El Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados afirmó que proyecciones financieras de Estados Unidos y de firmas privadas prevén una caída en los envíos de dinero de los mexicanos desde ese país a partir de 2010, y lamentó que el gobierno de Felipe Calderón no cuente con una estrategia que permita revertir esa disminución de las remesas.
Explicó que el año pasado, de 25 mil 300 millones de dólares que ingresaron al país por remesas, 98.5 por ciento se usaron en compras de autoconsumo, automóviles y enseres domésticos, y sólo 1.5 por ciento se invirtió en proyectos productivos.
En un comunicado, el diputado federal priísta Edmundo Ramírez Martínez lamentó que exista “un abandono de los gobiernos federal, estatales y municipales en el tema de la inversión de las remesas. No hay incentivos para que nuestros paisanos inviertan en empresas familiares y regionales”.
Ramírez, quien coordina dicho grupo de trabajo, resaltó que a partir de 2010 se espera una disminución de al menos 10 por ciento de los recursos que por divisas envían los mexicanos de Estados Unidos, lo cual repercutirá en miles de pueblos y comunidades del país, la mayoría de ellas en pobreza extrema.
Durante 2007 hubo una desaceleración en el envío de recursos a México de los migrantes en Estados Unidos, ya que si bien el monto total fue de 25 mil 300 millones de dólares, su incremento respecto a 2006 fue marginal, dijo.
México sólo recibe una tercera parte de los recursos que generan los migrantes en Estados Unidos, agregó.
“Hay un debilitamiento en el mercado laboral en Estados Unidos que está afectando a los trabajadores mexicanos, que se suma a los mayores controles fronterizos, el clima antimigrante y antimexicano que prevalece en el vecino país.”
Consideró que existe un “efecto generacional”, por el cual los paisanos que tienen más tiempo residiendo en Estados Unidos empiezan a disminuir el apoyo a sus familias o en ocasiones dejan de enviar dinero.
Sin embargo, evaluó que la cifra de remesas no disminuirá en 2008, debido al ingreso de nuevos migrantes mexicanos a Estados Unidos, cuya cifra anual de 550 mil podría elevarse este año por la apertura agrícola, que afectará a miles de productores y campesinos de México.
Consideró necesaria una reforma, programas de inversión e incentivos para detonar el potencial de recursos que son las remesas, mediante el apoyo a proyectos productivos como granjas familiares, pequeñas maquiladoras regionales, exportación de artesanías y productos orgánicos.
Explicó que el año pasado, de 25 mil 300 millones de dólares que ingresaron al país por remesas, 98.5 por ciento se usaron en compras de autoconsumo, automóviles y enseres domésticos, y sólo 1.5 por ciento se invirtió en proyectos productivos.
En un comunicado, el diputado federal priísta Edmundo Ramírez Martínez lamentó que exista “un abandono de los gobiernos federal, estatales y municipales en el tema de la inversión de las remesas. No hay incentivos para que nuestros paisanos inviertan en empresas familiares y regionales”.
Ramírez, quien coordina dicho grupo de trabajo, resaltó que a partir de 2010 se espera una disminución de al menos 10 por ciento de los recursos que por divisas envían los mexicanos de Estados Unidos, lo cual repercutirá en miles de pueblos y comunidades del país, la mayoría de ellas en pobreza extrema.
Durante 2007 hubo una desaceleración en el envío de recursos a México de los migrantes en Estados Unidos, ya que si bien el monto total fue de 25 mil 300 millones de dólares, su incremento respecto a 2006 fue marginal, dijo.
México sólo recibe una tercera parte de los recursos que generan los migrantes en Estados Unidos, agregó.
“Hay un debilitamiento en el mercado laboral en Estados Unidos que está afectando a los trabajadores mexicanos, que se suma a los mayores controles fronterizos, el clima antimigrante y antimexicano que prevalece en el vecino país.”
Consideró que existe un “efecto generacional”, por el cual los paisanos que tienen más tiempo residiendo en Estados Unidos empiezan a disminuir el apoyo a sus familias o en ocasiones dejan de enviar dinero.
Sin embargo, evaluó que la cifra de remesas no disminuirá en 2008, debido al ingreso de nuevos migrantes mexicanos a Estados Unidos, cuya cifra anual de 550 mil podría elevarse este año por la apertura agrícola, que afectará a miles de productores y campesinos de México.
Consideró necesaria una reforma, programas de inversión e incentivos para detonar el potencial de recursos que son las remesas, mediante el apoyo a proyectos productivos como granjas familiares, pequeñas maquiladoras regionales, exportación de artesanías y productos orgánicos.
La Jornada, 4 de agosto.
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