Deja CEN morir solo al aspirante

NAUCALPAN.- El candidato panista a la Gubernatura mexiquense, Luis Felipe Bravo, vivió ayer las primeras horas de la jornada electoral en un ambiente de discreción.

Tras salir de su casa, en Bosques de Echegaray, para emitir su sufragio, el abanderado del blanquiazul celebró que no se reportaran incidentes en la apertura de las casillas en la entidad.

Cuestionado sobre si respetaría los resultados de la contienda, Bravo Mena esquivó el cuestionamiento sin perder la calma.

"No adelantaremos ninguna opinión al respecto, esperaremos a que termine la jornada y se haga el análisis. Por supuesto, hay que hacer el análisis integral de todo el proceso y, por lo tanto, no puedo adelantar ningún comentario al respecto", indicó el guanajuatense.

El candidato panista votó en la casilla básica número 2829, ubicada en Bosques de Echegaray, Municipio de Naucalpan.

Después de depositar la papeleta en la urna, Bravo Mena regresó a su casa, donde comió con su esposa, Teresa Tinoco, sus dos hijas, Teresa y Florentina, y sus nietos.

Alrededor de las 17:30 horas, el ex secretario particular del Presidente Felipe Calderón se dirigió hacia un hotel de Tlalnepantla, donde se instaló el centro de operaciones del PAN.

Con Bravo Mena estuvieron el dirigente estatal de su partido, Octavio Germán, el delegado del CEN, Javier Corral, y su coordinador de campaña, Alfredo Rivadeneyra.

Tal como ocurrió en el arranque y cierre de su campaña, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, no acompañó al candidato de su partido en la entidad.

Algunos panistas argumentaron que Madero estaría en la sede nacional de su partido, desde donde daría los pormenores de los comicios del Estado de México, Coahuila, Nayarit e Hidalgo.


Lorena Morales, Reforma, 4 de julio.