El Presidente Felipe Calderón se comprometió ayer a "golpear de manera contundente" a la delincuencia organizada, aunque para ello reclamó de nueva cuenta la unidad de todos los mexicanos.
En el discurso de clausura de la 24 sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el Mandatario federal apremió a los Poderes y órdenes de Gobierno a "redoblar esfuerzos" para alcanzar "mejoras concretas y palpables" en beneficio de la población.
A juicio del Presidente, los "arteros" atentados del 15 de septiembre en Morelia, Michoacán, pusieron al descubierto "la cobardía y el verdadero rostro" de la criminalidad.
"Este es un momento de definiciones históricas. Lo que hagamos o dejemos de hacer después de este 15 de septiembre, marcará para siempre la forma en que los mexicanos del futuro recordarán este momento de nuestra historia, de nosotros depende convertirnos en la generación que enfrentó y derrotó con decisión, unidad y firmeza a los enemigos de México", sostuvo.
Aseguró que la fuerza que en contra de la delincuencia despliega el Estado es "una fuerza legítima, legal, y democrática".
"Estamos decididos a golpear de manera contundente a una delincuencia que pretende dañar a la Nación despreciando el Estado de Derecho y el régimen de libertades que nos hemos dado los mexicanos a lo largo de nuestra historia gloriosa", apuntó ante Gobernadores, secretarios de Estado y legisladores.
Satisfecho con la adopción de una estrategia nacional antisecuestro, Calderón confió en que el Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad permitirá "pasar de la indignación y la condena a acciones concretas".
A tono con el criterio que ha enarbolado desde hace meses, el Presidente consideró que la estrategia contra el crimen no debe ceñirse a la ejecución de operativos, la desarticulación de bandas criminales o la profesionalización de los cuerpos policiacos.
"También debe incluir políticas públicas de carácter preventivo", pues las estadísticas "confirman la grave problemática a la que se enfrentan nuestros jóvenes a causa de la droga, de las adicciones y de la incapacidad del Estado en sus diversos órdenes de proporcionarles oportunidades de desarrollo, bienestar, formación y trabajo.
"Es en este frente donde también debemos actuar y actuar unidos. Durante años las estructuras criminales penetraron en todas las esferas sociales, buscaron esclavizar a nuestros niños y jóvenes con la dependencia de las drogas que venden y consecuentemente incrustarlos en las actividades delictivas que rodean a este fenómeno", insistió.
Con ese panorama, el Presidente Felipe Calderón hizo notar los avances que se han alcanzado desde que el 21 de agosto se suscribió el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad: la incautación de casi 30 toneladas de marihuana y siete de cocaína, el segundo decomiso más importante de dinero, la detención -a manos de fuerzas federales- de 266 secuestradores y la desarticulación de más de 35 bandas del crimen organizada.
En el discurso de clausura de la 24 sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el Mandatario federal apremió a los Poderes y órdenes de Gobierno a "redoblar esfuerzos" para alcanzar "mejoras concretas y palpables" en beneficio de la población.
A juicio del Presidente, los "arteros" atentados del 15 de septiembre en Morelia, Michoacán, pusieron al descubierto "la cobardía y el verdadero rostro" de la criminalidad.
"Este es un momento de definiciones históricas. Lo que hagamos o dejemos de hacer después de este 15 de septiembre, marcará para siempre la forma en que los mexicanos del futuro recordarán este momento de nuestra historia, de nosotros depende convertirnos en la generación que enfrentó y derrotó con decisión, unidad y firmeza a los enemigos de México", sostuvo.
Aseguró que la fuerza que en contra de la delincuencia despliega el Estado es "una fuerza legítima, legal, y democrática".
"Estamos decididos a golpear de manera contundente a una delincuencia que pretende dañar a la Nación despreciando el Estado de Derecho y el régimen de libertades que nos hemos dado los mexicanos a lo largo de nuestra historia gloriosa", apuntó ante Gobernadores, secretarios de Estado y legisladores.
Satisfecho con la adopción de una estrategia nacional antisecuestro, Calderón confió en que el Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad permitirá "pasar de la indignación y la condena a acciones concretas".
A tono con el criterio que ha enarbolado desde hace meses, el Presidente consideró que la estrategia contra el crimen no debe ceñirse a la ejecución de operativos, la desarticulación de bandas criminales o la profesionalización de los cuerpos policiacos.
"También debe incluir políticas públicas de carácter preventivo", pues las estadísticas "confirman la grave problemática a la que se enfrentan nuestros jóvenes a causa de la droga, de las adicciones y de la incapacidad del Estado en sus diversos órdenes de proporcionarles oportunidades de desarrollo, bienestar, formación y trabajo.
"Es en este frente donde también debemos actuar y actuar unidos. Durante años las estructuras criminales penetraron en todas las esferas sociales, buscaron esclavizar a nuestros niños y jóvenes con la dependencia de las drogas que venden y consecuentemente incrustarlos en las actividades delictivas que rodean a este fenómeno", insistió.
Con ese panorama, el Presidente Felipe Calderón hizo notar los avances que se han alcanzado desde que el 21 de agosto se suscribió el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad: la incautación de casi 30 toneladas de marihuana y siete de cocaína, el segundo decomiso más importante de dinero, la detención -a manos de fuerzas federales- de 266 secuestradores y la desarticulación de más de 35 bandas del crimen organizada.
Mayolo López, Reforma, 20 de septiembre.
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