El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, llamó a "no tener miedo a las mayorías" en el Congreso, y garantizó que de ganar las elecciones del 1 de julio próximo, no gobernará "a partir de imposiciones, sino a través de la construcción de consensos", porque en este México democrático "ya no caben las verdades absolutas", subrayó.
Al participar en la Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer 2012, Peña Nieto calificó de "acusaciones sin sustento", de sus adversarios Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, los señalamientos de que el PRI pactará con el narcotráfico en caso de recuperar la Presidencia.
"No tienen sustento (esas afirmaciones), son estrategias de una campaña negra", subrayó, al recordar que el combate al crimen organizado es una tarea irrenunciable del Estado mexicano.
Luego de exponer su proyecto de gobierno durante los 15 primeros minutos de su intervención, Peña Nieto respondió a diversas interrogantes de los consejeros de ese banco de diversas partes del mundo.
Ahí, afirmo que en "México no puede permitirse que en este siglo, en la era de la modernidad, de la globalización, la era digital, del conocimiento, tener a más de la mitad de su población en condición de pobreza".
También afirmo que México merece y exige que realmente este proceso democrático se viva en paz, se viva en orden y no dé lugar a la violencia.
En su discurso ante más de 500 consejeros bancarios, se comprometió a que en caso de ganar las elecciones del 1 de julio y logre una mayoría en el Congreso de la Unión, su gobierno no será impositivo, al considerar que estas acciones ya no caben en el México democrático. Y es que, expresó, eventualmente su gobierno buscará concretar acuerdos para sacar adelante las reformas que beneficiarían a los mexicanos.
"Es claro que la forma de hacer gobierno, no será de una óptica de imposición de lo que puede ser la verdad de un partido mayoritario, no cabe este estilo y esta forma en el México democrático. Cualquiera que sea el resultado, con mayoría y sin mayoría, es posible buscar a través de un liderazgo efectivo la construcción de acuerdos a partir de las coincidencias", ofreció.
El político mexiquense consideró que de hacer los cambios estructurales México podría insertarse en el mundo como una potencia económica, para dar a los mexicanos mayores oportunidades, pero sobre todo para potenciar el crecimiento económico en el país a la par de generar empleo que pudiera ser tres veces más de lo que hasta ahora se ha crecido.
Por ello, dijo que las reformas prioritarias e inmediatas a impulsar de llegar a la Presidencia de la República son la energética, laboral, hacendaria y, sobre todo, las orientadas a la modernización en la producción agropecuaria de México.
Aseguró que debe lograrse una reforma hacendaria integral con impuestos justos y que fortalezcan las finanzas públicas, misma que tiene que procurar mecanismos de mayor justicia social y de mayor apoyo a los sectores que no se han insertado a la actividad económica del país, acotó.
El Estado, expuso, debe invertir más en mecanismos que permitan una justa y equitativa repartición de la riqueza del país, ya que la diferencia del 10% que más ingreso tiene contra el 10% que menos tiene, es de 25 a 1, por lo que para revertir esa situación son necesarios instrumentos de política social para que el Estado mexicano procure una mejor distribución de la riqueza, uno de los cuales sería el Sistema de Seguridad Social Universal que ha propuesto a lo largo de su campaña.
Al participar en la Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer 2012, Peña Nieto calificó de "acusaciones sin sustento", de sus adversarios Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, los señalamientos de que el PRI pactará con el narcotráfico en caso de recuperar la Presidencia.
"No tienen sustento (esas afirmaciones), son estrategias de una campaña negra", subrayó, al recordar que el combate al crimen organizado es una tarea irrenunciable del Estado mexicano.
Luego de exponer su proyecto de gobierno durante los 15 primeros minutos de su intervención, Peña Nieto respondió a diversas interrogantes de los consejeros de ese banco de diversas partes del mundo.
Ahí, afirmo que en "México no puede permitirse que en este siglo, en la era de la modernidad, de la globalización, la era digital, del conocimiento, tener a más de la mitad de su población en condición de pobreza".
También afirmo que México merece y exige que realmente este proceso democrático se viva en paz, se viva en orden y no dé lugar a la violencia.
En su discurso ante más de 500 consejeros bancarios, se comprometió a que en caso de ganar las elecciones del 1 de julio y logre una mayoría en el Congreso de la Unión, su gobierno no será impositivo, al considerar que estas acciones ya no caben en el México democrático. Y es que, expresó, eventualmente su gobierno buscará concretar acuerdos para sacar adelante las reformas que beneficiarían a los mexicanos.
"Es claro que la forma de hacer gobierno, no será de una óptica de imposición de lo que puede ser la verdad de un partido mayoritario, no cabe este estilo y esta forma en el México democrático. Cualquiera que sea el resultado, con mayoría y sin mayoría, es posible buscar a través de un liderazgo efectivo la construcción de acuerdos a partir de las coincidencias", ofreció.
El político mexiquense consideró que de hacer los cambios estructurales México podría insertarse en el mundo como una potencia económica, para dar a los mexicanos mayores oportunidades, pero sobre todo para potenciar el crecimiento económico en el país a la par de generar empleo que pudiera ser tres veces más de lo que hasta ahora se ha crecido.
Por ello, dijo que las reformas prioritarias e inmediatas a impulsar de llegar a la Presidencia de la República son la energética, laboral, hacendaria y, sobre todo, las orientadas a la modernización en la producción agropecuaria de México.
Aseguró que debe lograrse una reforma hacendaria integral con impuestos justos y que fortalezcan las finanzas públicas, misma que tiene que procurar mecanismos de mayor justicia social y de mayor apoyo a los sectores que no se han insertado a la actividad económica del país, acotó.
El Estado, expuso, debe invertir más en mecanismos que permitan una justa y equitativa repartición de la riqueza del país, ya que la diferencia del 10% que más ingreso tiene contra el 10% que menos tiene, es de 25 a 1, por lo que para revertir esa situación son necesarios instrumentos de política social para que el Estado mexicano procure una mejor distribución de la riqueza, uno de los cuales sería el Sistema de Seguridad Social Universal que ha propuesto a lo largo de su campaña.
Luciano Franco, La Crónica, 30 de mayo.
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