Ante el recrudecimiento de hechos violentos en el país en los que es frecuente la participación de grupos de la delincuencia organizada, el presidente Felipe Calderón se dijo convencido de la necesidad de construir una policía nacional para hacerle frente.
La instrumentación de tal cuerpo policiaco implica, dijo, un cambio radical a la estructura constitucional tradicional y a la propia percepción del federalismo.
"Este es un país federal, plural y tiene una división de competencias muy compleja y muy polémica", admitió el primer mandatario.
Si bien explicó que es un tema que no se ha abordado de manera abierta, consideró que se tiene que poner sobre la mesa de discusiones a fin de buscar los consensos para avanzar en ello y en la vía propia lo primero es lograr que la Policía Federal actúe de mejor manera y sea confiable, sin lo cual no puede avanzarse hacia una policía nacional.
Reiteró que temas como la seguridad pública deben estar más allá de visiones políticas, parciales y partidistas, y si no se entiende eso entonces no se avanzará.
En entrevistas a diversos programas radiofónicos, con motivo de su Segundo Informe de Gobierno, el mandatario señaló que el problema de la inseguridad es más severo de lo que su gobierno había previsto y por ello hará un replanteamiento en el gabinete de seguridad.
Cuestionado sobre posibles ajustes en el gabinete de seguridad respondió:
"No lo descarto, pero estamos haciendo un replanteamiento del gabinete de seguridad. También el licenciado Campa tiene proyectos importantes que él seguramente comentará en su oportunidad, pero básicamente estamos decididos a asumir con mayor determinación esta lucha y a refrendar nuestros compromisos".
Respecto a la creación de una policía nacional dijo: "La intuición que tengo es que sí se requiere una policía nacional, por lo menos una policía fortalecida. Cada vez estoy más convencido de que mientras haya una estructura tan horizontal en el control del tema de seguridad, esto va a seguir como ha sido hasta ahora. En el proceso de desmontar el poder central y Presidencialista también desmontamos una gran parte de la capacidad del Estado para hacer frente a la delincuencia".
El presidente Calderón admitió que en materia de inseguridad se agravó el problema, porque "se venía descomponiendo y ahora supura la vida institucional, concretamente las policías y el Ministerio Público en muchas regiones del país".
Del avance de la delincuencia reiteró que "es un cáncer que se fue expandiendo en el cuerpo de la sociedad, que estamos extirpando y cuesta e implica mucho dolor".
Subrayó que cuando llegó a la Presidencia de la República, iba a operar a un enfermo al que le dolía al abdomen, porque tenía apendicitis; "pero la verdad es que es un cáncer que tiene infestado una buena parte del cuerpo y estamos cortando, extirpando, radiando.
La instrumentación de tal cuerpo policiaco implica, dijo, un cambio radical a la estructura constitucional tradicional y a la propia percepción del federalismo.
"Este es un país federal, plural y tiene una división de competencias muy compleja y muy polémica", admitió el primer mandatario.
Si bien explicó que es un tema que no se ha abordado de manera abierta, consideró que se tiene que poner sobre la mesa de discusiones a fin de buscar los consensos para avanzar en ello y en la vía propia lo primero es lograr que la Policía Federal actúe de mejor manera y sea confiable, sin lo cual no puede avanzarse hacia una policía nacional.
Reiteró que temas como la seguridad pública deben estar más allá de visiones políticas, parciales y partidistas, y si no se entiende eso entonces no se avanzará.
En entrevistas a diversos programas radiofónicos, con motivo de su Segundo Informe de Gobierno, el mandatario señaló que el problema de la inseguridad es más severo de lo que su gobierno había previsto y por ello hará un replanteamiento en el gabinete de seguridad.
Cuestionado sobre posibles ajustes en el gabinete de seguridad respondió:
"No lo descarto, pero estamos haciendo un replanteamiento del gabinete de seguridad. También el licenciado Campa tiene proyectos importantes que él seguramente comentará en su oportunidad, pero básicamente estamos decididos a asumir con mayor determinación esta lucha y a refrendar nuestros compromisos".
Respecto a la creación de una policía nacional dijo: "La intuición que tengo es que sí se requiere una policía nacional, por lo menos una policía fortalecida. Cada vez estoy más convencido de que mientras haya una estructura tan horizontal en el control del tema de seguridad, esto va a seguir como ha sido hasta ahora. En el proceso de desmontar el poder central y Presidencialista también desmontamos una gran parte de la capacidad del Estado para hacer frente a la delincuencia".
El presidente Calderón admitió que en materia de inseguridad se agravó el problema, porque "se venía descomponiendo y ahora supura la vida institucional, concretamente las policías y el Ministerio Público en muchas regiones del país".
Del avance de la delincuencia reiteró que "es un cáncer que se fue expandiendo en el cuerpo de la sociedad, que estamos extirpando y cuesta e implica mucho dolor".
Subrayó que cuando llegó a la Presidencia de la República, iba a operar a un enfermo al que le dolía al abdomen, porque tenía apendicitis; "pero la verdad es que es un cáncer que tiene infestado una buena parte del cuerpo y estamos cortando, extirpando, radiando.
Cecilia Téllez Cortés, Crónica, 3 de septiembre.
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