Aunque Vivienda Rural es un programa diseñado para apoyar a las familias de las zonas rurales más pobres del país, una proporción de sus recursos —que crece año con año— se ha destinado a hogares en zonas urbanas. Las más marginadas siguen a la espera del dinero del programa.
Vivienda Rural es un programa federal manejado por el Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo) creado para otorgar subsidios a “familias en condiciones de pobreza patrimonial que habitan en localidades rurales e indígenas de alta y muy alta marginación de hasta 5 mil habitantes” para que “edifiquen, amplíen o mejoren sus hogares”, según sus reglas.
Pero de acuerdo con el padrón de beneficiarios por municipio, publicado en la página del Fonhapo, de 2006 a 2010 se apoyó con recursos de Vivienda Rural a 282 mil 954 familias en todo el país, que con el subsidio han mejorado su calidad de vida. Sin embargo, zonas rurales y altamente marginadas no tienen acceso a esta ayuda.
Según cifras del Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2005 había 513 municipios considerados de alta y muy alta marginación, con una población que no rebasaba los 5 mil habitantes, quienes deberían ser beneficiados por el programa. De éstos, 210 (41%) no han recibido subsidios de Vivienda Rural a pesar de contar con mil 874 localidades candidatas.
La mayoría de estos municipios se localiza en los estados de Oaxaca, Yucatán y Puebla, y 44% tiene una población mayoritariamente indígena.
De acuerdo con Carlos Macouzet Zamacona, director de Promoción y Operación del Fonhapo, las familias de los municipios que no son cubiertos por Vivienda Rural pueden ser apoyados por Tu Casa, otro programa de subsidios federales dirigido a hogares mexicanos en situación de pobreza patrimonial, sin importar la localidad a la que pertenezcan.
Más apoyo a zonas urbanas
Pese a que Vivienda Rural es un apoyo enfocado a zonas rurales, parte importante de sus recursos se destinaron a familias que viven en cinturones de pobreza de las zonas metropolitanas.
Por ejemplo, en 2006 se otorgaron montos similares tanto a los municipios rurales de hasta 5 mil habitantes como a los municipios urbanos. Para 2009, casi 17% del presupuesto se destinó a estos últimos y sólo 5% a los primeros.
Esta brecha, explicada en buena medida por una mayor accesibilidad a las zonas urbanas, comenzó a reducirse en 2010. A pesar de ello, el reto actual es hacer llegar los recursos a las localidades rurales más dispersas y alejadas del país.
Una acción que contribuirá a esto, aseguró Carlos Macouzet Zamacona, será la reducción de las aportaciones de los gobiernos locales cuando los beneficiarios pertenezcan a municipios considerados de alto o muy alto rezago social.
Así, los municipios que por sus restricciones presupuestales no podían aportar los recursos que les solicitaba la federación y, por ende, no tenían acceso al programa, ahora tendrán más posibilidades de hacerlo.
Anteriormente los gobiernos locales debían aportar 30% del valor total de la acción de vivienda. A partir de 2010 sólo deben contribuir con 15% si se trata de un municipio de alto rezago social, y con 5% si es de muy alto rezago social.
Saúl Hernández, El Universal, 30 de julio.
Van a urbes fondos de vivienda rural
Escenarios de la crisis 2011 Medios México sábado, 30 de julio de 2011 0 comentarios
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