OTAVALO, Ecuador (Agencias).— El presidente venezolano Hugo Chávez afirmó ayer que Latinoamérica avanza hacia una verdadera revolución, mientras su colega ecuatoriano Rafael Correa afirmó que “caminamos hacia el socialismo, hacia la sociedad inclusiva”, al finalizar, aquí, la cumbre de los países miembros de la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba).
“Nos reconocemos como izquierda radical, porque así somos en la práctica, en la consecuencia, en el día a día”, dijo Correa. “Debemos combatir el neoliberalismo, esa nefasta ideología disfrazada de ciencia que favoreció a unos pocos y que tantos males ha traído a nuestras economías”. “Vivimos un cambio de época y no una época de cambio” porque “los cambios se dan a través de las urnas, nuestros pueblos, han despertado”, agregó.
A su turno, Chávez dijo que “en Ecuador, quién puede dudarlo, está en marcha una verdadera revolución, y más allá de Ecuador, en Latinoamericana, está en marcha una verdadera revolución. Ecuador es el epicentro de esta revolución”.
El mandatario venezolano se refirió también a la reciente victoria de Manuel Santos en las presidenciales de Colombia. “Habrá que ver si es verdad que el nuevo gobierno de Colombia viene a recobrar la senda del respeto hacia nosotros”, dijo, y añadió que una señal de “cambio” sería que Santos ordenara la retirada de las bases de EU en ese país.
El presidente boliviano Evo Morapidió a países como Perú que no den refugio a los que llamó conspiradores y corruptos. Denunció que ONGs que apoyan a opositores y conspiraciones contra su gobierno reciben fondos a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Los alrededor de 300 delegados del acordaron, en la “Declaración de Otavalo”, luchar en conjunto en contra de la segregación, fortalecer el vínculo intercultural, afianzar el comercio entre los pueblos y la economía solidaria, así como impulsar la economía alimentaria e incentivar proyectos contra el cambio climático, todo ello encaminado hacia nuevo orden económico mundial.
Los participantes se comprometieron a celebrar anualmente una cumbre con autoridades indígenas y afrodescendientes y a impulsar un Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP). Sin embargo, afuera de la sede del evento, medio millar de integrantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas se reunieron para protestar porque sus representantes fueron excluidos de la cita. Los canales de televisión locales mostraron los forcejeos de los indígenas con la policía, que trataba de impedir el avance de la manifestación. Los manifestantes pedían entrevistarse con el presidente de Bolivia, Evo Morales, para entregarle un manifiesto.
“Nos reconocemos como izquierda radical, porque así somos en la práctica, en la consecuencia, en el día a día”, dijo Correa. “Debemos combatir el neoliberalismo, esa nefasta ideología disfrazada de ciencia que favoreció a unos pocos y que tantos males ha traído a nuestras economías”. “Vivimos un cambio de época y no una época de cambio” porque “los cambios se dan a través de las urnas, nuestros pueblos, han despertado”, agregó.
A su turno, Chávez dijo que “en Ecuador, quién puede dudarlo, está en marcha una verdadera revolución, y más allá de Ecuador, en Latinoamericana, está en marcha una verdadera revolución. Ecuador es el epicentro de esta revolución”.
El mandatario venezolano se refirió también a la reciente victoria de Manuel Santos en las presidenciales de Colombia. “Habrá que ver si es verdad que el nuevo gobierno de Colombia viene a recobrar la senda del respeto hacia nosotros”, dijo, y añadió que una señal de “cambio” sería que Santos ordenara la retirada de las bases de EU en ese país.
El presidente boliviano Evo Morapidió a países como Perú que no den refugio a los que llamó conspiradores y corruptos. Denunció que ONGs que apoyan a opositores y conspiraciones contra su gobierno reciben fondos a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Los alrededor de 300 delegados del acordaron, en la “Declaración de Otavalo”, luchar en conjunto en contra de la segregación, fortalecer el vínculo intercultural, afianzar el comercio entre los pueblos y la economía solidaria, así como impulsar la economía alimentaria e incentivar proyectos contra el cambio climático, todo ello encaminado hacia nuevo orden económico mundial.
Los participantes se comprometieron a celebrar anualmente una cumbre con autoridades indígenas y afrodescendientes y a impulsar un Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP). Sin embargo, afuera de la sede del evento, medio millar de integrantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas se reunieron para protestar porque sus representantes fueron excluidos de la cita. Los canales de televisión locales mostraron los forcejeos de los indígenas con la policía, que trataba de impedir el avance de la manifestación. Los manifestantes pedían entrevistarse con el presidente de Bolivia, Evo Morales, para entregarle un manifiesto.
El Universal, 26 de junio.
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