanos fueron interceptados en alta mar y llevados a la base militar de EU en Guantánamo, cuya población de refugiados creció a casi 50 mil entonces.
Contra las agencias de noticias
En tanto, por tercer día consecutivo, el convaleciente ex presidente Fidel Castro volvió a polemizar ayer, esta vez con “mis amigas, las agencias” internacionales de noticias, y en forma enigmática advirtió que “tal vez en los próximos días dedique a otras actividades” el tiempo que ahora emplea en escribir.
Castro lamentó en su tercer artículo en 72 horas que agencias de noticias radicadas en La Habana no destacaran sus apuntes sobre recientes elogios de la UNESCO al sistema cubano de educación pública y que calificaran de “diatriba” su rechazo a las decisiones de la Unión Europea de levantar sus sanciones políticas a la isla.
Fidel calificó de “hipócrita” la decisión europea, pese a que en Cuba tanto fidelistas como opositores la consideraron “favorable” al gobierno local.
Su postura dio pie a nuevas especulaciones sobre una supuesta “división” en la cúpula del país. Pero cubanos de a pie dijeron a este diario que “ellos tendrán sus cosas, pero al final son hermanos y se entienden”.
“Aquí el asunto verdaderamente duro es que el tiempo pasa y los problemas siguen, por eso tanta gente se va del país”, dijeron algunos isleños.
Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 24 de junio.
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