Plantean desafíos en proceso de paz

OSLO.- Debido a los fracasos de las tres anteriores negociaciones entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), persisten las dudas sobre cómo se resolverán los temas más difíciles de los diálogos: el narcotráfico y el uso y tenencia de las tierras.

Analistas y expertos destacaron los puntos claves y sensibles que podrían poner en riesgo el proceso de paz cuya segunda fase iniciará hoy en Oslo.

Jaime Castro, analista político y ex Alcalde de Bogotá, dijo confiar en el proceso, pero destaca que existen motivos suficientes para pensar que se plantean más preguntas que respuestas por temas difíciles a superar.

"En primer lugar, el relacionado con el narcotráfico. ¿Cuál va a ser la decisión de los negociadores? Porque es indiscutible que el tráfico de droga no va a desaparecer, va a continuar. ¿Qué van a hacer las FARC frente a eso? ¿Lo van a combatir, se van a retirar, van a entregar a las autoridades las rutas?'', dijo Castro.

"Lo mismo ocurre con el tema agrario. Es indiscutible que las FARC en desarrollo del conflicto han asumido el control de miles y miles de hectáreas. ¿Qué va a pasar con ese tema?'', sostuvo.

La propiedad y tenencia de la tierra ha sido descrito comúnmente como uno de los factores que dio origen al conflicto armado interno en Colombia, un país de 114 millones de hectáreas de las cuales grupos no gubernamentales y funcionarios del Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos afirman que al menos 2 millones le fueron quitadas a los campesinos por grupos armados ilegales, 4 millones fueron abandonadas por sus propietarios por temor al accionar de esos grupos y entre 400 mil y 500 mil le fueron robadas al Estado mediante procesos fraudulentos en notarías y registros.

Por su parte, miembros de organizaciones no gubernamentales calificaron el proceso como un paso en la dirección correcta; sin embargo, señalaron que para el éxito de las negociaciones es necesario una desmovilización de la guerrilla y un cese al fuego.

"La solución es que todos los grupos armados se desmovilicen, porque es la única manera de terminar con el desplazamiento", dijo la secretaria general del Consejo Noruego para los Refugiados, Elisabeth Rasmusson, quien trabaja en Colombia desde 1993.

Martha Skretteberg, secretaria general de Cáritas Noruega, dijo que es necesario la inclusión de los millones de indígenas desplazados por grupos armados.

Además, ambas coincidieron en que en caso de que se consiga la paz, es necesario garantizar la igualdad de oportunidades.

"Creo que es importante que a los desplazados no sólo se les compense por lo que han perdido, sino que se respeten sus derechos ciudadanos, el del acceso a la educación, a la salud, al trabajo", manifestó Rasmussen.

Al final de 2011 había 3 millones 876 mil desplazados internos en Colombia, según el Gobierno, y 5 millones 281 mil, de acuerdo con la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES).

La diferencia se debe a que el Gobierno contabilizó a aquellos registrados durante la última década, mientras que la CODHES lo hizo desde hace 40 años.

Ayer, ambas delegaciones viajaron a Oslo y afirmaron que los diálogos empezarán hoy.

Agencias

Reforma, 17 de octubre.