ELECCIONES EN QUINTANA ROO Y BAJA CALIFORNIA SUR.

El domingo 3 de febrero se llevaron a cabo elecciones en los extremos del país: Baja California Sur y Quintana Roo. El hecho adquiere relevancia para este Observatorio toda vez que hemos dado seguimiento a otros procesos electorales. Además, en esta ocasión fueron las primeras que se llevaron a cabo bajo la batuta de Germán Martínez, aunque los candidatos a los puestos de elección fueron palomeados por Manuel Espino y su equipo.
Presentamos 44 comentarios sobre el tema sistematizados en cuatro ítems, sobre los que caben las siguientes consideraciones:
1. Los primeros catorce, 31.81% del total, corresponden tanto al contexto –el día de las elecciones- como a los resultados y reflexiones sobre el proceso electoral en los dos estados.

2. Nueve comentarios, 20.45%, son a propósito del proceso electoral en Quintana Roo, mientras que diez, 22.72% a Baja California Sur.

3. Los once restantes, 25%, se refieren tanto al Partido Acción Nacional como al trabajo que deberá realizar el nuevo presidente Germán Martínez, toda vez que el partido no tuvo presencia en ambos procesos electorales.

CONTEXTO.
Este domingo habrá elecciones locales en los estados de Baja California Sur y Quintana Roo.
En el primero de ellos se pondrá a prueba la hegemonía que mantiene el dirigente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño, acusado por la oposición de su estado de usar recursos públicos para impulsar a sus favoritos.
La atención estará centrada en el municipio de Los Cabos, por la gran actividad económica que tiene el lugar.
En Quintana Roo, los ojos están puestos sobre Cancún, uno de los principales centros turísticos de país, que llegó a estar en manos del PRD, partido que intenta recuperarlo.
Pepe Grillo, Crónica, 3 de febrero.

De extremo a extremo del país, el domingo electoral reporta irregularidades procesales, dinero sucio e injerencia determinante de los aparatos gubernamentales locales. En Baja California Sur se trata de la pandilla familiar dizque perredista que se ha apoderado de cuanto puesto y negocio ha podido, y en Quintana Roo es el conjunto de intereses y complicidades encabezado por un gobernador frívolo y manirroto. En ambos estados el telón de fondo son los desarrollos turísticos que han ido entregando tierras mexicanas a extranjeros (o de las que se han apropiado los funcionarios y sus familiares) y el funcionamiento de grupos de delincuencia organizada que financian e infiltran a los poderes formales de cada lugar
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 4 de febrero.

Demeritar la vía electoral, como lo están haciendo en todo el país los gobernadores (beneficiarios de la larga descomposición política nacional, consolidados en sus corruptelas e imposiciones por la debilidad e inexperiencia del llamado gobierno federal), instala en los ciudadanos decepción e ira. Las cantaletas del cambio a nadie convencen porque se ha visto que, sean del signo partidista que sean, los políticos llegados al poder de la manera ya acostumbrada (fraude, dinero al por mayor, violaciones legales) simplemente se convierten en versión cromáticamente diferenciada de las mismas grisuras administrativas y las mismas apetencias económicas corruptas
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 4 de febrero.

Lo mismo, pero a la inversa. Los dos estados más jóvenes de la República tuvieron ayer elecciones de diputados y presidentes municipales. En términos generales se les calificó de procesos pacíficos, pero en ambos lados hubo protestas. En Baja California Sur los priístas se quejaron de irregularidades cometidas por el PRD –que está en el gobierno–, y en Quintana Roo, al contrario, el gobernante tricolor resultó acusado.
Como resulta casi habitual en todas las elecciones que se realizan en el país, es de suponer que unos y otros comicios sólo podrán darse por concluidos cuando el Tribunal Electoral Federal (TEPJF) emita la resolución final.
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 4 de febrero.

El Partido Verde volvió a demostrar que, donde no tiene un aliado importante, es realmente muy débil, por lo menos en estos dos estados que tuvieron elecciones antier. Si bien ganó con el PRI seis distritos en Quintana Roo, en aquellos en que contendió en solitario tuvo resultados realmente insignificantes. Lo mismo ocurrió en aquellos en que buscó sólo las presidencias municipales quintanarroenses. En Baja California Sur, el Verde se alió con el PAN, pero sus resultados fueron decepcionantes, al grado de que Nueva Alianza, como lo señalé con anterioridad, podría terminar siendo la tercera fuerza política del estado.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 5 de febrero.

Se confirmó que el PRD arrasó en Baja California Sur y el PRI en Quintana Roo.
Los dos conservaron y avanzaron en sus posiciones.
Hay quejas de los perdedores, pero no probarán irregularidades.
Destaca el avance del Panal, que se la jugó solo y en BCS obtendría el 17 por ciento de los votos, mientras en QR el 8 por ciento.
Y parece que el Panal seguirá compitiendo sin alianzas.
Pepe Grillo, Crónica, 5 de febrero.

Luego de las elecciones del pasado domingo en Quintana Roo, el PRI se proclama vencedor absoluto mientras que en Baja California Sur lo hace el PRD. Pero en los dos frentes siguen las disputas entre priístas y perredistas, por mutuas acusaciones de irregularidades para consolidar sus victorias. El PAN quedó marginado en ambos frentes. Sin posibilidades de victoria, sólo servirá de testigo para levantar el brazo de uno u otro de sus rivales políticos…
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 5 de febrero.

El PRI ha dominado las elecciones de Quintana Roo y el PRD las de Baja California Sur, los dos últimos territorios en convertirse en estados. Ambos tuvieron elecciones locales el domingo 3 de febrero y en los dos los triunfos de los partidos de gobierno se aproximaron al carro completo.
¿Moraleja? En el sistema electoral que los políticos mexicanos han venido construyendo en los últimos años las ventajas de los partidos de gobierno sobre los de oposición son enormes.
Los programas de resultados preliminares demuestran ya el predominio de los partidos gobernantes tanto en Baja California Sur como en Quintana Roo.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 5 de febrero.

REFORMAS ELECTORALES van y vienen, pero las trampas, trucos y mañas siguen a la orden del día en las elecciones de los estados en los que se celebran elecciones locales.
Y ES QUE por más que los partidos hagan reformas legales para impedir las trampas en las elecciones, los operadores políticos -léase mapaches- siempre se dan mañas para alterar la voluntad popular y llevar votos de más a sus candidatos.
PARA MUESTRA están las elecciones de Quintana Roo y Baja California Sur, en las que, aun antes de celebrarse, los partidos de oposición, respectivamente, gritaban foul ante la intromisión de los gobiernos locales en el manejo en favor de sus respectivos candidatos.
DE ESA FORMA, en las elecciones de Cancún, el principal centro turístico del país, perredistas y panistas acusan al tricolor de hacer una elección, no de Estado, sino ¡de estados!, dada la intervención de los ejércitos electorales de entidades ajenas a esos procesos electorales como Yucatán, el estado de México y Nuevo León.
EN TANTO, los tricolores en Los Cabos y otros municipio sudcalifornianos acusan a los perredistas de emplear todo el aparato del gobierno para asegurar el triunfo en esa entidad en la que el partido del Sol Azteca tiene casi todo en su poder.
POR LO PRONTO, lo que se nota es que las mentadas, reformas por supuesto, no han servido para impedir que gobernadores y alcaldes sientan que una de sus obligaciones es que su partido salga victorioso en los procesos comiciales.
F. Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 5 de febrero.

Las próximas elecciones estatales de este año serán en Hidalgo, donde el 17 de febrero habrá comicios para diputados locales (las de municipios serán, absurdamente, en noviembre). Lo que nos dice la experiencia es que en Hidalgo el triunfo abrumador corresponderá al PRI. Todo parece indicar que hemos creado un sistema electoral que le da ventajas definitivas a los partidos que ya se encuentran en el poder. Cada vez es más difícil que un partido de oposición derrote a quienes controlan la maquinaria de gobierno.
Quizá esto mismo ocurra en otros países democráticos. En Estados Unidos es muy común que un distrito o un estado permanezca durante décadas bajo el predominio de un partido o de un gobernante. Las maquinarias de poder que se gestan desde el gobierno son muy difíciles de vencer.
Pero una de las razones por las cuales en México los políticos han desarrollado el actual complejo sistema electoral es, supuestamente, para dar oportunidades a los partidos de oposición. Se supone que hemos eliminado los privilegios electorales de los partidos de gobierno. Pero al parecer estas reglas no son suficientes para quitar la ventaja a quienes ya están en el poder.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 5 de febrero.

Una señal ominosa de lo que puede suceder en el futuro a nivel federal lo vivimos este fin de semana en las elecciones en Baja California Sur y Quintana Roo. Elecciones en los dos extremos de la república, en zonas con municipios y distritos muy ricos, enclavados junto a otros de extrema pobreza donde la norma fue el acarreo, la manipulación, las campañas sucias y un grado de abstencionismo superior, en los dos casos, a 60%, con el agravante de que muchos de quienes habitan en las dos entidades viven y/o trabajan en ellas, pero están empadronados en su respectivo lugar de origen. Entonces, la representatividad real de las nuevas autoridades es mucho menor a la mostrada en los comicios, de por sí bastante pobre.
En Baja California Sur y en Quintana Roo hubo partidos triunfadores y perdedores, sin embargo, no cabe duda de que la ganadora ha sido la forma más vieja de hacer y entender la política y quien ha perdido es la ciudadanía, que dio la espalda a los comicios.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 6 de febrero.

Es muy lamentable el espectáculo que nos han dado los “políticos” que organizaron las elecciones locales de Baja California Sur y Quintana Roo, donde más de la mitad de los ciudadanos se negaron a acudir a las urnas para sufragar, mientras el peso de los votos quedó en manos del acarreo, los intereses corporativos y la corrupción política tradicional, que lleva a votar en masa a los locatarios de los mercados, a los ambulantes protegidos por el poder público, a los sindicatos corporativos que medran bajo la tutela de esos gobiernos estatales; a todos los concesionarios de servicios urbanos que mantienen una dependencia con las autoridades, que toleran sus abusos y sus monopolios ilegales y, como “pilón”, a los grupos marginados a quienes les compran sus votos mediante un costal de cemento, una lámina o una torta
Alejandro Gertz Manero, El Universal, 6 de febrero.

Los actores y los resultados lo demuestran: en Quintana Roo, el PRI ha ganado casi todo, menos el municipio de Benito Juárez, donde se encuentra Cancún y donde están prácticamente empatados los candidatos del tricolor y el del PRD. El caso se resolverá finalmente en el Tribunal Electoral. Pero nadie puede presumir de renovación política en el estado: un caso simbólico es que uno de los nuevos diputados locales es el hijo de Mario Villanueva Madrid, el ex gobernador actualmente preso y con pedido de extradición por Estados Unidos, acusado de haber sido parte de las grandes operaciones de narcotráfico que se cometieron en su entidad durante su administración. Es verdad que tal caso no está legalmente decidido, pero la defensa a ultranza que han hecho el priismo local y el gobernador Félix González Canto de un ex mandatario que llenó de vergüenza a esa partido, pero que creó, y perduran hasta ahora, compromisos políticos de todo tipo, demuestra en qué grado se ha renovado el priismo local. Del otro lado, en el PRD, la batuta la lleva Juan Ignacio García Zalvidea, un oportunista de la política que ha pasado por todos los partidos y recalado en la cárcel, lo mismo que uno de sus hermanos, casualmente también acusado en su momento de relaciones con el narcotráfico.
En Baja California, el PRD ganó casi todo, pero sería injusto decir que triunfó el perredismo: en realidad, por tercera elección consecutiva, venció la misma familia: la de Leonel Cota Montaño, quien ha demostrado que la ineficiencia que puso de manifiesto para dirigir los destinos nacionales del PRD se compensa con el cacicazgo que ejerce con mano de hierro en su entidad, donde ya van tres hermanos consecutivos los que alcanzan la alcaldía de la capital, La Paz, y otros familiares gobiernan el estado.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 6 de febrero.

Pensar que este es el resultado de las reformas de 1996 y de todas las esperanzas que cifró el país para obtener su mayoría de edad política es realmente descorazonante, ya que el “carro completo” que hoy hemos visto en esos dos estados, como también lo observamos en Puebla y en Oaxaca, en que los cacicazgos locales impusieron cínicamente a sus incondicionales, independientemente de sus escándalos, espectáculos bochornosos y antecedentes cuestionables, ratifica las conductas retrógradas de un sistema político unipartidista, que creímos que podía ser superado, y que ahora, al quedar descabezado en la Presidencia de la República, se ha clonado en 32 monstruos estatales, con sus pequeños “presidentitos”, que ejercen las funciones autoritarias y corruptas que antes se le imputaban a la presidencia imperial, y que ahora se repiten en estados y municipios donde dictadorzuelos del viejo cuño se apoderan del sistema electoral, de los presupuestos y de la vida pública, propiciando la inseguridad y el narcotráfico, sin rendir cuenta alguna, pero eso sí, exigiendo cada vez más y más dinero
Alejandro Gertz Manero, El Universal, 6 de febrero.

QUINTANA ROO.
A las 9 de la noche, el PRI anunció en Chetumal que obtuvo carro completo en la elección estatal.
El dirigente, Francisco Zorrilla, dijo que ganaron las ocho alcaldías y las 15 diputaciones.
Y que le quitaron Cozumel al PAN, y Carrillo Puerto al PRD.
Las autoridades electorales confirmaron poco después, que las primeras cifras favorecían a la alianza PRI-PVEM.
Pepe Grillo, Crónica, 4 de febrero.

Lo sobresaliente en Quintana Roo, fue la victoria del hijo del ex gobernador Mario Villanueva Madrid, Mario Jr., quien será diputado local. Esto va a molestar a la gente de la PGR, que ha tratado de inculpar a mucha gente con supuestos actos ilegales. La pelea por la “joya de la corona”, Cancún, está en suspenso, pues el perredista Gregorio Greg González aventaja por 700 votos al priista Víctor Viveros.
Sin embargo, Viveros nos asegura que faltando seis mil votos por computarse, está seguro de que triunfará por mil votos, ya que falta contar las zonas en donde su partido tiene más presencia. El PRI tenía 6 diputaciones en el Congreso local, pero en las elecciones de anteayer pasó a 14, lo que le dará una mayoría natural.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 5 de febrero.

Que por lo cuestionadas que estuvieron las elecciones legislativas y municipales en Quintana Roo, el PRI va a exigir un recuento de los votos...
¿Será que el PRI se ha convertido en un "peligro para México" y quiere un recuento "voto por voto, casilla por casilla"?
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 5 de febrero.

En Quintana Roo el PRI -solo o en alianza con el Partido Verde- obtuvo casi el carro completo. De ocho presidencias municipales consiguió cuatro por sí solo y dos más en alianza con los verdes. Sin embargo, fue derrotado por el PAN en Isla Mujeres, en tanto que, según cifras preliminares, ayer estaba perdiendo también Benito Juárez (Cancún), el mayor municipio del estado, ante el PRD, que tenía una ventaja de menos de 800 votos en una elección con más de 100 mil participantes. Si el PRI pierde Cancún, la dulzura de la victoria en el resto del estado en buena medida se desvanecerá.
En las elecciones legislativas quintanarroenses, el predominio del PRI fue mayor. Por sí solo ganó ocho de los 15 distritos del estado. En alianza con el Partido Verde, otros seis. El único distrito que perdió, ante el PAN, fue el decimocuarto, de Isla Mujeres.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 5 de febrero.

De nada sirvió, nos dicen, que el “Chacho”, Juan Ignacio García Zalvidea, apostara en contra su ex partido el PRD y el candidato del mismo, cuya nominación originó la salida del polémico personaje de la dirigencia estatal. Hubo poca asistencia a los comicios, pero de ello la culpa la deben repartirse entre todos los partidos políticos.
Será el próximo domingo cuando se conozcan las cifras reales del proceso electoral en Quintana Roo y si el PRI fue capaz de remontar esos 800 votos de diferencia en el 19 por ciento de las casillas que faltan por contabilizar, aunque sin importar ese resultado, los comicios pasarán a la historia por su competencia y por el fracaso de los panistas.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 5 de febrero.

A PROPÓSITO de las elecciones quintanarroenses, el virtual triunfo del perredista Greg Sánchez en Cancún -la joya de la corona estatal- provoca reacciones dispares entre sus compañeros de partido.
Y TODO porque esa campaña y ese candidato fueron apadrinados por la tribu Nueva Izquierda, que encabeza Jesús Ortega, actual contendiente por la dirigencia nacional del PRD.
TANTO le apostaron "los Chuchos" al folclórico Greg que le pusieron como jefe de campaña a Jesús Zambrano, el otro Chucho que le da nombre a esta corriente perredista.
DE CONFIRMARSE el triunfo en Cancún será una mala noticia para el bando de Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas.
Y ES QUE sus voceros ultras se habían dedicado a propalar la versión de que los descalabros electorales del PRD se debían al colaboracionismo de Nueva Izquierda con el -¡Jesús!- "gobierno espurio".
PERO ese argumento va a perder fuerza con un Cancún repintado de amarillo y negro.
F. Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 5 de febrero.

Total que Cancún (o Benito Juárez, como se llama el municipio) está en disputa. Los priístas —fíjese que cosas— piden “voto por voto, casilla por casilla”; mientras los perredistas dicen que no, que ganaron con Greg Sánchez, su candidato.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 6 de febrero.

Pero en Quintana Roo el gobernador Félix González Canto, del PRI, no canta mal las rancheras: dos de sus primos serán diputados y uno más edil de Cozumel.
Aquí, el PRI ganó… aunque el PAN denunció que encontraron material electoral abandonado en un parque y presentarán la denuncia correspondiente. Eso sí, iban adelante en Isla Mujeres.
El Congreso también se pinta tricolor-verde: el PRI ganó 8 lugares; la alianza PRI–PVEM 6… ¡y el PAN 1!
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 6 de febrero.

Trabajaré de la mano con el presidente Felipe Calderón, dejó en claro el candidato electo de Cancún, Quintana Roo, Gregorio Sánchez Martínez, quien fue respaldado electoralmente por el PRD. Aseguró que la sociedad de esa ciudad caribeña no se merece la confrontación y sí la reconciliación, por lo que también llevará un relación cercana, dijo, con el gobernador de esa entidad, Félix González Canto. Ante ello, un rostro desencajado de Leonel Cota, líder nacional del PRD.
“Días Políticos”, El Economista, 8 de febrero.

BAJA CALIFORNIA SUR.
En Baja California Sur, al cierre de esta edición se hablaba de una tendencia favorable al PRD.
El silencio de la oposición, parecía confirmar la versión.
La autoridad electoral dijo que trabajaría toda la noche y daría informes en cualquier momento.
Pepe Grillo, Crónica, 4 de febrero.

En Baja California Sur, por ejemplo, hay un extendido hartazgo porque la familia Cota parece ser la única disponible para ocupar candidaturas y funciones. Dado que el jefe de esa facción, Leonel Cota, ha sido presidente nacional perredista, la entidad ha sido concesionada a esa exclusividad sanguínea. En esa entidad –como en la mayoría de las plazas que ha “ganado” con priístas que brincaron a última hora al sol azteca– el PRD persiste en engañarse con que sus ideas y programas triunfan en automático por tener mayoría numérica en las urnas. En BCS, por ejemplo, nada se hace que honre el ideario que se supone distingue a los perredistas. El grupo de Cota es un desprendimiento del priísmo que no quiso hacer candidato a gobernador a Leonel. De trapecio en trapecio, luego de ejercer la gubernatura, fue impuesto por Andrés Manuel López Obrador como dirigente nacional de un partido en el que nunca había hecho militancia
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 4 de febrero.

Miriam Muñoz, la candidata perdedora de Acción Nacional en el municipio de La Paz, Baja California Sur, asegura que brigadistas del PRI y de su partido sorprendieron a un hermano de Leonel Cota, a Juventino, quien es coordinador de asesores del Gobernador, cargando un camión con despensas en uno de los almacenes de alimentos de nombre Aliser. Tienen fotografías que serán presentadas en el Tribunal Electoral, en su momento, por la elección fraudulenta.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 4 de febrero.

Félix González Canto es el jefe político de una entidad largamente dominada por los intereses del lavado de dinero, el narcotráfico, el turismo sexual infantil y el tráfico de armas. Para garantizar el control del Congreso local y las presidencias municipales, sobre todo en el área estratégica de Benito Juárez, donde está Cancún, el priísta González Canto puso a funcionar el aparato gubernamental y sostuvo alianzas como la que llevó a Mario Villanueva Tenorio, hijo del ex gobernador actualmente preso, a ser candidato a diputado local y a utilizar el emblemático rancho El Mostrenco –propiedad de la familia Villanueva– como centro de operaciones electorales/asistenciales
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 4 de febrero.

Que en el municipio quintanarroense de Othón Blanco, donde se encuentra Chetumal, se volvió a probar la máxima de que en política nunca hay que dar por muerto a nadie.
De acuerdo con las encuestas de salida, Carlos Mario Villanueva Tenorio, hijo del ex gobernador Mario Villanueva Madrid, ganaría como candidato del PRI la elección a diputado local con una ventaja de tres a uno.
Su padre, para quien no lo recuerde, lleva siete años en prisión y se defiende con todo para no ser extraditado a Estados Unidos.
“Trascendió”, Milenio, 4 de febrero.

Y en Baja California el PAN, se sumó a la “guerra sucia”, tratando de obtener una mejor posición, pero por los resultados dados a conocer por el PREP, los perredistas arrasaron y el priismo pudo rescatar algunas pírricas victorias. La familia Cota Montaño y Agúndez pusieron todo el aparato del gobierno para sacar adelante a la hermana de Leonel.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 5 de febrero.

En Baja California Sur, el PRD se llevó -en alianza con el Partido del Trabajo y con Convergencia- los cinco municipios del estado: La Paz, Los Cabos, Comondú, Mulegé y Loreto. El municipio en que el PRD y sus aliados obtuvieron un menor porcentaje del voto popular, sólo el 36.71 por ciento, fue curiosamente La Paz, donde la candidata era Rosa Delia Cota Montaño, hermana del ex gobernador y actual presidente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño, a quien se ha acusado de ser el nuevo cacique del estado. El candidato perredista a la presidencia municipal de Los Cabos, René Núñez, del cual se mostró un video en el que supuestamente mantenía relaciones sexuales con una mujer que no era su esposa, obtuvo en cambio el 52 por ciento de los votos. Núñez negó la veracidad de los videos, a los que calificó de formar parte de una guerra sucia, pero el hecho es que, de todas maneras, consiguió uno de los mejores resultados del estado. O a la gente no le importaron los videos o quizá éstos le ayudaron a conseguir votos.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 5 de febrero.

Y en Baja California Sur, Rosa Delia fue favorecida por su hermano Leonel Cota y por su primo el gobernador Narciso Agúndez Montaño. El PRD salió airoso en los cinco municipios del estado, recuperando Loreto que se encontraba en manos del PAN y en 14 de los 16 distritos electorales locales, con lo que reafirma que la ciudadanía no está casada con los cacicazgos, aunque sí de los excesos de sus gobernantes.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 5 de febrero.

En las elecciones para el nuevo Congreso local de Baja California Sur, el PRD con el PT y Convergencia consiguieron el triunfo en 14 de 16 distritos en contienda. El PRI sólo pudo ganar Guerrero Negro, mientras que Nueva Alianza sorprendió al obtener el triunfo en un distrito de La Paz.
Nueva Alianza, de hecho, tuvo un excelente desempeño en estas elecciones en Baja California Sur. Quedó en segundo lugar en los comicios para el ayuntamiento de La Paz y podría terminar convirtiéndose en el tercer partido del estado, por arriba del PAN.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 5 de febrero.

En Baja California Sur, el PRD arrasó, o más bien, los cercanos a Leonel Cota, quien es líder (otros dicen cacique) de la zona. Aunque también ganó el abstencionismo, con 54.3%.
Y es que en Los Cabos ganó René Núñez, al que le difundieron su video XXX. ¿En serio lo benefició entre el electorado femenino? Y en La Paz ganó Rosa Delia Cota Montaño, sí, hermana del presidente del PRD, quien antes gobernó ese estado (¿o lo gobierna a través de su primo, Narciso Agúndez Montaño?).
El PRD se llevó 14 de 16 distritos en disputa
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 6 de febrero.

Las autoridades electorales de Baja California Sur ratificaron el aplastante triunfo de la coalición integrada por PRD, PT y Convergencia, al ganar 14 diputaciones y cinco presidencias municipales: La Paz, Comondú, Los Cabos, Mulegé y Loreto…

Miguel Ángel Rivera, "Clase Política", La Jornada, 8 de febrero.

GERMÁN MARTÍNEZ.
Que mal pinta la semana para la flamante dirigencia del PAN, encabezada por Germán Martínez, tras las derrotas en las elecciones de Quintana Roo y Baja California Sur.
Por lo pronto, Miriam Marina Muñoz, candidata blanquiazul a la presidencia municipal de La Paz (en coalición con el Partido Verde), adelantó que explotará hoy mismo contra los dirigentes estatales y nacionales, y que los acusará por igual por no haberla apoyado como tendrían que haberlo hecho.
“Trascendió”, Milenio, 4 de febrero.

Más que cargarle la mano al recién desempacado presidente del partido Germán Martínez, la paliza que recibió el PAN el domingo en Quintana Roo y Baja California Sur tendría que leerse como secuela de las miserias electorales de 2007 en Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Durango, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
El partido que tiene en sus manos la Presidencia de la República sólo ha conseguido una victoria significativa después el 2 de julio de 2006: la de Baja California, a mediados del año pasado. Y difícilmente tendrá éxito en los comicios municipales y de congresos locales que restan en 2008. La fuerza de los gobernadores y la forma en que el PRI ha cerrado filas prefiguran rotundos triunfos priistas en Hidalgo y Coahuila. Guerrero se perfila como un nuevo encontronazo PRD-PRI y Nayarit se ve muy cuesta arriba, amén de que carece de la fuerza simbólica para marcar el momento de la recuperación.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 5 de febrero.

Pero si existen dudas de que “el guapo” del gabinete sigue los pasos del mexiquense Chuayffet, y del hombrecito Creel —al querer convertir esa secretaría en la feria de sus vanidades—, basta con hacer un contraste de su desempeño con el de su colega de equipo, el nuevo jefe nacional del PAN, Germán Martínez, quien paga los platos rotos de la desastrosa gestión de su antecesor al frente de Acción Nacional. En las primeras elecciones de 2008 —por no mencionar las de 2007, en las que el PAN resultó apaleado—, el PAN de Martínez Cázares no sólo no pintó en la contienda electoral —en las municipales de Quintana Roo y Baja California Sur—, sino que dio muestras alarmantes de que no existe. Y un partido político que no existe, cuando es el partido en el gobierno, es lo más parecido a un gobierno que no existe.
Bueno, el señor Martínez Cázares “apechugó”, tragó sapos y serpientes y hasta guardó silencio —en seguimiento a la máxima de que en política y frente a la derrota los que se quedan callados “se ven más bonitos”—, cuando bien pudo haber dicho que la derrota se debió al muy mal trabajo político de su antecesor. Se confirma que la victoria tiene muchos padres y hasta mucha madre, pero la derrota es huérfana
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 6 de febrero.

En las elecciones realizadas el domingo pasado en Baja California Sur y Quintana Roo, el gran derrotado fue el Partido Acción Nacional. Salvo una presidencia municipal en Isla Mujeres, lo demás fueron fracasos, que se suman a los del año pasado en Michoacán, Veracruz y Yucatán.
Los legisladores panistas realizaron su reunión en Cozumel y hasta hicieron cuentas alegres, augurando triunfos en las principales presidenciales municipales de Quintana Roo, pero al final de cuentas, sólo sumaron derrotas y una sola victoria. Inclusive mencionaron que su presencia haría que los candidatos de su partido lograran borrar a sus adversarios, pero este augurio no se cumplió.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 5 de febrero.

Todo parece indicar, pues, que el PAN llegará con una pésima inercia al 2009, año de elecciones federales. De ahí la pregunta, ¿puede volver a ganar una elección importante?
Algo tendrá que hacer para levantar el 30 por ciento que promedia hoy en las votaciones locales. Y como en el 2009 no habrá un candidato mágico (Fox, 2000) o un anticristo a fulminar (López Obrador, 2006), no les queda más que ponerse a hacer una tarea que no les gusta mucho y para lo que no son muy buenos: ir plaza por plaza a tejer y reconstruir redes, convencer y ganar voluntades.
Germán Martínez no tiene tiempo para culpar a Manuel Espino de los males pasados, incluidos Quintana Roo y Baja California. Le toca arremangarse la camisa, bajar a la tierra y sudar. O el 2009 podría ser de pesadilla.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 5 de febrero.

Pero lo verdaderamente interesante es que cuando el PAN es gobierno federal por segunda ocasión consecutiva, cuando el principal partido opositor al PRI logró echar a los tricolores y quedarse con el poder presidencial, en las bases, en los pueblos, municipios y estados, el PAN ya no existe. ¿Dónde quedó el fenómeno Fox? ¿Dónde quedó esa mística de la doctrina azul que producía triunfos en los municipios más impensables y los pueblos más apartados? Todo eso se acabó.
Por lo menos una señal clara de ello es que en Quintana Roo y en Baja California Sur, las victorias electorales más significativas hayan sido las del PRI y el PRD, y que incluso en la península el partido de la profesora Elba Esther Gordillo, Nueva Alianza, se haya convertido en la segunda fuerza electoral. El contraste que vemos entre los dos “hombres del Presidente” nos deja ver con mucha claridad —como dicen los clásicos— “de qué lado masca la iguana”. Y sí, la reproducción de una película que ya vimos en ese partido. La lucha entre el poder mediático, de la imagen y la popularidad, contra el operador del partido. Al tiempo
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 6 de febrero.

El Congreso también se pinta tricolor-verde: el PRI ganó 8 lugares; la alianza PRI–PVEM 6… ¡y el PAN 1!
Germán Martínez, verá, tiene mucho trabajo por hacer. Vaya primeras elecciones que le tocaron
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 6 de febrero.

Y del PAN mejor ni hablar: tuvo un nuevo fracaso electoral y ello demuestra la profundidad de la desconstrucción a la que lo llevó la gestión, indefendible desde cualquier punto de vista, de Manuel Espino: cinco años controló directamente el PAN (dos en la secretaría general, tres en la presidencia) y ese partido hoy está literalmente desmantelado. Y sobre ese terreno partidario se construye la reforma electoral
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 6 de febrero.

Hoy, a la luz de los primeros resultados todavía no oficiales, por cierto de los comicios realizados en Quintana Roo y Baja California Sur, se antoja necesario revisar la estrategia implementada por el jefe nacional panista y los “operadores de Iván” que le rodean, con miras a cumplir la instrucción presidencial de refrendar cuanta posición se tenga y, eventualmente, aumentar su número a todo lo largo y ancho del país.
Y ello en virtud de que, si es cierto que se desea “ganar 2009 en 2008…”, resulta obvio que lo obtenido en el primer round no es en forma alguna esperanzador y, en consecuencia, el “fantasma” de una derrota que termine con el sexenio calderonista tres años antes de su natural cierre, está más presente que nunca. ¿O no...?
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 6 de febrero.

Publícalo pero no se lo cuentes a nadie. Germán Martínez Cázares es un general pero sin estrellas. Lleva menos de tres meses al frente del PAN y ya cuenta en sus haberes con un segundo tropiezo electoral.
Primero le quitaron la joya de la corona, la posibilidad de echarse a la bolsa la gubernatura de Michoacán, la cual le ganó Leonel Godoy a Germán y a Felipe Calderón. El perredista asumirá las riendas en la entidad el 15 de febrero. ¿Qué no arrancó en Michoacán el programa México Seguro del calderonismo?
Aunque no han dejado de echarle la culpa a Manuel Espino, los panistas recibieron otro balde de agua fría con los resultados de las primeras elecciones -locales- del año.
Los comicios en Quintana Roo y Baja California Sur colocan al Partido Acción Nacional en el último lugar de la competencia electoral en esas entidades.
Y eso debe preocuparles porque a la distancia no se ve que los panistas remonten el declive electoral.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 7 de febrero.

¿Alguien ha visto al líder nacional del PAN, Germán Martínez? ¿Por qué no ha dado una explicación sobre las derrotas aplastantes que sufrió su partido en las elecciones locales en Quintana Roo y Baja California Sur? ¿Será que sólo le gusta salir cuando hay que lanzar bravatas, como lo hizo recientemente contra el Gobierno del DF?...
Martín Moreno, “Archivos del poder”, Excélsior, 7 de febrero.

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