Las autoridades estadunidenses y mexicanas deben aplicar controles más estrictos para evitar el ingreso de armas por la frontera de ambos países, en concreto las de calibre 5.7 y 4.16, que pueden atravesar chalecos antibalas y blindajes, afirmó el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Joel Ortega.
“Ojalá que la Inicitaiva Mérida tuviera como fin principal que Estados Unidos dedicara todo el dinero que pretenden darnos sólo al control de que no pasaran las armas de grueso calibre; tendríamos mejores resultados que muchas acciones policiales, porque el crimen se quedaría sin armamento”, argumentó.
Asimismo, dijo que pese a que el crimen organizado utiliza armamento cada vez más sofisticado y de mayor poder lesivo, los cuerpos policiales deben permanecer con armas calibre nueve milímetros como máximo, para evitar mayores riesgos durante enfrentamientos en la calle.
El 12 de abril pasado, el titular de la SSP-DF planteó la necesidad de que los cuerpos de élite de la corporación utilicen armas reservadas para uso exclusivo del Ejército, lo que requeriría reformas legislativas, aunque precisó que sólo serían para los grupos de asalto y de penetración, pues el resto continuaría con el uso de calibres .223 y nueve milímetros.
En opinión del jefe de la policía preventiva capitalina, el gobierno federal debe fortalecer el esquema de aduanas, que dependen de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como el control de los aeropuertos.
Al inaugurar el Torneo Nacional de Tiro 2008, Ortega afirmó que se debe poner énfasis en la capacitación de los elementos de las corporaciones policiacas en el uso del armamento reglamentario, para que aprovechen al máximo las cualidades del equipo de tiro que portan.
Sin embargo, insistió en que los cuerpos policiales deben continuar con armas calibre nueve milímetros como máximo, “pues con una más potente habrá mayor riesgo en la calle”.
“Ojalá que la Inicitaiva Mérida tuviera como fin principal que Estados Unidos dedicara todo el dinero que pretenden darnos sólo al control de que no pasaran las armas de grueso calibre; tendríamos mejores resultados que muchas acciones policiales, porque el crimen se quedaría sin armamento”, argumentó.
Asimismo, dijo que pese a que el crimen organizado utiliza armamento cada vez más sofisticado y de mayor poder lesivo, los cuerpos policiales deben permanecer con armas calibre nueve milímetros como máximo, para evitar mayores riesgos durante enfrentamientos en la calle.
El 12 de abril pasado, el titular de la SSP-DF planteó la necesidad de que los cuerpos de élite de la corporación utilicen armas reservadas para uso exclusivo del Ejército, lo que requeriría reformas legislativas, aunque precisó que sólo serían para los grupos de asalto y de penetración, pues el resto continuaría con el uso de calibres .223 y nueve milímetros.
En opinión del jefe de la policía preventiva capitalina, el gobierno federal debe fortalecer el esquema de aduanas, que dependen de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como el control de los aeropuertos.
Al inaugurar el Torneo Nacional de Tiro 2008, Ortega afirmó que se debe poner énfasis en la capacitación de los elementos de las corporaciones policiacas en el uso del armamento reglamentario, para que aprovechen al máximo las cualidades del equipo de tiro que portan.
Sin embargo, insistió en que los cuerpos policiales deben continuar con armas calibre nueve milímetros como máximo, “pues con una más potente habrá mayor riesgo en la calle”.
Ignacio Alzaga, Milenio, 15 de junio.
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