El escándalo de la “parapolítica”, como se conoce en Colombia a los políticos, generalmente cercanos al presidente Álvaro Uribe, a los que se le han descubierto nexos con los paramilitares de extrema derecha, se estrechó un poco más sobre el gobierno, salpicando esta vez al propio ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia.
Su hermano, el ex fiscal Guillermo Valencia, fue arrestado ayer en Medellín, donde reside, por un supuesto delito de nexos con Daniel Rondón Henao, alias Don Mario, el narcotraficante más buscado del país y líder paramilitar.
Poco después de conocerse la detención, el ministro de Interior leyó un comunicado en que expresó que “como ministro acompaña respetuosamente la decisión tomada por la Fiscalía General de la Nación, como ciudadano la acata y como hermano expresa su profundo sentimiento de dolor y solidaridad fraterna”.
Conversaciones grabadas. Guillermo Valencia, quien era el director de fiscalía de Medellín, fue destituido de ese cargo el 21 de agosto luego que el semanario Cambio publicara textos de grabaciones telefónicas interceptadas por las autoridades.
En esas conversaciones el ex fiscal discutía con supuestos socios del jefe narcoparamilitar Don Mario varios temas que iban desde procesos judiciales hasta listado de personas buscadas por las autoridades.
El ex fiscal, que tras ser destituido dijo que las conversaciones “fueron sacadas de contexto” y que no tiene “absolutamente nada que ver” con el escándalo, dijo ayer que “lo importante es que hoy empiezo el proceso en el que voy a demostrar mi inocencia. Llevo mes y medio y le hice diez requerimientos a la señora fiscal del caso para que me atendiera, pero esa es la Justicia y la voy a enfrentar”.
Remarcó que ahora podrá entregar todas las pruebas para demostrar que él no tiene “absolutamente nada que ver” con los delitos que se le imputan.
El ministro del Interior ha dicho que su cargo siempre está a disposición del presidente Uribe, pero que se mantendrá en el cargo porque carece de responsabilidad en las acciones de un pariente.
INDAGADOS
Una lista de imputados demasiado larga
La captura del ex fiscal Guillermo León Valencia, hermano del ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia, es el más reciente escándalo que salpica al Gobierno de Uribe, que ha visto cómo su primo y congresista, Mario Uribe, es investigado por nexos con paramilitares, mientras su ex canciller María Consuelo Araújo debió renunciar porque su padre y su hermano están encarcelados por el mismo motivo.
Unos 60 legisladores, en su mayoría del oficialismo, también son investigados por sus vínculos con las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Los comandantes de las AUC, 14 de ellos extraditados a Estados Unidos en mayo pasado, confirmaron que al menos un 30 por ciento del Congreso elegido en 2002, año en el que Uribe asumió su cargo, tenía relaciones con ellos, y muchos fueron reelegidos en los comicios legislativos de 2006.
Uribe afronta otro escándalo por las denuncias de una ex congresista, después de que ésta recibiera prebendas para dar su visto bueno a la reforma constitucional que posibilitó la reelección presidencial en 2006.
Su hermano, el ex fiscal Guillermo Valencia, fue arrestado ayer en Medellín, donde reside, por un supuesto delito de nexos con Daniel Rondón Henao, alias Don Mario, el narcotraficante más buscado del país y líder paramilitar.
Poco después de conocerse la detención, el ministro de Interior leyó un comunicado en que expresó que “como ministro acompaña respetuosamente la decisión tomada por la Fiscalía General de la Nación, como ciudadano la acata y como hermano expresa su profundo sentimiento de dolor y solidaridad fraterna”.
Conversaciones grabadas. Guillermo Valencia, quien era el director de fiscalía de Medellín, fue destituido de ese cargo el 21 de agosto luego que el semanario Cambio publicara textos de grabaciones telefónicas interceptadas por las autoridades.
En esas conversaciones el ex fiscal discutía con supuestos socios del jefe narcoparamilitar Don Mario varios temas que iban desde procesos judiciales hasta listado de personas buscadas por las autoridades.
El ex fiscal, que tras ser destituido dijo que las conversaciones “fueron sacadas de contexto” y que no tiene “absolutamente nada que ver” con el escándalo, dijo ayer que “lo importante es que hoy empiezo el proceso en el que voy a demostrar mi inocencia. Llevo mes y medio y le hice diez requerimientos a la señora fiscal del caso para que me atendiera, pero esa es la Justicia y la voy a enfrentar”.
Remarcó que ahora podrá entregar todas las pruebas para demostrar que él no tiene “absolutamente nada que ver” con los delitos que se le imputan.
El ministro del Interior ha dicho que su cargo siempre está a disposición del presidente Uribe, pero que se mantendrá en el cargo porque carece de responsabilidad en las acciones de un pariente.
INDAGADOS
Una lista de imputados demasiado larga
La captura del ex fiscal Guillermo León Valencia, hermano del ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia, es el más reciente escándalo que salpica al Gobierno de Uribe, que ha visto cómo su primo y congresista, Mario Uribe, es investigado por nexos con paramilitares, mientras su ex canciller María Consuelo Araújo debió renunciar porque su padre y su hermano están encarcelados por el mismo motivo.
Unos 60 legisladores, en su mayoría del oficialismo, también son investigados por sus vínculos con las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Los comandantes de las AUC, 14 de ellos extraditados a Estados Unidos en mayo pasado, confirmaron que al menos un 30 por ciento del Congreso elegido en 2002, año en el que Uribe asumió su cargo, tenía relaciones con ellos, y muchos fueron reelegidos en los comicios legislativos de 2006.
Uribe afronta otro escándalo por las denuncias de una ex congresista, después de que ésta recibiera prebendas para dar su visto bueno a la reforma constitucional que posibilitó la reelección presidencial en 2006.
Agencias en Bogotá, Crónica, 26 de septiembre.
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