MIAMI.- El empresario venezolano-estadounidense Guido Antonini Wilson declaró ayer aquí que luego de que en 2007 le incautaran en el aeropuerto de Buenos Aires un maletín con 800 mil dólares presuntamente enviados por el Gobierno de Venezuela a la campaña de Cristina Fernández, se enteró de que había otra maleta con 4.2 millones de dólares.
Al iniciar su declaración como testigo clave del llamado "caso del maletín", Antonini dijo a una corte federal que tras el decomiso se reunió en Buenos Aires con el vicepresidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), filial argentina, Diego Uzcátegui, quien le preguntó el paradero de otros 4.2 millones de dólares.
"El dinero había salido de PDVSA, no era mío", afirmó Antonini al revelar detalles de una presunta operación ilegal de envío de fondos venezolanos a la campaña electoral de la ahora Mandataria argentina.
"(Dos días después del decomiso) fui a ver a Diego Uzcátegui a su hotel. Le pregunté por qué había quedado yo metido en medio de esto, y me respondió: '¿Dónde está el resto del dinero?'. Yo le dije: ¿De qué me hablas? Y me dijo: 'Había otra maleta con 4.2 millones', relató Antonini.
El Gobierno argentino ha negado haber recibido fondos venezolanos para la campaña presidencial.
Antonini negoció cooperar con el FBI para evitar su arresto y procesamiento, por lo que es testigo clave del juicio que se inició en Miami tras la detención de tres venezolanos y un uruguayo, acusados de actuar como agentes extranjeros para obligar al empresario a ocultar el origen y destino de los presuntos fondos electorales.
Con ciudadanía estadounidense y residente en Miami, el empresario contó que estando en Caracas fue invitado para ir a Buenos Aires "para hablar de un negocio por un gasoducto en Argentina".
El 4 de agosto de 2007, en un avión en el que viajaba una delegación de funcionarios argentinos y venezolanos, Antonini llegó a Buenos Aires y una agente aduanal le abrió una de las maletas que llevaba en la mano y aparecieron 800 mil dólares.
"Yo dije: ¿y esto? Pero todos se marchaban y nadie respondió".
Antonini explicó que aceptó firmar un documento aduanero aceptando la propiedad del dinero porque una persona le dijo que así solucionaría el problema.
"Yo quería salir de la situación y dejar el aeropuerto", indicó.
Tras retornar a Miami denunció al FBI presiones de venezolanos.
Al iniciar su declaración como testigo clave del llamado "caso del maletín", Antonini dijo a una corte federal que tras el decomiso se reunió en Buenos Aires con el vicepresidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), filial argentina, Diego Uzcátegui, quien le preguntó el paradero de otros 4.2 millones de dólares.
"El dinero había salido de PDVSA, no era mío", afirmó Antonini al revelar detalles de una presunta operación ilegal de envío de fondos venezolanos a la campaña electoral de la ahora Mandataria argentina.
"(Dos días después del decomiso) fui a ver a Diego Uzcátegui a su hotel. Le pregunté por qué había quedado yo metido en medio de esto, y me respondió: '¿Dónde está el resto del dinero?'. Yo le dije: ¿De qué me hablas? Y me dijo: 'Había otra maleta con 4.2 millones', relató Antonini.
El Gobierno argentino ha negado haber recibido fondos venezolanos para la campaña presidencial.
Antonini negoció cooperar con el FBI para evitar su arresto y procesamiento, por lo que es testigo clave del juicio que se inició en Miami tras la detención de tres venezolanos y un uruguayo, acusados de actuar como agentes extranjeros para obligar al empresario a ocultar el origen y destino de los presuntos fondos electorales.
Con ciudadanía estadounidense y residente en Miami, el empresario contó que estando en Caracas fue invitado para ir a Buenos Aires "para hablar de un negocio por un gasoducto en Argentina".
El 4 de agosto de 2007, en un avión en el que viajaba una delegación de funcionarios argentinos y venezolanos, Antonini llegó a Buenos Aires y una agente aduanal le abrió una de las maletas que llevaba en la mano y aparecieron 800 mil dólares.
"Yo dije: ¿y esto? Pero todos se marchaban y nadie respondió".
Antonini explicó que aceptó firmar un documento aduanero aceptando la propiedad del dinero porque una persona le dijo que así solucionaría el problema.
"Yo quería salir de la situación y dejar el aeropuerto", indicó.
Tras retornar a Miami denunció al FBI presiones de venezolanos.
AFP, Reforma, 24 de septiembre.
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