La secretaria de Energía, Georgina Kessel Martínez, descartó que exista un “plan B” para encausar la reforma energética, pues confió en la responsabilidad de los legisladores para lograr la aprobación.
Consideró que son las instituciones que el sistema democrático ha construido donde los mexicanos pueden discutir, analizar y debatir las iniciativas de reforma al sector de los hidrocarburos.
Apuntó que, en una democracia representativa, los mexicanos tomaron la decisión en 2006 al elegir a los responsables de crear y modificar las leyes de cualquier tema de la vida nacional.
Por lo anterior, Kessel descartó que fuera necesario realizar una consulta pública para definir el rumbo de la reforma energética, toda vez que se analiza de manera abierta y plural en los foros convocados por el Senado de la República.
Urgió a que una vez concluidas las mesas de análisis “podamos llegar a los acuerdos que necesita el país en materia de hidrocarburos y no postergar una decisión en la que está en juego la seguridad energética”.
Por su parte, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jesús Reyes Heroles, consideró “un poco incomprensible” que en una democracia representativa se plantee acudir a una consulta pública para resolver el futuro de la reforma.
“Me sorprende y me preocupa un poco porque no quisiera que se convierta en otra medida dilatoria que nos distraiga del asunto central que es discutir una reforma integral para una problemática muy seria que está enfrentado Petróleos Mexicanos”, abundó el director de la paraestatal.
Desde la perspectiva de Pemex, agregó, los mecanismos de consulta en los países donde es permitido se restringen a temas de completa comprensión de la ciudadanía.
En tanto, la secretaría de Energía, Georgina Kessel, reiteró la constitucionalidad de las iniciativas propuestas por el Ejecutivo federal, toda vez que el Legislativo tiene la facultad expresa en la Carta Magna de reglamentar la explotación de hidrocarburos.
Aseguró que la reforma no es propiedad de nadie, por lo que no será éxito o derrota de nadie.
Con el apremio de restituir el petróleo que se explota, Kessel aseguró que “no se trata de anteponer la exploración en aguas profundas a campos maduros, ni de Chicontepec a los yacimientos de las cuencas del sureste”.
Refirió que seguir retrasando la toma de decisiones arroja pérdidas en producción, en lo que va del año, de 500 mil barriles de petróleo al día.
De continuar esta tendencia en el año 2015 el petróleo sería insuficiente para atender el consumo del país, aseguró.
Finalmente, Reyes Heroles reconoció que la participación de la inversión privada para ampliar la capacidad de ejecución en ductos y almacenamiento de hidrocarburos se da bajo un esquema “bastante complicado, especial, sui géneris”, porque no hay una reforma constitucional.
Consideró que son las instituciones que el sistema democrático ha construido donde los mexicanos pueden discutir, analizar y debatir las iniciativas de reforma al sector de los hidrocarburos.
Apuntó que, en una democracia representativa, los mexicanos tomaron la decisión en 2006 al elegir a los responsables de crear y modificar las leyes de cualquier tema de la vida nacional.
Por lo anterior, Kessel descartó que fuera necesario realizar una consulta pública para definir el rumbo de la reforma energética, toda vez que se analiza de manera abierta y plural en los foros convocados por el Senado de la República.
Urgió a que una vez concluidas las mesas de análisis “podamos llegar a los acuerdos que necesita el país en materia de hidrocarburos y no postergar una decisión en la que está en juego la seguridad energética”.
Por su parte, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jesús Reyes Heroles, consideró “un poco incomprensible” que en una democracia representativa se plantee acudir a una consulta pública para resolver el futuro de la reforma.
“Me sorprende y me preocupa un poco porque no quisiera que se convierta en otra medida dilatoria que nos distraiga del asunto central que es discutir una reforma integral para una problemática muy seria que está enfrentado Petróleos Mexicanos”, abundó el director de la paraestatal.
Desde la perspectiva de Pemex, agregó, los mecanismos de consulta en los países donde es permitido se restringen a temas de completa comprensión de la ciudadanía.
En tanto, la secretaría de Energía, Georgina Kessel, reiteró la constitucionalidad de las iniciativas propuestas por el Ejecutivo federal, toda vez que el Legislativo tiene la facultad expresa en la Carta Magna de reglamentar la explotación de hidrocarburos.
Aseguró que la reforma no es propiedad de nadie, por lo que no será éxito o derrota de nadie.
Con el apremio de restituir el petróleo que se explota, Kessel aseguró que “no se trata de anteponer la exploración en aguas profundas a campos maduros, ni de Chicontepec a los yacimientos de las cuencas del sureste”.
Refirió que seguir retrasando la toma de decisiones arroja pérdidas en producción, en lo que va del año, de 500 mil barriles de petróleo al día.
De continuar esta tendencia en el año 2015 el petróleo sería insuficiente para atender el consumo del país, aseguró.
Finalmente, Reyes Heroles reconoció que la participación de la inversión privada para ampliar la capacidad de ejecución en ductos y almacenamiento de hidrocarburos se da bajo un esquema “bastante complicado, especial, sui géneris”, porque no hay una reforma constitucional.
Humberto Niño de Haro, El Universal, 5 de junio.
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