Adolfo Robles Alonso experimentó a los 13 años los riesgos de cruzar la frontera por el desierto.
Ante Margarita Zavala, presidenta del Sistema DIF, contó que sin ningún acompañante tomó un autobús de Puerto Escondido, Oaxaca, a la Ciudad de México, donde abordó otra unidad que lo llevara a Caborca, Sonora. Ahí buscó un hotel donde esperó tres días al "coyote".
Para tener permiso de entrar a caminar al desierto, dijo el joven que tiene ahora 17 años, tuvo que pagar mil 700 pesos, tal como se lo anunció la persona que contactó para que lo ayudara a cruzar a Estados Unidos.
"Íbamos caminando 6 horas cuando nos cayó la noche y vi una víbora como de un metro. Yo me asusté y el coyote la mató. De allí caminamos otras 12 horas. Descansamos media hora y nos fuimos otra vez a caminar. Ya llevábamos 3 días cuando vi un cadáver, puros huesos, y pues me espanté, porque pensé que así me iba a quedar. Al cuarto día nos correteó la 'migra' con motos y, al correr, me perdí junto con otros tres compañeros. Caminamos varios días y mejor nos entregamos porque no teníamos agua ni qué comer", expuso durante el foro del Fideicomiso para el Fortalecimiento de la Estrategia de Atención y Prevención a Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes y Repatriados No Acompañados.
Adolfo platicó que cuando se entregó a las autoridades migratorias fue llevado a la oficina de Tucson, Arizona, después lo trasladaron por medio del DIF a Nogales, Sonora, y luego al municipio de Tonameca, Oaxaca, su lugar de origen.
"A la semana llegó el DIF de México y el DIF de Oaxaca a visitarme. Yo no estudiaba antes por problemas de recursos económicos y me dieron una beca, me ayudaron a terminar mis estudios y ahora estoy terminando tercero de secundaria. Ya no voy a cruzar porque es un peligro para mí, voy a cruzar con papeles arreglados".
Gildardo Enoc de León Vásquez, del ejido de Carrillo Puerto de Tapachula, Chiapas, relató que desde los 4 años vive con su abuela debido a que sus padres se separaron y cada uno emigró. Hace unos meses pudo ir a Agua Prieta, Sonora, acompañando a su papá y concluyó que emigrar no es su ilusión.
"Llegamos y era todo desierto en Agua Prieta, estuvimos alrededor de 15 días allí y pues lo único que hacíamos era ver televisión. Salíamos y volvíamos a entrar porque decían que había mucho peligro y, para no exponernos, nos la pasábamos encerrados. Algo que en mi comunidad no hago porque salgo, veo a mis compañeros, se hacen torneos de futbol. No. Nunca ha sido mi ilusión de emigrar".
Actualmente, a través del Fideicomiso que integran Save the de Children México y el DIF nacional se ha financiado el traslado de 191 niños y adolescentes migrantes no acompañados a su comunidad de origen y se apoyan proyectos comunitarios en comunidades de población migrante como estrategia pata reducir los flujos de niños y adolescentes en la migración.
Reforma, 7 de noviembre.
'Voy a cruzar, pero con papeles'
Derechos Humanos, Migración Medios México miércoles, 7 de noviembre de 2012 0 comentarios
Suscribirse a:
Enviar comentarios (RSS)
0 Responses to "'Voy a cruzar, pero con papeles'"
Publicar un comentario