La juez da inicio al alegato de apertura. De inmediato el Fiscal se levanta, se presenta, y comienza a exponer las razones por las que un individuo debe permanecer encarcelado.
El representante de la Procuraduría luce nervioso, sus manos no dejan de moverse, hace largas pausas entre frase y frase, y su cuerpo está completamente rígido; tampoco gesticula o dirige su mirada a la impartidora de justicia.
Su relato es consistente, y apenas convence al público. Relata que dos hombres acuden a tomar "algunas copas" a un establecimiento del Centro Histórico. Ahí permanecen por espacio de cuatro horas.
Salen y abordan un taxi. Al descender un hombre les pide un cigarrillo y después se escucha un disparo. Una vecina alcanza a ver que un hombre lleva chamarra roja, jeans y tenis blancos.
La Policía detiene al presunto responsable al día siguiente.
Toca el turno a la defensa del acusado.
"Mi cliente es inocente porque al momento de los hechos se encontraba con su novia, en su casa, y por eso no pudo cometer el delito que le imputan", señala con autoridad y sin titubeos.
La litigante hace una exposición más clara, con menos pausas, y más detalles sobre las pruebas de su defensa. Modula la voz, se dirige siempre a la juez, y utiliza poco el lenguaje corporal. Se da por terminada la audiencia y el ejercicio concluye.
Con este tipo de ejercicios reales, la Procuraduría General de Justicia del DF capacita a sus agentes del Ministerio Público en la práctica del juicio oral, como parte de las reformas constitucionales en materia penal.
El objetivo, señala la instructora Diana Cristal González Obregón, es que comprendan las reglas del nuevo sistema y aprendan las técnicas más adecuadas para enfrentar un careo, hacer cuestionamientos, presentar alegatos o sostener una argumentación jurídica.
"Yo les digo que tienen que cambiar su chip. En las prácticas les cuesta muchísimo cambiar la mentalidad, pero es muy interesante ver cómo con las prácticas comienzan a entenderlo, a asimilarlo y aplicarlo", dice.
La instructora del Instituto de Formación Profesional de la PGJDF comenta que este tipo de capacitación integral comprende 40 por ciento teoría y 60 por ciento práctica. Todas las clases se imparte en la sala de juicio oral.
Además de las prácticas, regularmente precedidas de un ejemplo proyectado en video, se estudia la reforma penal internacional, las diferencias de los sistemas de enjuiciamiento; los pasos del nuevo modelo y los beneficios de la oralidad.
"Hacemos hincapié en las técnicas, por ejemplo en la etapa del juicio oral al hacer un interrogatorio se sugiere hacer preguntas abiertas, no sugestivas, y que expliquen claramente el caso. Es difícil porque están acostumbrados a los intermediarios o a la lectura del expediente", menciona.
Las bondades
Estas son algunas ventajas de los juicios orales:
· Es un sistema respetuoso de los derechos de la victima y del acusado.
· Las audiencias permiten un juicio organizado y eficiente.
· Hace rápido y transparente el proceso.
· Hay contacto directo entre juez, Ministerio Publico, victima, defensor e imputado.
· Se aplica la imparcialidad al existir dos tipos de jueces.
El representante de la Procuraduría luce nervioso, sus manos no dejan de moverse, hace largas pausas entre frase y frase, y su cuerpo está completamente rígido; tampoco gesticula o dirige su mirada a la impartidora de justicia.
Su relato es consistente, y apenas convence al público. Relata que dos hombres acuden a tomar "algunas copas" a un establecimiento del Centro Histórico. Ahí permanecen por espacio de cuatro horas.
Salen y abordan un taxi. Al descender un hombre les pide un cigarrillo y después se escucha un disparo. Una vecina alcanza a ver que un hombre lleva chamarra roja, jeans y tenis blancos.
La Policía detiene al presunto responsable al día siguiente.
Toca el turno a la defensa del acusado.
"Mi cliente es inocente porque al momento de los hechos se encontraba con su novia, en su casa, y por eso no pudo cometer el delito que le imputan", señala con autoridad y sin titubeos.
La litigante hace una exposición más clara, con menos pausas, y más detalles sobre las pruebas de su defensa. Modula la voz, se dirige siempre a la juez, y utiliza poco el lenguaje corporal. Se da por terminada la audiencia y el ejercicio concluye.
Con este tipo de ejercicios reales, la Procuraduría General de Justicia del DF capacita a sus agentes del Ministerio Público en la práctica del juicio oral, como parte de las reformas constitucionales en materia penal.
El objetivo, señala la instructora Diana Cristal González Obregón, es que comprendan las reglas del nuevo sistema y aprendan las técnicas más adecuadas para enfrentar un careo, hacer cuestionamientos, presentar alegatos o sostener una argumentación jurídica.
"Yo les digo que tienen que cambiar su chip. En las prácticas les cuesta muchísimo cambiar la mentalidad, pero es muy interesante ver cómo con las prácticas comienzan a entenderlo, a asimilarlo y aplicarlo", dice.
La instructora del Instituto de Formación Profesional de la PGJDF comenta que este tipo de capacitación integral comprende 40 por ciento teoría y 60 por ciento práctica. Todas las clases se imparte en la sala de juicio oral.
Además de las prácticas, regularmente precedidas de un ejemplo proyectado en video, se estudia la reforma penal internacional, las diferencias de los sistemas de enjuiciamiento; los pasos del nuevo modelo y los beneficios de la oralidad.
"Hacemos hincapié en las técnicas, por ejemplo en la etapa del juicio oral al hacer un interrogatorio se sugiere hacer preguntas abiertas, no sugestivas, y que expliquen claramente el caso. Es difícil porque están acostumbrados a los intermediarios o a la lectura del expediente", menciona.
Las bondades
Estas son algunas ventajas de los juicios orales:
· Es un sistema respetuoso de los derechos de la victima y del acusado.
· Las audiencias permiten un juicio organizado y eficiente.
· Hace rápido y transparente el proceso.
· Hay contacto directo entre juez, Ministerio Publico, victima, defensor e imputado.
· Se aplica la imparcialidad al existir dos tipos de jueces.
Antonio Baranda, Reforma, 15 de septiembre.
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