“No habrá multa o sanción que nos impida ejercer el derecho constitucional de la manifestación”, advirtió el ex jefe de Gobierno del DF, quien señaló que la libertad y la justicia no se imploran, se conquistan, “y por eso vamos a ejercer siempre nuestro derecho a manifestarnos”.
Desde el Zócalo de la Ciudad de México, y al igual que el pasado jueves 18 en Jalisco, el perredista se dijo también dispuesto al diálogo y al acuerdo. Planteó que este proceso podría llevarse a cabo desde el Poder Legislativo, donde están representadas todas las fuerzas políticas del país, y desde el mismo Congreso podría convocarse al resto de la sociedad.
Ante miles de sus seguidores que se congregaron en la Plaza de la Constitución, luego de la marcha que partió del Ángel de la Independencia al Zócalo, el tabasqueño dijo aceptar que se construya un acuerdo, siempre y cuando se convenga cambiar la política económica, y dio a conocer lo que llamó un “plan anticrisis” de cuatro puntos para enfrentar la difícil situación económica que atraviesa el país y evitar su agravamiento.
El plan consiste en fortalecer la producción interna para evitar un mayor desempleo y reducir el déficit comercial, aumentar la producción para depender menos de las importaciones de gasolinas y alimentos, reducir en 200 mil millones de pesos el gasto superfluo del gobierno y destinar 200 mil millones más de los excedentes petroleros para financiar, con esos 400 mil millones, proyectos de alto impacto económico.
Dada a conocer su propuesta, López Obrador dejó en claro: “Nosotros estaríamos dispuestos a llegar a un acuerdo con nuestros adversarios si se cumple con este plan anticrisis” y con las propuestas que dio a conocer el pasado 15 de septiembre: la destitución de los titulares de Gobernación, Seguridad Pública y PGR.
Además, condicionó, si se hace el compromiso de retirar en definitiva las iniciativas de privatización de Pemex y a cambio de ello se apoya el programa de acción inmediata para el fortalecimiento de la paraestatal.
Al respecto, anunció que solicitará a los legisladores del Frente Amplio Progresista presenten a sus homólogos de otros partidos el plan anticrisis y aclaró: “Se trata de algo serio que exige voluntad, compromiso y responsabilidad de todos, por lo que es obvio que no aceptaremos la simulación ni el engaño”.
Acto seguido advirtió: “si nuestros adversarios optan por seguir haciendo la política de siempre, en la que sólo cuentan los intereses de una minoría y no las demandas y aspiraciones del pueblo, de una vez les decimos que sigan su camino, que nosotros vamos a continuar ejerciendo el legitimo derecho de construir una política más justa, más humana y más igualitaria”.
Pero también pidió a los asistentes estar atentos a cualquier llamado por si Calderón y las cúpulas del PRI y del PAN insisten en aprobar un dictamen que privatice la industria petrolera.
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