TIJUANA, BC.- Hace 20 años, la Casa del Migrante Scalabrini atendía principalmente a mexicanos que buscaban, por primera vez, cruzar la frontera con Estados Unidos. Ahora, la mayoría de los paisanos que buscan refugio aquí, son repatriados.
El Padre Luis Kendzierski, director del albergue -que tiene capacidad para atender a 180 personas-, cuenta en entrevista que originalmente el lugar se creó para dar atención a los migrantes pobres que venían del sur del país.
"Aquí por Tijuana cruzaban casi mil migrantes al día; muchos se quedaban maltratados, robados, no tenían a donde ir, para eso era este albergue.
"Después del 94, 95, cuando comenzaron los operativos aquí en la frontera, fue cambiando la situación. Ya no es tan fácil cruzar, hay un muro, cámaras, sensores; muchos migrantes se quedan aquí varados, no saben qué hacer. Ahora se atiende no al migrante que va, sino al que viene".
En 2007, refiere, más de 200 mil mexicanos fueron deportados por Baja California, la mayoría por Tijuana.
"Es la parte más difícil de la migración para México, recibir de regreso a aquellos que son deportados. Recibir los millones de dólares, es muy bueno, muy bonito, pero cómo el Estado mexicano puede aportar algo para alivianar un poquito la situación de estos paisanos que la hicieron por un tiempo y fueron deportados".
En este albergue -uno de los más importantes del país en materia de apoyo a migrantes- sólo se permite a los paisanos quedarse por un lapso de 12 días, mientras encuentran la manera de regresar a sus casas.
"Muchas veces quieren cruzar otra vez; otros están desanimados de Estados Unidos, porque en la calle los están deteniendo".
Muchos de los repatriados, indica, tienen a su esposa e hijos en Estados Unidos, por lo que la única opción para ellos es regresar con sus familias.
"Casi no hay opción, la única opción es regresar. Algunos de ellos han pasado la mayor parte de su vida en Estados Unidos. Ellos son deportados a un país que ya no es el suyo, su país es Estados Unidos".
En el futuro, lamenta, Estados Unidos enfrentará un problema social muy fuerte, debido a que muchos niños y niñas vivirán sin el padre que fue deportado.
El Padre Luis Kendzierski, director del albergue -que tiene capacidad para atender a 180 personas-, cuenta en entrevista que originalmente el lugar se creó para dar atención a los migrantes pobres que venían del sur del país.
"Aquí por Tijuana cruzaban casi mil migrantes al día; muchos se quedaban maltratados, robados, no tenían a donde ir, para eso era este albergue.
"Después del 94, 95, cuando comenzaron los operativos aquí en la frontera, fue cambiando la situación. Ya no es tan fácil cruzar, hay un muro, cámaras, sensores; muchos migrantes se quedan aquí varados, no saben qué hacer. Ahora se atiende no al migrante que va, sino al que viene".
En 2007, refiere, más de 200 mil mexicanos fueron deportados por Baja California, la mayoría por Tijuana.
"Es la parte más difícil de la migración para México, recibir de regreso a aquellos que son deportados. Recibir los millones de dólares, es muy bueno, muy bonito, pero cómo el Estado mexicano puede aportar algo para alivianar un poquito la situación de estos paisanos que la hicieron por un tiempo y fueron deportados".
En este albergue -uno de los más importantes del país en materia de apoyo a migrantes- sólo se permite a los paisanos quedarse por un lapso de 12 días, mientras encuentran la manera de regresar a sus casas.
"Muchas veces quieren cruzar otra vez; otros están desanimados de Estados Unidos, porque en la calle los están deteniendo".
Muchos de los repatriados, indica, tienen a su esposa e hijos en Estados Unidos, por lo que la única opción para ellos es regresar con sus familias.
"Casi no hay opción, la única opción es regresar. Algunos de ellos han pasado la mayor parte de su vida en Estados Unidos. Ellos son deportados a un país que ya no es el suyo, su país es Estados Unidos".
En el futuro, lamenta, Estados Unidos enfrentará un problema social muy fuerte, debido a que muchos niños y niñas vivirán sin el padre que fue deportado.
Nota de Silvia Garduño, enviada, Reforma, 11 de febrero.
0 Responses to "Regresan a un país que ya no es el suyo"
Publicar un comentario