MONTERREY, NL.— La delegación mexicana de legisladores revivió de nueva cuenta una posible reforma migratoria con Estados Unidos; sin embargo, los parlamentarios más radicales de esa nación relegaron el tema hasta el año 2010.
El anuncio se dio en la reunión privada que mantuvieron ambas delegaciones en la primera mesa de la 47 reunión interparlamentaria, de donde sólo se logró un acuerdo —a petición de los representantes mexicanos— para crear un grupo especial binacional de trabajo entre legisladores para abordar el tema migratorio y no dejarlo morir.
Los mexicanos plantearon crear instancias permanentes de acción legislativa, que permitan construir consensos.
“Proponemos la creación de un grupo bilateral legislativo migratorio que pueda dar seguimiento al respeto de los derechos humanos de los trabajadores migrantes, tanto en Estados Unidos como en México y que sugiera la aprobación de iniciativas y garantice su adaptación a la normatividad de cada nación soberana”, dice una parte del pronunciamiento de los mexicanos.
Más tarde, en conferencia de prensa, Edmundo Ramírez, diputado del PRI, confirmó que la propuesta está en el aire, y no hay definidos ni alcances ni número de integrantes, pero es un hecho que el grupo será creado.
Acompañado del diputado del PAN, Antonio Valladolid, y de los representantes republicanos Jerry Weller, de Illinois y Brian Bilbray; así como de Raúl Grijalva, demócrata de Arizona, y Zoe Lofgren, demócrata de California, Ramírez dijo que cada congreso analizará detalles de la integración, pero no hay fecha aún.
Los congresistas como Bilbray reconocieron que hay que esperar a que termine el proceso electoral de ese país, en enero del próximo año, para abordar el tema, pues “hoy no es prioridad”.
Grijalva dijo que si gana Barack Obama, el acuerdo migratorio iniciará en 2009. Pero los más radicales en la delegación estadunidense les reconocieron a los mexicanos que será hasta 2010 cuando esto pueda cristalizar.
Integrantes de la delegación mexicana confirmaron que los congresistas de EU les aceptaron que el tema migratorio no figura en la agenda de prioridades, por lo que será realidad hasta 2010.
Los legisladores dijeron que 12 millones de indocumentados se encuentran en Estados Unidos. Ante la deportación de más de 300 mil mexicanos, lo que deja en orfandad a cien mil niños, denunciada por Edmundo Ramírez, hubo consenso en combatir la desintegración familiar, pero los legisladores de ese país justificaron que hay programas para adoptar a los menores.
Mientras, Alejandro Chanona, de Convergencia, pidió promover el respeto a los convenios como los de Viena y fallos de la Corte Internacional de Justicia, para que el consulado mexicano sea notificado de los casos de connacionales procesados. La diputada Zoe Logfren, coincidió en que EU debe respetar las decisiones de la Corte Internacional.
El anuncio se dio en la reunión privada que mantuvieron ambas delegaciones en la primera mesa de la 47 reunión interparlamentaria, de donde sólo se logró un acuerdo —a petición de los representantes mexicanos— para crear un grupo especial binacional de trabajo entre legisladores para abordar el tema migratorio y no dejarlo morir.
Los mexicanos plantearon crear instancias permanentes de acción legislativa, que permitan construir consensos.
“Proponemos la creación de un grupo bilateral legislativo migratorio que pueda dar seguimiento al respeto de los derechos humanos de los trabajadores migrantes, tanto en Estados Unidos como en México y que sugiera la aprobación de iniciativas y garantice su adaptación a la normatividad de cada nación soberana”, dice una parte del pronunciamiento de los mexicanos.
Más tarde, en conferencia de prensa, Edmundo Ramírez, diputado del PRI, confirmó que la propuesta está en el aire, y no hay definidos ni alcances ni número de integrantes, pero es un hecho que el grupo será creado.
Acompañado del diputado del PAN, Antonio Valladolid, y de los representantes republicanos Jerry Weller, de Illinois y Brian Bilbray; así como de Raúl Grijalva, demócrata de Arizona, y Zoe Lofgren, demócrata de California, Ramírez dijo que cada congreso analizará detalles de la integración, pero no hay fecha aún.
Los congresistas como Bilbray reconocieron que hay que esperar a que termine el proceso electoral de ese país, en enero del próximo año, para abordar el tema, pues “hoy no es prioridad”.
Grijalva dijo que si gana Barack Obama, el acuerdo migratorio iniciará en 2009. Pero los más radicales en la delegación estadunidense les reconocieron a los mexicanos que será hasta 2010 cuando esto pueda cristalizar.
Integrantes de la delegación mexicana confirmaron que los congresistas de EU les aceptaron que el tema migratorio no figura en la agenda de prioridades, por lo que será realidad hasta 2010.
Los legisladores dijeron que 12 millones de indocumentados se encuentran en Estados Unidos. Ante la deportación de más de 300 mil mexicanos, lo que deja en orfandad a cien mil niños, denunciada por Edmundo Ramírez, hubo consenso en combatir la desintegración familiar, pero los legisladores de ese país justificaron que hay programas para adoptar a los menores.
Mientras, Alejandro Chanona, de Convergencia, pidió promover el respeto a los convenios como los de Viena y fallos de la Corte Internacional de Justicia, para que el consulado mexicano sea notificado de los casos de connacionales procesados. La diputada Zoe Logfren, coincidió en que EU debe respetar las decisiones de la Corte Internacional.
Ricardo Gómez, El Universal, 8 de junio.
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