En medio de una severa crisis el gobierno mexicano realizará una de las licitaciones de frecuencias más importantes, por lo que las políticas que aplique para este proceso definirán en gran medida el despliegue y penetración de los servicios de banda ancha móvil en el país, coincidieron expertos.
Las tecnologías de Tercer Generación (3G) serán el detonante de las conexiones de banda ancha móvil.
En este contexto, a decir de los especialistas, son esos accesos los que tienen mayores perspectivas en comparación con las de las redes fijas.
Los temas sensibles en esta licitación serán: los límites de acumulación de espectro, condiciones de cobertura social y los recursos financieros con los que contaran los operadores tanto para pagar las frecuencias como para invertir en el despliegue tecnológico en una etapa de recesión económica, advirtieron los especialistas.
Sebastián Cabello, consultor de GSMA Association y director asociado de la consultoría Techpolis, el tema del espectro es vital para la industria.
El especialista consideró que se trata del “oxígeno para la industria móvil”, además de que en épocas de crisis una licitación también representa una reactivación.
Cabello manifestó que estas políticas de licitación deben ser flexibles en cuanto a la adquisición de capacidad espectral, pues con las nuevas tecnologías ya no se justifica la imposición de límites como se hizo en procesos anteriores.
En este sentido, manifestó, es contradictorio que las agencias de competencia limiten esta acumulación, porque eso hace que existan menos servicios y eso se traduce en menor competencia.
“Lo más importante es que todos los operadores que necesiten espectro puedan acceder a éste”, sostuvo.
Por su parte, Erasmo Rojas, director regional para América Latina y el Caribe de 3G Américas, señaló que la aplicación de estos topes retrasa la implementación de las redes de Tercera Generación, pues esta tecnología requiere de un mayor ancho de banda.
“Es necesario que el regulador vea esta situación, el tope limita a los inversionistas, porque cuando ven que existe este tope y que los reguladores no se han puesto de acuerdo les generan incertidumbre a las inversiones”, señaló Rojas.
El especialista coincidió en que la Comisión Federal de Competencia (CFC) debe tomar en cuenta que esta tecnología consume mayor capacidad, pues los servicios de banda ancha móvil no son iguales que los de voz.
Las tecnologías de Tercer Generación (3G) serán el detonante de las conexiones de banda ancha móvil.
En este contexto, a decir de los especialistas, son esos accesos los que tienen mayores perspectivas en comparación con las de las redes fijas.
Los temas sensibles en esta licitación serán: los límites de acumulación de espectro, condiciones de cobertura social y los recursos financieros con los que contaran los operadores tanto para pagar las frecuencias como para invertir en el despliegue tecnológico en una etapa de recesión económica, advirtieron los especialistas.
Sebastián Cabello, consultor de GSMA Association y director asociado de la consultoría Techpolis, el tema del espectro es vital para la industria.
El especialista consideró que se trata del “oxígeno para la industria móvil”, además de que en épocas de crisis una licitación también representa una reactivación.
Cabello manifestó que estas políticas de licitación deben ser flexibles en cuanto a la adquisición de capacidad espectral, pues con las nuevas tecnologías ya no se justifica la imposición de límites como se hizo en procesos anteriores.
En este sentido, manifestó, es contradictorio que las agencias de competencia limiten esta acumulación, porque eso hace que existan menos servicios y eso se traduce en menor competencia.
“Lo más importante es que todos los operadores que necesiten espectro puedan acceder a éste”, sostuvo.
Por su parte, Erasmo Rojas, director regional para América Latina y el Caribe de 3G Américas, señaló que la aplicación de estos topes retrasa la implementación de las redes de Tercera Generación, pues esta tecnología requiere de un mayor ancho de banda.
“Es necesario que el regulador vea esta situación, el tope limita a los inversionistas, porque cuando ven que existe este tope y que los reguladores no se han puesto de acuerdo les generan incertidumbre a las inversiones”, señaló Rojas.
El especialista coincidió en que la Comisión Federal de Competencia (CFC) debe tomar en cuenta que esta tecnología consume mayor capacidad, pues los servicios de banda ancha móvil no son iguales que los de voz.
Angelina Mejía Guerrero, El Universal, 16 de febrero.
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