Milanés: “No soy fanático” castrista

El cantautor cubano Pablo Milanés, de gira por Estados Unidos, propuso que el diario oficial Granma publique íntegramente su controversia con un periodista de Miami sobre temas explosivos en la isla y advirtió que al regresar a La Habana no admitirá que otros intelectuales y funcionarios “me susurren más al oído: ‘estoy de acuerdo contigo… pero ¡imagínate!’”. “Mis 53 años de militancia revolucionaria me otorgan el derecho, que muy pocos ejercen en Cuba, de manifestarme con la libertad que requieran mis principios y esa libertad implica que no tengo ningún compromiso a muerte con los dirigentes cubanos, a los que he admirado y respetado, pero no son dioses, ni yo soy fanático”, agregó Milanés en carta pública que trascendió desde ayer por internet en el país caribeño. La polémica generada por la visita de Milanés a Miami, donde la extrema derecha destruyó sus discos con una aplanadora y trató de anular a gritos el primer concierto en medio siglo que el trovador realizó el sábado pasado, involucra incluso a otras personalidades de la música internacional como Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, otrora partidarios de la Revolución cubana y hoy en una posición crítica al gobierno isleño. La controversia subió de tono luego de que el periodista de origen cubano radicado en Miami, Edmundo García, condenara las declaraciones de Milanés a medios en esa ciudad, que sistemáticamente estigmatizan a la revolución, como Radio y Televisión Martí, financiadas por el Departamento de Estado de EU. García dijo que a Milanés le “pasará como a (Barack) Obama, que tratando de complacer a una derecha que nunca lo aceptará ha enajenado su base. Al presidente le dio el poder, y a Pablo, le dio la fama”. “Edmundo, estás equivocado, soy yo el que me sirvo de esos periódicos para que difundan las entrevistas que en Cuba me están negadas (…); es más, como un punto de partida planteo que tu panfleto y esta carta se publiquen en el Granma y que el pueblo las lea”, replicó Milanés. Añadió que cuando ve “que unas señoras vestidas de blanco protestan en la calle y son maltratadas por hombres y mujeres, no puedo por menos que avergonzarme e indignarme”. Eso “no implica que esté en desacuerdo con Fidel (Castro) y tampoco implica que esté de acuerdo con las Damas de Blanco”, dijo en alusión a uno de los grupos opositores en Cuba más conocidos en el exterior. Las palabras y la actuación de Milanés en Miami, prácticamente sin repercusión en medios de La Habana, tuvieron como matriz un llamado permanente a “la reconciliación entre cubanos” dentro y fuera de la isla. No obstante, sectores del exilio más radical de Miami dijeron que su presencia “no fue más que el fiel reflejo de la dictadura que representa”. “Yo no estoy arrepentido de incinerarme solo en mi actitud, pero es triste y vergonzoso que haya un silencio cómplice tan funesto (...), estas conductas, una en Miami y otra en La Habana, increíblemente al final convergen en su propia contradicción”, dijo el cantante, quien desde hace años radica con su familia en España. Milanés es uno de los fundadores, junto con Silvio Rodríguez, del movimiento de la Nueva Trova en Cuba en 1960 y creador de temas emblemáticos como Yolanda, El breve espacio y Canción por la unidad latinoamericana. *** Disidentes denuncian detenciones La disidente Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) denunció ayer al menos 28 detenciones de opositores en las últimas cinco semanas en varias provincias del este de la isla y “acciones de represión política”. El portavoz de la Comisión, Elizardo Sánchez, denunció en un comunicado que el pasado domingo 28 se produjo una de esas acciones en la vivienda del opositor Marino Antomachit, en la localidad de Palma Soriano (provincia de Santiago de Cuba), donde se efectuaba una vigilia en protesta por “diversos actos de brutalidad policial”. Según Sánchez, “tropas antimotines del ministerio del Interior dotadas de toda la parafernalia propia de tales estructuras represivas maltrataron a unas 30 personas allí congregadas”. Sánchez consideró que “la medida es bastante drástica” y responsabilizó al gobierno del general Raúl Castro de esos hechos. La Habana. Manuel Juan Somoza, Milenio, 31 de agosto.