AMLO: Si pierdo y la elección es limpia, no habrá revueltas callejeras ni violencia

Andrés Manuel López Obrador se dijo dispuesto a firmar cualquier pacto de unidad y protección a víctimas de la violencia a favor de los derechos humanos, pero sostuvo que lo que realmente se requiere es un cambio de fondo en el régimen.

“Urge cambiar al régimen que es el principal violador de los derechos humanos y principal generador de este ambiente de violencia”, dijo.

Los ciudadanos, estableció, están cansados, hartos y existe un proceso de degradación progresivo que ha llevado a muchos a perder la fe y pensar que no hay salida.

El tabasqueño aseguró que no habrá violencia o revueltas callejeras en caso de que pierda las elecciones presidenciales aunque pidió que la elección sea limpia y libre.

“La noche del 1 de julio y al día siguiente va a ser un ambiente de fiesta nacional para nosotros. La gente va a salir a las plazas. Toco madera, si fuese el caso del PRI, no hay fiesta, cuando gana el PRI no hay fiesta, es como un velorio”.

Dijo que no se arrepiente de haber militado en el PRI y se deslindó de la historia y postulación de Manuel Bartlett, luego de las críticas que recibió de Javier Sicilia.

“Se postuló por el PT y que él ha planteado que va a actuar de otra manera y que ha venido actuando de otra forma. Yo no puedo hacerme cargo de todo, yo me hago cargo de mi historia, de mis convicciones y me hago cargo de que ya no haya corrupción y que no vuelva a suceder hacia adelante. De eso me hago cargo”, se deslindó aunque fuera él quien lo apoyo para que le cedieran la candidatura al Senado.

—¿Se arrepiente de haber sido priista?

— No, no me arrepiento, porque pensaba yo entonces de que se podía democratizar al PRI, me di cuenta pronto que es muy difícil democratizar a un partido de Estado.

¿GUERRA SUCIA? En su conferencia de prensa matutina, el tabasqueño explicó que no aceptó que Javier Sicilia le diera un beso como lo acostumbra,  porque se trataba sólo de un asunto meramente mediático que no comparte.

No obstante, reprochó que cuando el líder del Movimiento por la Paz lo calificó de fascista y mesiánico, le recordó la guerra sucia del 2006.

“¿Por qué esos conceptos?, lo de autoritario, mesiánico, ¡no!, y yo quiero mucho a Javier, pero él no me conoce bien a mí”, se quejó.

Por ello, rechazó las críticas de Sicilia, y dijo que en su caso, sí tiene autoridad moral, por eso no lo pueden poner en el mismo costal.


Alejandro Páez, La Crónica, 30 de mayo.