Moscú, 25 de septiembre. Rusia decidió conceder a Venezuela una línea de crédito por mil millones de dólares para adquirir armamento ruso, informó este jueves la oficina de prensa del Kremlin en un comunicado que también destaca que, en los últimos tres años, se firmaron 12 contratos para suministrar armas de fabricación local al país sudamericano por un valor total de 4 mil 400 millones de dólares.
El anuncio se hizo horas antes de que esta noche, en visita de trabajo de dos días y la segunda este año desde finales de julio pasado, arribara a la capital rusa el presidente venezolano, Hugo Chávez, procedente de China.
Chávez viajará este viernes a la ciudad de Oremburgo, distante a unos mil 500 kilómetros al sureste de esta capital y muy próxima a la frontera con Kazajstán, para reunirse con su homólogo Dimitri Medvediev.
Los mandatarios revisarán una amplia agenda bilateral, que incluye –además de la venta de armamento ruso y los distintos aspectos de la cooperación militar, incluidos la reciente estancia en Venezuela de dos bombarderos estratégicos rusos y las primeras maniobras navales conjuntas en el Caribe, previstas para noviembre siguiente– importantes proyectos en materia de energía, altas tecnologías, construcción de maquinaria y petroquímica, entre otros.
Entretanto, el primer ministro Vladimir Putin invitó esta noche a cenar a Chávez en su residencia de Novo-Ogoriovo, en las afueras de Moscú, y al recibirlo manifestó ante la prensa que Rusia considera posible cooperar con Venezuela en el uso compartido de la energía nuclear con fines pacíficos.
“Estamos dispuestos a estudiar la posibilidad de cooperar (con Venezuela) en la utilización conjunta de la energía nuclear con fines pacíficos”, señaló Putin, y dijo que es “muy satisfactorio ver que nuestras relaciones se desarrollan en todos los ámbitos y que se empiezan a concretar nuestros acuerdos”.
En este sentido, Putin confirmó que el consorcio ruso Gazprom, a finales de octubre, lanzará la primera sonda en el golfo de Venezuela, al tiempo que las compañías energéticas rusas y venezolanas, en opinión del primer ministro, “tienen perspectivas muy favorables no sólo en el plano bilateral, sino también en los mercados de terceros países”.
América Latina, en palabras de Putin, “se está convirtiendo en un importante eslabón para configurar un mundo multipolar” y Rusia, se comprometió, “prestará más atención a ese vector de su política exterior”.
Por su parte, el mandatario de Venezuela agradeció a su “querido amigo Vladimir (Putin)” esta nueva invitación para visitar Rusia y le transmitió un saludo del ex presidente Fidel Castro.
“Poco antes de aterrizar, recibí una comunicación de mi amigo Fidel, y me pidió hacerle llegar un saludo de su parte, y su hermano (Raúl), también claro”, comentó un sonriente Chávez, quien en plan de broma celebró que esta visita tenga lugar ahora y no durante el frío invierno ruso.
Fallas del sistema
Desde Pekín, las agencias de prensa internacionales dieron cuenta de que al concluir la visita iniciada el pasado martes a China, el presidente Chávez sostuvo que “lo que va a recibir el próximo gobernante de Estados Unidos es un barco hundiéndose. Esto no nos alegra a nosotros, no”.
Durante una reunión en Pekín con alrededor de 30 empresarios chinos, agregó que “se desploma el modelo estadunidense de capitalismo, de neoliberalismo”, y resaltó que “afortunadamente China tiene su modelo propio, Venezuela también tiene su modelo propio. No somos dependientes del modelo económico financiero de Estados Unidos”.
Más tarde, después de cantar Cómo te pareces a mí ante un grupo de reporteros que cubrían su visita –para recordarle a su enemigo ideológico George W. Bush que hace años le viene advirtiendo que la mayor economía del mundo está en crisis–, el mandatario dijo que la turbulencia financiera mundial obligó a su homólogo estadunidense a reconocer fallas en el sistema económico que ha defendido por años.
Por último, Chávez defendió el derecho de su país a mantener acuerdos de cooperación con China, y señaló que para el próximo año llegarán a Venezuela aviones de entrenamiento comprados al gigante asiático.
El anuncio se hizo horas antes de que esta noche, en visita de trabajo de dos días y la segunda este año desde finales de julio pasado, arribara a la capital rusa el presidente venezolano, Hugo Chávez, procedente de China.
Chávez viajará este viernes a la ciudad de Oremburgo, distante a unos mil 500 kilómetros al sureste de esta capital y muy próxima a la frontera con Kazajstán, para reunirse con su homólogo Dimitri Medvediev.
Los mandatarios revisarán una amplia agenda bilateral, que incluye –además de la venta de armamento ruso y los distintos aspectos de la cooperación militar, incluidos la reciente estancia en Venezuela de dos bombarderos estratégicos rusos y las primeras maniobras navales conjuntas en el Caribe, previstas para noviembre siguiente– importantes proyectos en materia de energía, altas tecnologías, construcción de maquinaria y petroquímica, entre otros.
Entretanto, el primer ministro Vladimir Putin invitó esta noche a cenar a Chávez en su residencia de Novo-Ogoriovo, en las afueras de Moscú, y al recibirlo manifestó ante la prensa que Rusia considera posible cooperar con Venezuela en el uso compartido de la energía nuclear con fines pacíficos.
“Estamos dispuestos a estudiar la posibilidad de cooperar (con Venezuela) en la utilización conjunta de la energía nuclear con fines pacíficos”, señaló Putin, y dijo que es “muy satisfactorio ver que nuestras relaciones se desarrollan en todos los ámbitos y que se empiezan a concretar nuestros acuerdos”.
En este sentido, Putin confirmó que el consorcio ruso Gazprom, a finales de octubre, lanzará la primera sonda en el golfo de Venezuela, al tiempo que las compañías energéticas rusas y venezolanas, en opinión del primer ministro, “tienen perspectivas muy favorables no sólo en el plano bilateral, sino también en los mercados de terceros países”.
América Latina, en palabras de Putin, “se está convirtiendo en un importante eslabón para configurar un mundo multipolar” y Rusia, se comprometió, “prestará más atención a ese vector de su política exterior”.
Por su parte, el mandatario de Venezuela agradeció a su “querido amigo Vladimir (Putin)” esta nueva invitación para visitar Rusia y le transmitió un saludo del ex presidente Fidel Castro.
“Poco antes de aterrizar, recibí una comunicación de mi amigo Fidel, y me pidió hacerle llegar un saludo de su parte, y su hermano (Raúl), también claro”, comentó un sonriente Chávez, quien en plan de broma celebró que esta visita tenga lugar ahora y no durante el frío invierno ruso.
Fallas del sistema
Desde Pekín, las agencias de prensa internacionales dieron cuenta de que al concluir la visita iniciada el pasado martes a China, el presidente Chávez sostuvo que “lo que va a recibir el próximo gobernante de Estados Unidos es un barco hundiéndose. Esto no nos alegra a nosotros, no”.
Durante una reunión en Pekín con alrededor de 30 empresarios chinos, agregó que “se desploma el modelo estadunidense de capitalismo, de neoliberalismo”, y resaltó que “afortunadamente China tiene su modelo propio, Venezuela también tiene su modelo propio. No somos dependientes del modelo económico financiero de Estados Unidos”.
Más tarde, después de cantar Cómo te pareces a mí ante un grupo de reporteros que cubrían su visita –para recordarle a su enemigo ideológico George W. Bush que hace años le viene advirtiendo que la mayor economía del mundo está en crisis–, el mandatario dijo que la turbulencia financiera mundial obligó a su homólogo estadunidense a reconocer fallas en el sistema económico que ha defendido por años.
Por último, Chávez defendió el derecho de su país a mantener acuerdos de cooperación con China, y señaló que para el próximo año llegarán a Venezuela aviones de entrenamiento comprados al gigante asiático.
Juan Pablo Duch, La Jornada, 26 de septiembre.
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