“Aquí sólo se reciben mexicanos”

TIJUANA.- El pasado lunes, la hondureña Blanca Reyes, que cuenta con la ciudadanía estadounidense, recibió una llamada telefónica de su cuñada.

A su sobrina la habían detenido por la mañana, después de cruzar la frontera.

Su cuñada le pidió que fuera a recoger a la menor a Tijuana, por lo que Blanca se trasladó desde su hogar en San Diego a la garita Puerta México-San Ysidro, del lado mexicano.

Ahí estaba el agente Alfonso Picos, a cargo de las repatriaciones de niños y adultos entre las 8:00 y las 16:00 horas.

Pero él fue claro con ella: no se reciben niños que no sean mexicanos.

"Aquí no la podemos recibir nosotros, a ella la van a enviar a Honduras, aquí venga y reclámeme, si usted es mexicana, a un mexicano; si ella entró a México legal e hizo lo que hizo está muy mal", reprochó el funcionario.

Pero Blanca insistía.

- Es una niña de 8 años, la mandaron a traer, es un acto humanitario, ¿me entiende?- argumentó la mujer.

- Si a ella la internaron para allá y está detenida, yo no la voy a recibir, aunque me la traiga el consulado mexicano- respondió Picos.

Según Blanca, a su cuñada le dijeron que la niña estaba en el DIF. por lo que acudió al módulo de esa institución, pero no la tenían registrada.

-Me dijeron que probablemente los niños que venían ahorita podría venir ella- dijo al agente.

- Así sea un niño es un problemón para nosotros, si nosotros la recibimos quiere decir que no estoy haciendo mi trabajo- justificó Picos.

Desesperada y repitiendo que estaba ahí porque así lo había pedido su familia, Blanca cuestionó de nueva cuenta al agente.

-¿Usted es papá?- le preguntó.

- Si yo soy papá y yo sé qué es lo que debo de hacer si voy a arriesgar a una criatura- respondió el agente.

Tras insistir en que no podía ayudarla, Picos le sugirió a Blanca que buscará orientación en el Consulado mexicano.

Pero el Consulado no tenía bajo su resguardo a la menor, sino autoridades de Estados Unidos.

Nota de Silvia Garduño, enviada, Reforma, 10 de febrero.