Contra los “enemigos” y “traidores” de México se aplicará todo el rigor de la ley y quienes creen que con actos cobardes verán un Estado debilitado se equivocan, pues “hoy más que nunca” verán un gobierno decidido a vencerlos, amenazó el presidente Felipe Calderón luego del ataque con granadas durante el Grito de Independencia en su tierra natal, Morelia, Michoacán.
En el 198 aniversario de la Gesta de Independencia, el Jefe del Ejecutivo demandó a todos los mexicanos que se unan en “esta hora crítica”, y criticó a aquellos que pretenden satisfacer sus intereses personales o de grupo, porque en lugar de contribuir a la lucha en favor de la patria, provocan que pierda el país.
Asesinos sin escrúpulos
Además de calificar en repetidas ocasiones a quienes colocaron las granadas como traidores, asesinos sin escrúpulos, enemigos, miserables y cobardes, reconoció que estos actos “execrables” atentan “claramente” contra la seguridad interior del país.
Pero les advirtió que las instituciones en México son sólidas y la resolución para enfrentar desafíos es “inquebrantable”, por lo cual su gobierno no cederá el paso, combatirán sin tregua, no lograrán arrebatar la patria ni prevalecerá la perversidad de quienes siembran el miedo con tal de proteger sus “miserables” intereses.
“La patria exige la unidad nacional, que se supone un repudio unánime y sin matices a tan repudiables hechos; unidad que implica dejar ya a un lado acciones que buscan dividir a los mexicanos, lanzó en el Ángel de la Independencia.
Después se dirigió a Palacio Nacional para encabezar el Desfile Militar, donde participaron 14,507 elementos del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y los charros.
En el 198 aniversario de la Gesta de Independencia, el Jefe del Ejecutivo demandó a todos los mexicanos que se unan en “esta hora crítica”, y criticó a aquellos que pretenden satisfacer sus intereses personales o de grupo, porque en lugar de contribuir a la lucha en favor de la patria, provocan que pierda el país.
Asesinos sin escrúpulos
Además de calificar en repetidas ocasiones a quienes colocaron las granadas como traidores, asesinos sin escrúpulos, enemigos, miserables y cobardes, reconoció que estos actos “execrables” atentan “claramente” contra la seguridad interior del país.
Pero les advirtió que las instituciones en México son sólidas y la resolución para enfrentar desafíos es “inquebrantable”, por lo cual su gobierno no cederá el paso, combatirán sin tregua, no lograrán arrebatar la patria ni prevalecerá la perversidad de quienes siembran el miedo con tal de proteger sus “miserables” intereses.
“La patria exige la unidad nacional, que se supone un repudio unánime y sin matices a tan repudiables hechos; unidad que implica dejar ya a un lado acciones que buscan dividir a los mexicanos, lanzó en el Ángel de la Independencia.
Después se dirigió a Palacio Nacional para encabezar el Desfile Militar, donde participaron 14,507 elementos del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y los charros.
Laura Vega, El Economista, 17 de septiembre.
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