El coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP), Porfirio Muñoz Ledo, desestimó la posibilidad que tiene ahora el PRD para realizar alianzas electorales con el PRI y PAN y negó que con esta medida se desdibuje el Frente y pierda potencialidad electoral en el 2009.
La posibilidad de alianzas electorales con otros partidos diferentes a los que integran el FAP, que incluyen al tricolor y al blanquiazul, va encaminada al ámbito de los comicios locales, desde estatales o municipales pero no para el escenario nacional, según la explicación que le ofreció el secretario de alianzas del PRD, Juan Manuel Ávila a Muñoz Ledo.
“Queda a salvo el proyecto (de alianzas) para las elecciones federales”, estableció.
No obstante Muñoz Ledo recordó que para elegir a un candidato a determinado cargo de elección popular, basta con que dos de los tres partidos que integran el FAP, es decir, PRD, PT y Convergencia, lo elijan para que se convierta en el abanderado de dicho frente a una elección constitucional o local.
En ese sentido, Muñoz Ledo informó que los intentos por llegar a acuerdos entre el FAP y el PRD en las elecciones de Guerrero, sobre todo en Acapulco, donde sostienen una cerrada contienda por esa alcaldía, fracasaron, luego de que el sol azteca pretendía pactar con base en la declinación de los aspirantes del FAP.
Por ello tanto el PRD, con Gloria Sierra, como el FAP (Convergencia.-PT) con Luis Walton, contenderán de manera separada en las elecciones del próximo 5 de octubre en Guerrero.
El coordinador del FAP desestimó la convocatoria presidencial a todos los partidos para que “blinden” sus candidaturas del narcotráfico y con ello evitar que el crimen organizado se inserte en la política vía los aspirantes a un cargo de elección popular.
Aseguró que esa revisión de los antecedentes de los candidatos a cargos de elección popular es tarea del IFE, pero no puede hacerlo de manera efectiva porque la reforma electoral se lo impide.
“Esa es una de las grandes lagunas de la reforma electoral, que no se fortaleció por el temor de los partidos a que hubiera una injerencia mayor del IFE en los proceso internos de los partidos”, reprochó.
El IFE—sentenció—no fue dotado de mayores facultades para evitar la infiltración del narco en las campañas y ahí están las consecuencias.
La posibilidad de alianzas electorales con otros partidos diferentes a los que integran el FAP, que incluyen al tricolor y al blanquiazul, va encaminada al ámbito de los comicios locales, desde estatales o municipales pero no para el escenario nacional, según la explicación que le ofreció el secretario de alianzas del PRD, Juan Manuel Ávila a Muñoz Ledo.
“Queda a salvo el proyecto (de alianzas) para las elecciones federales”, estableció.
No obstante Muñoz Ledo recordó que para elegir a un candidato a determinado cargo de elección popular, basta con que dos de los tres partidos que integran el FAP, es decir, PRD, PT y Convergencia, lo elijan para que se convierta en el abanderado de dicho frente a una elección constitucional o local.
En ese sentido, Muñoz Ledo informó que los intentos por llegar a acuerdos entre el FAP y el PRD en las elecciones de Guerrero, sobre todo en Acapulco, donde sostienen una cerrada contienda por esa alcaldía, fracasaron, luego de que el sol azteca pretendía pactar con base en la declinación de los aspirantes del FAP.
Por ello tanto el PRD, con Gloria Sierra, como el FAP (Convergencia.-PT) con Luis Walton, contenderán de manera separada en las elecciones del próximo 5 de octubre en Guerrero.
El coordinador del FAP desestimó la convocatoria presidencial a todos los partidos para que “blinden” sus candidaturas del narcotráfico y con ello evitar que el crimen organizado se inserte en la política vía los aspirantes a un cargo de elección popular.
Aseguró que esa revisión de los antecedentes de los candidatos a cargos de elección popular es tarea del IFE, pero no puede hacerlo de manera efectiva porque la reforma electoral se lo impide.
“Esa es una de las grandes lagunas de la reforma electoral, que no se fortaleció por el temor de los partidos a que hubiera una injerencia mayor del IFE en los proceso internos de los partidos”, reprochó.
El IFE—sentenció—no fue dotado de mayores facultades para evitar la infiltración del narco en las campañas y ahí están las consecuencias.
Alejandro Páez, Crónica, 25 de septiembre.
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