Nueva York.- En su primera intervención ante la Organización de las Naciones Unidas, el Presidente Felipe Calderón lanzó una condena al terrorismo, reclamó la "corresponsabilidad" de la esfera internacional en contra del crimen organizado y presumió la reducción del número de pobres en México.
"El terrorismo, cualesquiera que sean sus explicaciones o motivaciones ideológicas, no tiene ni debe tener cabida en la comunidad de valores que con tanta dificultad hemos forjado.
"México lo reprueba y refrenda su voluntad de cooperar con base en el derecho internacional para prevenir actos terroristas y sancionar a sus autores", subrayó.
También trajo a escena el combate que ha orientado en contra del crimen organizado, cuya erradicación, dijo, es el eje rector de su Gobierno.
Apremió a la comunidad internacional a participar del combate, en aras de ganar efectividad. En ese sentido, llamó a las naciones a buscar nuevas formas de cooperación contra la amenaza del narcotráfico.
La primera comparecencia de Calderón ante la ONU, en la 63 Asamblea General, estuvo marcada por la convulsión financiera que aqueja a Estados Unidos y arrastra las economías del orbe, pero evitó referirse a la crisis en su discurso.
La Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, había fustigado en la misma tribuna la "codicia" y "desidia" que empujaron la debacle de los mercados aquí y el brasileño Luis Inácio Lula da Silva no sólo sugirió encontrar una salida multilateral a la crisis, sino que abogó por repensar el sistema financiero internacional.
Calderón sólo hizo mención del "alza internacional del precio de los alimentos" y propuso "actuar con decisión y a nivel global para evitar que este fenómeno cancele los esfuerzos para superar la pobreza".
Dijo que los mexicanos no evadirán su responsabilidad global, pues quieren ser actores, no espectadores de las transformaciones del mundo.
"Estamos decididos a fortalecer nuestro activismo. México tiene la población número 11 y la economía número 12 a nivel internacional.
"El Programa Oportunidades ha permitido reducir la pobreza extrema en el país que ha pasado, en los últimos diez años, de 38 millones a menos de 15 millones", presumió.
Calderón hizo alarde, también, de haber alcanzado una "cobertura universal" en educación básica, meta que su Gobierno también pretende para el rubro de la salud.
De cara a la reconfiguración del Consejo de Seguridad, refrendó la intención que tiene México de buscar un asiento en esa instancia.
De ser electo, dijo, México se compromete a actuar con base en los valores esenciales de la comunidad internacional: la prevención y la solución pacífica de las controversias, la prohibición del recurso a la amenaza o al uso de la fuerza, el respeto a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, al derecho internacional y a los derechos humanos.
"Aspiramos a participar en el Consejo de Seguridad para promover los ideales del México democrático y promotor del Estado de Derecho. Nos esforzaremos para apoyar las labores del Consejo que se orientan a reconstruir sociedades e instituciones desgarradas por las guerras y por las nuevas amenazas", prometió.
"El terrorismo, cualesquiera que sean sus explicaciones o motivaciones ideológicas, no tiene ni debe tener cabida en la comunidad de valores que con tanta dificultad hemos forjado.
"México lo reprueba y refrenda su voluntad de cooperar con base en el derecho internacional para prevenir actos terroristas y sancionar a sus autores", subrayó.
También trajo a escena el combate que ha orientado en contra del crimen organizado, cuya erradicación, dijo, es el eje rector de su Gobierno.
Apremió a la comunidad internacional a participar del combate, en aras de ganar efectividad. En ese sentido, llamó a las naciones a buscar nuevas formas de cooperación contra la amenaza del narcotráfico.
La primera comparecencia de Calderón ante la ONU, en la 63 Asamblea General, estuvo marcada por la convulsión financiera que aqueja a Estados Unidos y arrastra las economías del orbe, pero evitó referirse a la crisis en su discurso.
La Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, había fustigado en la misma tribuna la "codicia" y "desidia" que empujaron la debacle de los mercados aquí y el brasileño Luis Inácio Lula da Silva no sólo sugirió encontrar una salida multilateral a la crisis, sino que abogó por repensar el sistema financiero internacional.
Calderón sólo hizo mención del "alza internacional del precio de los alimentos" y propuso "actuar con decisión y a nivel global para evitar que este fenómeno cancele los esfuerzos para superar la pobreza".
Dijo que los mexicanos no evadirán su responsabilidad global, pues quieren ser actores, no espectadores de las transformaciones del mundo.
"Estamos decididos a fortalecer nuestro activismo. México tiene la población número 11 y la economía número 12 a nivel internacional.
"El Programa Oportunidades ha permitido reducir la pobreza extrema en el país que ha pasado, en los últimos diez años, de 38 millones a menos de 15 millones", presumió.
Calderón hizo alarde, también, de haber alcanzado una "cobertura universal" en educación básica, meta que su Gobierno también pretende para el rubro de la salud.
De cara a la reconfiguración del Consejo de Seguridad, refrendó la intención que tiene México de buscar un asiento en esa instancia.
De ser electo, dijo, México se compromete a actuar con base en los valores esenciales de la comunidad internacional: la prevención y la solución pacífica de las controversias, la prohibición del recurso a la amenaza o al uso de la fuerza, el respeto a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, al derecho internacional y a los derechos humanos.
"Aspiramos a participar en el Consejo de Seguridad para promover los ideales del México democrático y promotor del Estado de Derecho. Nos esforzaremos para apoyar las labores del Consejo que se orientan a reconstruir sociedades e instituciones desgarradas por las guerras y por las nuevas amenazas", prometió.
Mayolo López, enviado, Reforma, 25 de septiembre.
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