El convaleciente ex presidente Fidel Castro llamó ayer a aplicar fuertes sanciones contra el robo generalizado en el sector estatal, al tiempo que el gobierno desmintió “categóricamente” una subida de precios a productos de alta demanda, como el aceite de cocina, cuando el país se adentra en “seis meses duros” de escasez de alimentos.
Este domingo, en tanto, se espera la llegada a La Habana del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien parece haber acordado con los dirigentes cubanos una ayuda millonaria y multifacética para hacer frente a la catástrofe provocada en la isla por los huracanes Gustav e Ike, aunque hasta ahora se desconocen los pormenores del proyecto.
Chávez hizo el anuncio en Caracas, pero sus desplazamientos en la isla por lo general ocurren secretos a la prensa extranjera, que debe esperar a los informes de los medios oficiales.
Por su parte, Castro aseguró ayer que “el robo en fábricas, almacenes, servicios automotrices, hoteles, restaurantes y otras actividades donde se manejan recursos o dinero tiene que ser combatido sin tregua”, en referencia a una conducta que quienes la practican la justifican por los bajos salarios, la desvalorización de la moneda nacional y el control del Estado en casi toda la actividad económica del país.
“Pero el robo”, que el presidente Raúl Castro ha calificado como una especie de cáncer social, “está lejos de ser el único mal que daña la revolución. Están los privilegios conscientes o tolerados y los inventos burocráticos”, agregó el ex gobernante en el tercer artículo de prensa que escribe en las últimas 48 horas.
“Todo conspira contra las reservas en materiales y en divisas del país, lo cual puede traer escasez de productos y exceso de dinero circulante”, advirtió Castro.
Las pérdidas dejadas por los huracanes Gustav e Ike sobrepasan los cinco mil millones de dólares y se estima que cerca de dos millones de cubanos han sido afectados.
En ese contexto, se registró la negativa oficial anoche de un aumento de precios en los mercados de divisas, que se disparó luego de que en medio de los azotes del huracá Ike el precio de la gasolina subió más de 60 por ciento.
Este domingo, en tanto, se espera la llegada a La Habana del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien parece haber acordado con los dirigentes cubanos una ayuda millonaria y multifacética para hacer frente a la catástrofe provocada en la isla por los huracanes Gustav e Ike, aunque hasta ahora se desconocen los pormenores del proyecto.
Chávez hizo el anuncio en Caracas, pero sus desplazamientos en la isla por lo general ocurren secretos a la prensa extranjera, que debe esperar a los informes de los medios oficiales.
Por su parte, Castro aseguró ayer que “el robo en fábricas, almacenes, servicios automotrices, hoteles, restaurantes y otras actividades donde se manejan recursos o dinero tiene que ser combatido sin tregua”, en referencia a una conducta que quienes la practican la justifican por los bajos salarios, la desvalorización de la moneda nacional y el control del Estado en casi toda la actividad económica del país.
“Pero el robo”, que el presidente Raúl Castro ha calificado como una especie de cáncer social, “está lejos de ser el único mal que daña la revolución. Están los privilegios conscientes o tolerados y los inventos burocráticos”, agregó el ex gobernante en el tercer artículo de prensa que escribe en las últimas 48 horas.
“Todo conspira contra las reservas en materiales y en divisas del país, lo cual puede traer escasez de productos y exceso de dinero circulante”, advirtió Castro.
Las pérdidas dejadas por los huracanes Gustav e Ike sobrepasan los cinco mil millones de dólares y se estima que cerca de dos millones de cubanos han sido afectados.
En ese contexto, se registró la negativa oficial anoche de un aumento de precios en los mercados de divisas, que se disparó luego de que en medio de los azotes del huracá Ike el precio de la gasolina subió más de 60 por ciento.
Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 21 de septiembre.
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