Ike arrasa el oriente de la isla; cuatro muertos

El huracán Ike, que destrozó en las últimas horas la región oriental de Cuba, avanzará hoy martes sobre la zona occidental, para internarse después en el Golfo de México, reponer fuerzas en el mar y por último golpear a Estados Unidos en un punto situado entre Florida y Texas.

Según el Instituto de Meteorología (IM), Ike bajó la potencia de sus vientos a 130 kilómetros/hora cuando atravesó tierra cubana, y continuará su movimiento desde las aguas al sur del país en dirección al occidente por una ruta próxima a la Isla de la Juventud, virtualmente devastada la semana anterior por el huracán Gustav, con vientos superiores a los 240 km/h.

La Defensa Civil (DC) reportó anoche cuatro muertos en el centro y oriente, tres hombres y una anciana y volvió a poner en alerta a la Isla de la Juventud, donde 60 mil personas perdieron total o parcialmente sus hogares y hace una semana dependen de la solidaridad del resto de sus compatriotas. La alarma también se activó en Pinar del Río, provincia en la que se calculan en 80 mil las viviendas destruidas por Gustav y por donde Ike puede volver a salir al mar en una trayectoria sur-norte.

Las pérdidas acumuladas en esos dos territorios sobrepasan los 3 mil millones de dólares, las viviendas dañadas suman cerca de 100 mil, según datos oficiales, y las cosechas y la infraestructura productiva están en crisis.

Las tensiones generadas en el país por los estragos de Gustav y ahora por Ike son de tal magnitud, que otras malas noticias, como la elevación en más de 60% el lunes del precio de la gasolina pasaron a un segundo plano.

El gobierno dijo que a partir de ahora esos precios “serán actualizados trimestralmente”. El litro de gasolina regular subió a 1.35 pesos convertibles (cuc), equivalentes a 1.46 dólares, de 0.86 que costaba; la especial fue de 0.95 cuc a 1.50, igual a 1.62 usd; y el diesel pasó de 0.75 cuc a 1.40 (1.52 dólares).

En otras circunstancias, este primer aumento del precio de la gasolina desde 2005 habría incentivado el malestar de los cubanos, pero hoy la primera preocupación de los isleños es salvar vidas y proteger sus bienes.

Según los partes de la radio y la televisión, más de un millón de personas han sido evacuadas hacia lugares seguros por la DC, a fin de atenuar la ira de Ike, que ataca con la fuerza de sus vientos (más de 190 km/h en el oriente), intensas lluvias (400 mms en 24 horas) y olas de más de seis metros de altura.

En La Habana, con 2.2 millones de habitantes y asiento de la mayor cantidad de viviendas con posibilidades de derrumbe, las medidas de protección llegaron hasta la exhortación a que las personas que habitan en edificios de más de cinco pisos, aunque estén en buen estado, “pasen el ciclón en la planta baja”, según constató este diario en recorrido por la ciudad. El huracán debe cruzar en el transcurso de este martes por el oeste de la capital, donde escuelas, empresas y otras entidades mantienen sus puertas cerradas desde la noche anterior.

Ike ha dejado poblaciones completas bajo agua, destruyó el tendido eléctrico en cientos de kilómetros, quebró árboles frondosos y torres de acero, y el número de viviendas afectadas es considerable, si bien hasta el momento no se han reportado ni muertos ni acciones de vandalismo en las ciudades abatidas.

Sean McCormack, vocero del Departamento de Estado estadunidense, dijo ayer que se evalúa la ayuda a la isla, pese al rechazo de La Habana cuyo gobierno dijo el sábado que si Washington quiere cooperar con el pueblo cubano debe levantar las restricciones y permitir la venta a la isla de materiales indispensables.

Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 9 de septiembre.