Prueba de vida reaviva tensión por rehenes

La entrega de pruebas de vida de un rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), único sobreviviente de un grupo de doce políticos asesinados en cautiverio, multiplicó los llamados al gobierno colombiano y la guerrilla para que cedan en sus posiciones y negocien un canje de secuestrados por rebeldes presos.

Un video de Sigifredo López grabado en octubre fue entregado el sábado por las FARC a la Iglesia católica en la ciudad de Cali (suroeste), donde el ex diputado fue retenido en abril de 2002 junto con otros once asambleístas provinciales.

La más reciente fe de vida de López se remontaba a abril de 2007, dos meses antes del crimen de sus once compañeros -de quienes había sido separado-, en un presunto enfrentamiento por error entre dos comandos rebeldes, según las autoridades.

En la grabación el político fustigó al gobierno del presidente Álvaro Uribe y a las FARC, exigiéndoles poner fin a su “crueldad y barbarie”, y pactar el canje de unos cuarenta rehenes por quinientos guerrilleros presos.

“Emplazo a las FARC y al gobierno para que rompan el infame círculo vicioso del despeje (militar exigido por el grupo), de los inamovibles”, dijo, y advirtió que la “masacre” de sus colegas pudo “evitarse con un mínimo de humanidad”.

“El único inamovible que existe en la vida es la muerte, pedimos actuar con sentido humanitario porque no queremos seguir recibiendo muertos”, señaló Patricia Nieto, esposa de López.

Nieto agregó que ante la “intransigencia” de la partes, “la única posibilidad de que los secuestrados vuelvan vivos son las acciones que siguen haciendo la senadora (colombiana) Piedad Córdoba y el presidente venezolano Hugo Chávez”.

Sin embargo, Córdoba negó ayer que esté en marcha la liberación de un grupo de rehenes como aseguró hace dos semanas el ex senador Luis Eladio Pérez, uno de los liberados. “Si usted me pregunta, le respondo claramente que en este momento no hay absolutamente nada”, sostuvo.

La madre de Betancourt, Yolanda Pulecio, confió en que la prueba de vida sea un gesto de buena voluntad de la nueva comandancia de las FARC, a la que se dirigió indicando que “es un momento clave” para el grupo.

AFP en Bogotá, Milenio, 23 de junio.


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