En las múltiples entrevistas que ayer le hicieron, Korrodi repitió que durante la campaña presidencial de 2000, los Fox estaban en quiebra —"Vicente era mal empresario", aseveró— y que sus propiedades "no tienen un origen legítimo".
No se quedó allí. Una y otra vez repitió que él pagaba las tarjetas de crédito a Marta Sahagún durante la campaña presidencial de 2000 y le compró una camioneta a Vicentillo para que se moviera. El arquitecto financiero de los Amigos de Fox ya aceptó la invitación que le hizo el Congreso. Korrodi era íntimo del ahora ex presidente. ¿Qué agravios traerá para balconearlo así?
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 20 de septiembre.
Insultante es la riqueza exhibida por Vicente Fox y Marta Sahagún en la remodelación de su rancho. ¿De dónde salieron los millones de dólares que costó la obra si, como dice Lino Korrodi, no tenían ni para pagar a la servidumbre? Ello amerita una investigación…
Martín Moreno, “Archivos del poder”, Excélsior, 20 de septiembre.
Las interrogantes en estos casos de presumible corrupción de Vicente Fox durante su mandato, denunciados públicamente por Lino Korrodi, son: ¿Por qué se tardó más de tres años en exhibirlo? ¿Por qué no se atrevió a acusarlo cuando estaba en funciones? ¿Por qué no dice los nombres y apellidos de los empresarios a quienes les vendió esos favorcitos? ¿Por qué...? Bueno, tampoco es para tanto; si nada más quiero ponerle unos "calambres" para ver si suelta lo que me corresponde, podría responder el denunciante, quien siempre presumió no sólo de la amistad de Fox, sino de "conocerlo a fondo", tan a fondo, que algunos de sus colaboradores se atrevían a decir que "le esculcaba el cerebro". Recuerdo aquella entrevista publicada hace unos cuatro años -dice uno de aquéllos- donde Lino Korrodi decía: "Vicente Fox es una gente muy tolerante y una gente que escucha, que es una de las cualidades más grandes que yo siempre le he visto al presidente y a mi amigo Vicente Fox. A veces me resulta respondón, para lo cual yo tengo que estar preparado de alguna manera... Otra de las cualidades que tiene el presidente Vicente Fox, es que es una gente bien aterrizada; una gente a quien no lo marea el poder; una gente que sabe escuchar; él es así y la gente no lo entiende. ¿Por qué? Porque tenemos una cultura de un presidencialismo atroz, fatal..."
Luis Soto, “Agenda confidencial”, El Financiero, 20 de septiembre.
Manlio Fabio Beltrones, de pasada, nos comenta que el ex presidente le debe al pueblo de México una explicación, por las suntuosas propiedades, que antes eran modestas, pero que al paso de Los Pinos se convirtieron en ranchos envidiables. Se ven grandes cantidades de dinero que deben corresponder con la declaración de bienes de Fox.
Y los perredistas, a través de Carlos Navarrete piden una explicación amplia al ex secretario de la Función Pública, Eduardo Romero, pues de acuerdo a declaraciones del propio Korrodi, se sabe que ayudó a los Fox a arreglar las cuentas fiscales.
Por lo mismo, nos explica Navarrete, que la Secretaría de la Función Pública, a cargo de Germán Martínez, debe dar a conocer toda la información para evitar caer en complicidades.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 20 de septiembre.
Publícalo pero no se lo cuentes a nadie.
La pareja (ex)presidencial, Vicente Fox y Martha Sahagún, no dejará la ruta del escándalo por más que pretenda seguir en el sha-la-la.
Los únicos que continúan viviendo en Foxilandia son ellos y algunos de sus amigos del primer círculo, que mantienen el adoratorio y siguen llamándole "presidente".
Más allá de las declaraciones lapidarias que hizo Lino Korrodi de Chente y Marthita, existen varios pendientes de la conducta poco republicana y hasta gandalla en el manejo del poder.
Es más, si en realidad Germán Martínez Cázares aspira a competir en serio por la dirigencia nacional del PAN, debería desentrañar el sospechosismo que hay sobre los manejos indebidos de los recursos públicos en el sexenio foxista antes de dejar la Secretaría de la Función Pública.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 20 de septiembre.
El precio de la traición. Pero no sólo vino el recordatorio de Proceso: vino también el del ex "Amigo de Fox", Lino Korrodi. Dice que sí tiene todas las pruebas en la mano el hombre que era de toda la confianza de Vicente Fox. Así que también habló Korrodi, quien hace un par de años escribió el famoso libro Me la jugué y que se sintió traicionado por el entonces Presidente, al acusársele por malversar fondos para la campaña foxista. Asegura tener copias de los cheques que fueron depositados en la cuenta de El Cerrito, para demostrar que la pareja se hizo de una gran cantidad de recursos propiedad de la nación —es decir, de los mexicanos—, con el fin de "remodelar" su casa y construir lo que será el orgullo de Chente Fox, el Centro Fox para crear, como el ex presidente estadunidense Bill Clinton, su respectiva biblioteca, con miras a atender a 300 usuarios, tener tres millones de documentos para consulta y hasta una cafetería- restaurante. ¿Será obra de la casualidad que muestren hasta ahora el rancho? Seguramente no, esperaron a que, como dicen por ahí, primero se calmaran las aguas con el asunto de los hijos de Marta, su salida de Los Pinos y, ahora sí, mostrar su lujoso rancho para de esta manera, según se dice comúnmente en política, vacunarse contra cualquier posible golpe en ese ámbito.
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 20 de septiembre.
Agradecemos a todas las personas e instituciones que con tanto entusiasmo colaboran en sus diferentes áreas tanto académicas como culturales, de investigación y documental, que permitan transparentar para todos la Administración del Presidente Fox, concluye el texto de respuesta de Fox dirigido a la opinión pública, luego de la "balconeada" que le puso Korrodi.
¿Tú le crees a Vicente Fox? ¡Cómo vamos a creerle a ese cínico y sinvergüenza! Responde la misma opinión pública y la sociedad indignada, incluidos aquellos que votaron por el cambio y que creyeron que éste no era como algunos expresidentes priistas, que cuando llegaron a Los Pinos eran pobres y salieron "forrados de billetes", junto con sus parientes.
Luis Soto, “Agenda confidencial”, El Financiero, 20 de septiembre.
Por eso no se vale que Lino Korrodi, quien no ha tenido la decencia de presentarnos a Carlota Robinson, nos salga con que el ex presichente es un miserable, un canalla y un mal mexicano. Un hombre de su estatura moral que tiene como héroes a los cristeros y que dice que todos los que lo acusen de trácala comerán chicharrón, mientras se pasea en su humilde rancho en una Hummer, no puede ser sino un alma de Dios.
Como quiera que sea, cuando escuché las flamígeras declaraciones de Korrodi me quise comer un bolillo para el susto, pero ya valía más que un spot político. A ver, ¿por qué no subieron el precio de los uniformes militares en tallas grandes? Gracias a los buenos oficios del calderonismo, el PAN está a la baja pero el bolillo se puso delicatessen. Y por si fuera poco nos quiere cobrar el agua como si fuera Perrier.
Jairo Calixto Albarrán, “Política Cero”, Milenio, 20 de septiembre.
Fue Lino Korrodi, cercanísimo ex colaborador-amigo de ellos, quién lanzó el primer dardo. Que es cínica y descarada la fortuna que presumen. Considera que Fox fue pésimo empresario, y que hay pruebas de que recurrió al IPAB.
Relata que antes de que fuera presidente, el mentado rancho estaba en malas condiciones. Ni dinero tenía para darle mantenimiento. ¡Imagínese! Y más:
—La servidumbre se la pagamos nosotros.
Al igual que la American Express de Marta, dice su ex amigo
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 21 de septiembre.
“Esta no se la va a acabar”, nos dice quien estuviera en una subsecretaría en Gobernación. Pero quien está a su lado, insiste, le hace mucho daño, qué necesidad tenía de salir en estos momentos a presumir su “fastuoso rancho”. Hay muchas dudas que se requieren aclarar, pero yo todavía confío en el ex presidente.
Por cierto que al llegar al Senado, Ramón Muñoz, el “cerebro gris de Fox”, el autor de muchos “desaguisados”, intentó esconderse de los reporteros, como siempre lo hizo en Los Pinos. Este político fue acusado por el publicista Lino Korrodi, de buscar apoyos para su jefe y no lo hizo en forma muy ortodoxa. Ayer, salió despavorido, no quería saber nada de la prensa.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 21 de septiembre.
—¿Cuánto dinero manejaron los amigos de Fox, de dónde venía y bajo cuáles promesas de futuro rendimiento? Se lo pregunto a Lino Korrodi, promotor de esa campaña. No me contesta, me remite a su libro y en su obra la vaguedad se enseñorea en el método de romper con toda sintaxis comprensible. Pero hay unas líneas importantes sobre las cuales se montó la tolerante argumentación de todo aquel tiempo:
“¿Acaso no hay asuntos de mayor trascendencia que merecen toda la atención de los medios… por qué los medios nunca pusieron en tela de juicio el respaldo económico de campañas que se pagaban con recursos de las arcas públicas…?”.
Y bajo esa amplia sombrilla, de la “corrupción comparada”, todo se permitió, todo se hizo con la protección del disimulo pues la cruzada no podía detenerse: sacar al PRI de Los Pinos con el auxilio de Ernesto Zedillo quien todo lo allanó, todo lo favoreció; justificaba no importa cual procedimiento, era mandato divino. La vista gorda se adueñó de todos los ojos. No se sabe siquiera si el oro se usó todo para la campaña o parte de él se extravió en el camino.
Mas no se iba a detener la nación en minucias de divisas sucias o foráneas; no podían las irrelevancias legales frenar la llegada de la democracia, de la alternancia, ni mucho menos impedirle a la derecha el sueño largamente acariciado desde el fusilamiento de Maximiliano: llegar a la presidencia de manera abierta y jubilosa.
Rafael Cardona, “El cristalazo dominical”, Crónica, 23 de septiembre.
Y en ese engaño monumental, una gran parte de la responsabilidad la tiene nada menos que Lino Korrodi, el eficaz arquitecto de la estructura financiera de ese producto mercantil, el constructor de ese “bulto” que por seis años mal gobernó al país, y quien hoy se erige en la conciencia crítica y demoledor de la imagen de Vicente Fox. ¿Por qué Lino Korrodi? Porque conoce, como pocos, los secretos de escándalos como Amigos de Fox, porque fue no sólo el arquitecto, sino el albañil de esa obra. Y porque fue traicionado. Dice el señor Korrodi que no le interesaba ser parte del gobierno de Fox, pero en realidad muestra su enojo por lo que él llama “la gran traición”. Sí, fue traicionado por Fox, porque no recibió la paga que creía merecer. Pero el señor Korrodi no sabe que si cae Fox, él mismo será arrastrado.
Y es que tanto la ex “pareja presidencial” como el señor Korrodi, entre muchos otros sobrevivientes del foxismo, se han convertido en un lastre, un pesado lastre para el gobierno de Calderón. Y a Calderón, ya lo vimos, no le tiembla la mano para cortar cabezas. Al tiempo
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 23 de septiembre.
Korrodi ha insistido en que se investigue el origen de la riqueza de Fox, pues como una de las personas más cercanas a él antes de su llegada a la Presidencia y al menos durante la mitad de ese ejercicio, está indignado de la prosperidad de su ex amigo (que hizo pagar con fondos públicos la deuda con los abogados de Amigos de Fox que se reclamó el año pasado a él y a Korrodi mismo). Independientemente de los móviles del también ex ejecutivo de Coca- Cola al mostrar evidencias del enriquecimiento de Fox, lo cierto es que el ex Presidente, que llegó al Ejecutivo mediante un financiamiento paralelo ilegal, mostró al ser abusivo con sus amigos una voracidad que junto con su esposa niega sin aportar la información necesaria -no las proclamas sobre su propia honestidad- que precise la evolución de su patrimonio. Frente a esa falta de escrúpulos carece de base el alegato de panistas que recuerdan, como si fuera una excusa para proceder en la misma dirección, que los ex presidentes priistas sí que se enriquecieron. En una materia susceptible de ser cuantificada claro que cuentan los grados de la corrupción, pero no la justifican. Es tan ladrón quien roba un millón de pesos como el que roba 100 millones.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 23 de septiembre.
Poner a Fox en la picota sería reconocer públicamente la derrota moral e histórica de la derecha y de pasadita darle más armas a la izquierda de todos tan temida. Implicaría descalificar toda una tradición de lucha “cívica” de los panistas (del civismo al cinismo hay poco trecho) en pos de un poder restaurador de la dignidad nacional frente a la “familia revolucionaria” y nos llevaría a admitir lo ya sabido: la corrupción no es una condición sino una aspiración y sobre todo, una oportunidad.
—“Pónganme donde hay”—, decía la frase de antaño.
Y cuando al PAN lo pusieron donde hay, las consecuencias quedaron a la vista. El partido se hizo el disimulado cuando operaba el amorfo e indefinible grupo de los “Amigos de Fox” y no dudó en mezclar los “negros” capitales con sus prerrogativas y diluir las responsabilidades en un enredo por el cual hoy Lino Korrodi —colgado de la brocha—, se siente como el Conde de Montecristo, sediento de venganza.
Las patas de ese trípode fueron: “Amigos de Fox”, “Vamos México” y el Partido Acción Nacional. Y en el centro, Vicente el impetuoso como distribuidor de poderes y otorgante de concesiones múltiples. Todo lo demás es una consecuencia, una lamentable consecuencia sexenal.
Rafael Cardona, “El cristalazo dominical”, Crónica, 23 de septiembre.
Fox no entiende que ya no es presidente, que sus actitudes se entienden como pavonearse de su riqueza y eso lastima en un país tan pobre y desigual, que hay muchas voces que dudan de la legalidad de su fortuna y la de su familia política en particular. Fox no entiende que un político que presume su fortuna ofende a todos aquellos que durante su gobierno, vieron su situación empeorar.
Fox no entiende que importa poco lo que diga el esquizofrénico de Lino Korrodi o sus miles de detractores en la clase política, el problema no son ellos con sus pugnas intestinas y sus revanchas. No, lo que calienta es que él sea un cínico.
Luciano Pascoe, “La zanahoria del caballo”, Crónica, 23 de septiembre.
Nuestro presidente Vicentenario mandó cartita. Que no es cierto todo lo que se dice (y se ve, añado, después de leer Proceso) de su presunto enriquecimiento… lamentablemente muy explicable (justificable es algo diferente).
“El que nada debe, nada teme”, firma junto con su pareja presidencial y vocera Marta de Fox.
¿Cóooomo —escriben airados— es posible que le creamos más a Lino Korrodi que a ellos? ¿Tiene Lino, se preguntan, más “autoridad moral”?
Mmm. Eso está como para pensarse.
Continúa la carta: que lo que se ve en las fotos no es un lago artificial, sino un “estanque natural de riego”.
Y algo bien importante, que si el rancho (o los ranchos, tres) está mejor sólo es por algo “digno que simplemente refleja el mejoramiento al que todas las familias tienen derecho”.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, 24 de septiembre.
Las cámaras y los micrófonos son adictivos. Vicente y Marta, Marta y Vicente no soportan estar lejos de ellos. El problema es cuando de las fotos pasan a las declaraciones, cuando tienen que hablar. La falta de preparación, esto es de disciplina, estudio, conocimientos y más aún de buena educación, se hace evidente.
“Que coman chicharrón”, lanza desafiante Vicente Fox ante la pregunta sobre posibles cuestionamientos a su honestidad frente a las fotografías de una flamante casa de la que ellos abren la puerta, a la que ellos dos llaman la atención, al propiciar un reportaje gráfico aparecido en una revista de sociales.
Indignada, Marta agrega: “¿Qué acaso Lino Korrodi tiene mayor autoridad que Vicente Fox?” en una carta firmada por la pareja y escrita ¿por quién? ¿a cuatro manos? o por ella, la señora esposa de un veterinario golpeador en Celaya y madre de tres muchachos que no tuvo educación formal porque estaba, eso, dedicada a su hogar, pero quien ejerció el cargo de vocera presidencial con base en la cercanía con su jefe, hoy su marido.
Rossana Fuentes Berain, El Gráfico, 25 de septiembre.
El más famoso de los portavoces en Los Pinos —gracias a la parodia que de él hicieron en el programa El privilegio de mandar— está particularmente indignado con el vuelo que los medios le han dado a Lino Korrodi, el arquitecto financiero de los Amigos de Fox y hoy su peor enemigo.
"¿Por qué ahora, al margen de que en su momento se le juzgó por no ser de una contextura moral particularmente sólida, el señor Korrodi pasa a ser sólido moralmente?" Se pregunta el ex colaborador de Fox. Y sugiere que detrás del escándalo hay un "manejo mediático" que no corresponde a la realidad, sino a un guión de intereses.
"No me atrevo a plantear la teoría del complot, no tengo los elementos, pero tampoco lo descarto. Sí puedo ver cómo se articulan elementos, en razón de un guión previamente establecido. Pero, en todo caso, si hay algo que perseguir, que se haga en las estructuras institucionales", remató Rubén.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 26 de septiembre.
POR MÁS que Vicente Fox mande a "comer chicharrón" a sus críticos, la realidad es que el ex Presidente anda preocupado.
TAN ES ASÍ que quienes lo han visto en estos días dicen que, junto con Marta Sahagún, está muy movidito buscando una mano amiga.
DE HECHO el lunes que la Cámara de Diputados aprobó la creación de una comisión especial investigadora, se dice que Fox fue a Los Pinos para reunirse con Felipe Calderón.
CAUSALMENTE después de eso el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, salió a decir que metía las manos al fuego por Fox... aunque no por su señora.
UN DATO INTERESANTE es que al parecer los Fox andan buscando a alguien que sirva de puente para acercarlos con Lino Korrodi, pero hasta ahora nadie ha aceptado el encargo.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 28 de septiembre.
En Los Pinos les llegó el agua al cuello. En San Lázaro se integró una comisión que investigue el enriquecimiento ostensible de Vicente Fox y los muchos delitos atribuidos al ex presidente y a sus familiares. La metamorfosis de los amigos de Fox hizo de las orugas alacranes: Lino Korrodi denuncia dineros mal habidos y contribuciones de ricos en pago de favores recibidos; está en su naturaleza, en la de todos los que se suben al lomo del sapo para cruzar el río sexenal y llegar a la otra orilla, al jardín de las delicias en cuyos prados pasean los de “la pequeña y arrogante oligarquía.” Con el agua al cuello, decidieron alejar la amenaza del que presumía haber sacado al PRI de Los Pinos. Felipe Calderón es político de oficio, conocedor del poder que da y quita
León García Soler, “A la mitad del foro”, La Jornada, 30 de septiembre.
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