Finalmente una interparlamentaria México-Estados Unidos rebasó el espacio enunciativo y logró un acuerdo para desempolvar el tema migratorio.
Ayer, horas después de ser inaugurada la 47 Reunión Interparlamentaria, legisladores mexicanos y estadunidenses determinaron crear una Comisión Binacional para tratar el tema migratorio, con atención prioritaria a derechos humanos y deportaciones.
El acuerdo, empero, entrará en un impasse de por lo menos un año para prosperar en una reforma migratoria, debido a que los congresistas estadunidenses plantearon el adverso clima político que priva en su país ante la sucesión presidencial.
Incluso el representante republicano por California, Brian Bilbray, informó que hay consenso de que dicha reforma no se realizará de manera integral en por lo menos un año, pero es pertinente la creación del grupo de cooperación binacional, para abordar el tema.
A su vez, el diputado federal priista, Edmundo Ramírez, ponderó esa condición pero aludió a la urgencia de lograr un convenio para retomar el tema, frente a la grave situación que priva en la frontera México-Estados Unidos, donde en lo que va del año han muerto 270 mexicanos en el intento de cruzarla en busca de mejores oportunidades de trabajo y, sobre todo, de vida.
Recordó, además, que el fenómeno de la deportación ha desintegrado a 650 mil hogares. Cien mil niños han quedado abandonados en territorio estadunidense, a consecuencia de que 300 mil mexicanos indocumentados han sido deportados sólo en el periodo enero-mayo de 2008.
En conferencia de prensa conjunta con legisladores de Estados Unidos, Edmundo Ramírez Martínez, secretario de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, insistió en que el tema migratorio es un asunto de absoluta prioridad para ambas naciones.
En tanto, legisladores de Estados Unidos explicaron que una vez que se sepa quién es el sucesor de George W. Bush, es decir, concluida la elección presidencial, se definirá la nueva política estadunidense en torno del problema migratorio.
El senador Christopher Dodd indicó que los trabajadores que han violado las leyes de EU tienen que enfrentar las sanciones, pero aceptó que no se puede deportar a 12 millones de personas, por lo que brindó su respaldo a un nueva conformación de ciudadanía que permita el respeto de las familias.
Así, los legisladores de México y Estados Unidos convinieron en que la reforma migratoria podría alcanzarse hasta el próximo año, de manera tal, que se garantice la legalidad jurídica migratoria de los 12 millones de mexicanos indocumentados que viven en la Unión Americana.
Al respecto, Brian Bilbray pidió tener cuidado, ya que la emisión de visas no puede ser tan laxa como para beneficiar a indocumentados que cumplan un programa de empleo laboral y a sus familias porque, adujo. tras la tragedia del 11 de septiembre 2001 se supo que entre los migrantes que viajan en los aviones que estrellaron en las Torres Gemelas, se encontraban personas afines al grupo criminal que planeó la tragedia, y portaban documentos de identidad falsos.
En este tenor, legisladores de ambas naciones se pronunciaron por encauzar el diálogo hacia la construcción de un Programa de Trabajo Temporal para los migrantes mexicanos, para lo cual se requiere de la participación de las empresas agrícolas que puedan transformar el estatus laboral de los connacionales.
El acuerdo se logró en la mesa denominada: México y Estados Unidos ante el fenómeno migratorio y sus consecuencias.
Las dos delegaciones manifestaron su intención de dar seguimiento al respeto de los derechos humanos de los trabajadores migrantes, tanto en Estados Unidos como en México.
Ayer, horas después de ser inaugurada la 47 Reunión Interparlamentaria, legisladores mexicanos y estadunidenses determinaron crear una Comisión Binacional para tratar el tema migratorio, con atención prioritaria a derechos humanos y deportaciones.
El acuerdo, empero, entrará en un impasse de por lo menos un año para prosperar en una reforma migratoria, debido a que los congresistas estadunidenses plantearon el adverso clima político que priva en su país ante la sucesión presidencial.
Incluso el representante republicano por California, Brian Bilbray, informó que hay consenso de que dicha reforma no se realizará de manera integral en por lo menos un año, pero es pertinente la creación del grupo de cooperación binacional, para abordar el tema.
A su vez, el diputado federal priista, Edmundo Ramírez, ponderó esa condición pero aludió a la urgencia de lograr un convenio para retomar el tema, frente a la grave situación que priva en la frontera México-Estados Unidos, donde en lo que va del año han muerto 270 mexicanos en el intento de cruzarla en busca de mejores oportunidades de trabajo y, sobre todo, de vida.
Recordó, además, que el fenómeno de la deportación ha desintegrado a 650 mil hogares. Cien mil niños han quedado abandonados en territorio estadunidense, a consecuencia de que 300 mil mexicanos indocumentados han sido deportados sólo en el periodo enero-mayo de 2008.
En conferencia de prensa conjunta con legisladores de Estados Unidos, Edmundo Ramírez Martínez, secretario de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, insistió en que el tema migratorio es un asunto de absoluta prioridad para ambas naciones.
En tanto, legisladores de Estados Unidos explicaron que una vez que se sepa quién es el sucesor de George W. Bush, es decir, concluida la elección presidencial, se definirá la nueva política estadunidense en torno del problema migratorio.
El senador Christopher Dodd indicó que los trabajadores que han violado las leyes de EU tienen que enfrentar las sanciones, pero aceptó que no se puede deportar a 12 millones de personas, por lo que brindó su respaldo a un nueva conformación de ciudadanía que permita el respeto de las familias.
Así, los legisladores de México y Estados Unidos convinieron en que la reforma migratoria podría alcanzarse hasta el próximo año, de manera tal, que se garantice la legalidad jurídica migratoria de los 12 millones de mexicanos indocumentados que viven en la Unión Americana.
Al respecto, Brian Bilbray pidió tener cuidado, ya que la emisión de visas no puede ser tan laxa como para beneficiar a indocumentados que cumplan un programa de empleo laboral y a sus familias porque, adujo. tras la tragedia del 11 de septiembre 2001 se supo que entre los migrantes que viajan en los aviones que estrellaron en las Torres Gemelas, se encontraban personas afines al grupo criminal que planeó la tragedia, y portaban documentos de identidad falsos.
En este tenor, legisladores de ambas naciones se pronunciaron por encauzar el diálogo hacia la construcción de un Programa de Trabajo Temporal para los migrantes mexicanos, para lo cual se requiere de la participación de las empresas agrícolas que puedan transformar el estatus laboral de los connacionales.
El acuerdo se logró en la mesa denominada: México y Estados Unidos ante el fenómeno migratorio y sus consecuencias.
Las dos delegaciones manifestaron su intención de dar seguimiento al respeto de los derechos humanos de los trabajadores migrantes, tanto en Estados Unidos como en México.
Moisés Sánchez Limón, Crónica, 8 de junio.
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