La marcha contra la violencia que se efectuará en distintos puntos del país el próximo sábado no va a cambiar de la noche a la mañana la situación delictiva y tampoco tiene como fin “cortar cabezas de funcionarios si las cosas no mejoran en los 100 días acordados como plazo”, señaló María Elena Morera, presidenta de la organización México Unido contra la Delincuencia.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Morera advirtió que “en 100 días no vamos a ver un cambio en la percepción de inseguridad; esto no cambia de un día a otro. Podemos perder la percepción de seguridad de un día a otro, pero lo que no podemos es ganarla y esa parte es muy delicada”.
Consideró que el llamado de Alejandro Martí (padre de Fernando Martí) para que quienes no puedan con la responsabilidad de enfrentar al crimen renuncien, “va más bien en el sentido de que trabajemos todos, de que trabajemos juntos para hacer que lo que la autoridad prometa lo cumpla”.
Este es el sentido de la frase, indicó, al señalar que coincidía con el procurador, Eduardo Medina Mora, quien en entrevista radiofónica dijo que no veía como un reto la frase del señor Martí, sino más bien “como una invitación a trabajar mejor”.
El problema, dijo la dirigente, “es que los políticos, cada vez que hay una crisis, salen a presentarnos una nueva iniciativa y lo importante del acuerdo firmado el jueves es muy importante, porque nos está involucrando a todos, y se establecieron plazos a cumplir”.
—¿Qué va a suceder si se vence el plazo y no se logran las expectativas?
—Si bien se pusieron plazos, no creo que eso signifique cortar cabezas. No tiene ese sentido de ninguna manera. El sentido es... pongámonos todos a trabajar.
La evaluación que haga la ciudadanía en los 100 días anunciados “no será para romper cabezas, sino para ver cómo va avanzando el tema, porque la inseguridad no se va a resolver en 100 días, sino hasta que los políticos decidan que la seguridad es una política de Estado que nos involucre a todos y sea transexenal”, concluyó.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Morera advirtió que “en 100 días no vamos a ver un cambio en la percepción de inseguridad; esto no cambia de un día a otro. Podemos perder la percepción de seguridad de un día a otro, pero lo que no podemos es ganarla y esa parte es muy delicada”.
Consideró que el llamado de Alejandro Martí (padre de Fernando Martí) para que quienes no puedan con la responsabilidad de enfrentar al crimen renuncien, “va más bien en el sentido de que trabajemos todos, de que trabajemos juntos para hacer que lo que la autoridad prometa lo cumpla”.
Este es el sentido de la frase, indicó, al señalar que coincidía con el procurador, Eduardo Medina Mora, quien en entrevista radiofónica dijo que no veía como un reto la frase del señor Martí, sino más bien “como una invitación a trabajar mejor”.
El problema, dijo la dirigente, “es que los políticos, cada vez que hay una crisis, salen a presentarnos una nueva iniciativa y lo importante del acuerdo firmado el jueves es muy importante, porque nos está involucrando a todos, y se establecieron plazos a cumplir”.
—¿Qué va a suceder si se vence el plazo y no se logran las expectativas?
—Si bien se pusieron plazos, no creo que eso signifique cortar cabezas. No tiene ese sentido de ninguna manera. El sentido es... pongámonos todos a trabajar.
La evaluación que haga la ciudadanía en los 100 días anunciados “no será para romper cabezas, sino para ver cómo va avanzando el tema, porque la inseguridad no se va a resolver en 100 días, sino hasta que los políticos decidan que la seguridad es una política de Estado que nos involucre a todos y sea transexenal”, concluyó.
Jorge Alejandro Medellín, El Universal, 27 de agosto.
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