Irrumpen matracas y tambores

Con porras, tambores, matracas y banderitas, sindicatos priistas del Estado de México llegaron ayer a la sede del Senado para protestar contra la reforma laboral.

Encabezados por líderes que lucían traje y anchos relojes, los manifestantes se plantaron afuera de la Cámara alta sin impedir el ingreso de los legisladores al salón de plenos.

Fue una manifestación al estilo del viejo sindicalismo, con reparto de playeras, mantas con consignas ya elaboradas, lonches y amenizada con tamborazos.

Algunas gorras y playeras aún tenían la leyenda "Peña Nieto Presidente", de las que se repartieron durante su campaña.

"Ay, ay, ayayay, caaanta y no lloreees", coreaban los integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de los Poderes, Municipios e Instituciones Descentralizadas del Estado de México (Suteym).

También pasaron lista la Confederación Regional Obrera (CROM), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la Confederación de Obreros, Campesinos y Empleados del Estado de México (COCEM), la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC) y otros gremios adheridos al Congreso del Trabajo, que dirige el cetemista Joaquín Gamboa Pascoe.

Los sindicalistas arribaron a las 8 de la mañana a la sede legislativa, cercada por más de 2 mil efectivos de la Policía capitalina y elementos de las Fuerzas Federales de Apoyo de la Policía Federal.

Apenas llegaron, comenzaron las porras en defensa de la autonomía sindical y bravatas contra la reforma que se discute en el Senado.

Durante cuatro horas cantaron, lanzaron consignas, pidieron unidad y llamaron a sus líderes, que desayunaron en un Vips, a no aceptar la reforma laboral.

"¡No pasará, la reforma laboral!", "¡Ni un paso atrás!", "¡Rechazo total a la reforma laboral!", gritaban unos.

Otros descansaban en las jardineras, desayunaban tamales o tacos. Algunos más tomaban distancia de la manifestación.

"Esos que pasan lista y se van, no chinguen", les gritaban.

 
HASTA EL PARO NACIONAL
 
Los líderes fueron recibidos por el senador priista Ernesto Gándara, presidente de la Comisión del Trabajo, a quien entregaron un documento donde reiteran su rechazo a la reforma laboral y defienden la autonomía sindical.

"Se les expuso que no podemos permitir una ley hecha por capricho de empresarios y panistas. Se les expuso que no venderemos a la clase trabajadora y que llegaremos a una huelga nacional de ser necesario", dijo al salir Abel Domínguez, líder de la CTC, ante los sindicalizados.

Rodolfo González, de la CROM, sostuvo que la reforma que se discute en el Senado afecta de manera directa las jubilaciones y pensiones de los trabajadores del País.

"Se les dejó en claro que no se deben entrometer en la vida interna de cualquier sindicato", aseveró.

El croquista Roberto Monroy pidió a los agremiados estar pendientes ante nuevas movilizaciones e incluso un paro nacional.

"Tengan confianza de que la reforma laboral no pasará. No nos van a engañar con la reforma que afecta nuestro intereses, pero estemos pendientes, no nos cansemos", exhortó Omar Velázquez, líder el Suteym.

Incluso aseguró que la reforma abre camino a la desigualdad y a la pobreza de los trabajadores.

"Sabemos vivir nuestra autonomía como sindicatos y nadie debe transgredir nuestra vida interna. Esa reforma laboral abre camino a la desintegración de los sindicatos y a los trabajadores nos hará más pobres", remató el dirigente.

Benito Jiménez, Reforma, 12 de octubre.